?Madrid o Bar?a en La Habana?

Ha ido Obama. Ha ido Rihanna. Ha ido Annie Leibovitz. Ha ido Beyonc¨¦. Ha ido Fran?ois Hollande (y no ha ido Mariano Rajoy). Ha ido el papa Francisco. Han ido los Rolling Stones. Va a ir el propio Raphael. Pero cu¨¢ndo ir¨¢n aquellos a los que m¨¢s anhelan ver millones de cubanos, al menos la mayor¨ªa de los j¨®venes y un n¨²mero muy largo de los adultos. Cu¨¢ndo saldr¨¢ en un peri¨®dico el anuncio que de verdad pondr¨ªa patas para arriba la isla.

?Cu¨¢ndo ir¨¢n el Barcelona o el Real Madrid a jugar un partido amistoso a Cuba?

Desde luego que no cobrar¨ªan los cuatro millones que cobr¨® el Madrid en 2014 por un bolo en Dubai. De hecho, seguramente no ganar¨ªan nada en efectivo, pero eso no quita que pudiera ser una h¨¢bil inversi¨®n de futuro.

El f¨²tbol causa cada vez m¨¢s furor en Cuba. El b¨¦isbol es el deporte nacional, pero el balompi¨¦ crece. La estampa deportiva m¨¢s com¨²n hoy en Cuba es la de un grupete de muchachos pateando el esf¨¦rico por la calle o en lo que llaman los argentinos el potrero, un espacio de tierra. En las paredes donde hace m¨¢s de medio siglo se ley¨® ?Abajo Batista! y se ha rele¨ªdo y desle¨ªdo durante las ¨²ltimas d¨¦cadas ?Viva Fidel! y ?Viva la Revoluci¨®n! ahora se encuentran pintadas que invocan dos figuras que hacen historia con los pies:

?Messi! ?CR7!

Abundan las pegatinas en los coches con los escudos de uno u otro club, las camisetas, las gorras. En cualquier calle de La Habana uno se puede encontrar de repente con un acalorado debate, tan acalorado como en Espa?a pero con un plus de pasi¨®n tropical, sobre si es mejor "Luisito" o "Gare' Bale", o si Florentino P¨¦rez tendr¨ªa plata para contratar a Messi. Los fines de semana la televisi¨®n estatal retransmite religiosamente los partidos de Real Madrid y Barcelona.

Cuba est¨¢ loca por el f¨²tbol. Y antes que tarde, Cuba, un pa¨ªs de m¨¢s de 11 millones de habitantes, se convertir¨¢ en un pa¨ªs de consumidores.

Uno dir¨ªa, a ojo y teniendo en cuenta la tendencia global, que el Bar?a es el preferido entre los cubanos, pero con el Madrid pis¨¢ndole los talones. Una visita en el momento oportuno, adelant¨¢ndose al otro, podr¨ªa ser una estocada al rival. Ser¨ªa noticia en todo el mundo, el primer grande en jugar en Cuba, y se ganar¨ªa el coraz¨®n de muchos cubanos, qui¨¦n sabe si tambi¨¦n la fidelidad y la firma del primer gran futbolista cubano que saldr¨¢ en el futuro.

Rihanna fue rodeado por una multitud. A Jagger fueron a escucharlo medio mill¨®n. Pero el nivel de excitaci¨®n que podr¨ªan despertar el Barcelona o el Madrid ser¨ªa -dicho en cubano- tremenda locura.

Ya no digamos un Madrid-Bar?a. Un cl¨¢sico en La Habana...