El Celta es un regalo para la vista
Un gol de Nolito pone de acuerdo el marcador y el juego ante un limitado Sporting
La necesidad era del Sporting, pero el f¨²tbol fue casi todo del Celta. Y, aunque no siempre ocurre as¨ª, al final el marcador se puso de acuerdo con las sensaciones. Bast¨® un gol muy de Nolito, un futbolista que impone tanto respeto en el ¨¢rea que ning¨²n rival se atrevi¨® a encimarle cuando arranc¨® desde la izquierda buscando el lugar y el momento adecuado para el remate. Fue una de las muchas oportunidades del Celta, que recuperada la estabilidad tras una etapa muy convulsa, vuelve a parecerse al equipo que entusiasm¨® al comienzo de Liga.
Hubo un momento de la temporada, cuando el viento soplaba a favor, en que Abelardo se atrevi¨® a juntar a jugadores como Halilovic, Ndi, Jony y Sanabria, cuatro j¨®venes sin experiencia en Primera, pero mucho f¨²tbol en sus botas. Hasta que los resultados y alguna lesi¨®n le llevaron a recuperar la versi¨®n m¨¢s esforzada del Sporting, esa que le permiti¨® ascender contra todo pron¨®stico.
Berizzo no tiene esas dudas porque el Celta sabe a lo que juega desde hace unos cuantos a?os. As¨ª que, invariablemente, el entrenador argentino pone a los buenos, que pese a su condici¨®n de club vendedor son unos cuantos. Sobre todo del centro del campo hacia arriba, donde Orellana, Iago Aspas y Nolito se juntan para inventar todo tipo de combinaciones.
Desde el primer pitido de Mateu Lahoz, el Celta se adue?¨® del bal¨®n y redujo al Sporting al papel de esforzado secundario ante su afici¨®n. Berizzo ya no tiene a Krohn-Dehli, ni a Augusto Fern¨¢ndez, ni siquiera a Marcelo D¨ªaz, pero pone a once jugadores que dominan todos los registros. Sobre todo los de asociarse con el bal¨®n siempre a ras de c¨¦sped para llegar al ¨¢rea contraria. Wass y Radoja aseguraban una salida limpia del bal¨®n y el equilibrio defensivo. Los cuatro de arriba, el resto.
Milagrosamente, el Sporting alcanz¨® el descanso sin da?os por la falta de remate vigu¨¦s. Orellana, Aspas y, sobre todo, Nolito se procuraron un pu?ado de oportunidades, que se quedaron en nada. Toda la destreza para llevar el bal¨®n al ¨¢rea, se evaporaba a la hora de la verdad. El Sporting, con pocos recursos y menos atrevimiento, se las ingeni¨® para agenciarse alguna llegada, sobre todo por la facilidad de desborde por su banda izquierda de Isma L¨®pez y Jony. Un centro desde esa zona encontr¨® a Sanabria totalmente solo en el punto de penalti, pero su cabezazo se march¨® por encima del larguero.
La segunda parte iba por el mismo camino hasta que Nolito dej¨® de una pieza a Cu¨¦llar, enfadado porque ning¨²n compa?ero se lo pusiera un poco m¨¢s dif¨ªcil al andaluz. Curiosamente, la jugada lleg¨® un minuto despu¨¦s de que Berizzo hiciese un cambio conservador, Pablo Hern¨¢ndez por Iago Aspas. Abelardo, a la fuerza ahorcan, empez¨® a soltar a sus estiletes ofensivos y el Sporting lleg¨® m¨¢s al ¨¢rea viguesa, pero no mejor. Tuvo alguna oportunidad en el arre¨®n final, pero fue todo muy forzado, con poco f¨²tbol. Muy lejos de un Celta que alegra a la vista.
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