Danny Willett: un ingl¨¦s gana en Augusta 20 a?os despu¨¦s de Faldo
El norteamericano Jordan Spieth, l¨ªder del Masters desde la primera jornada y campe¨®n el a?o pasado, se hundi¨® con un cu¨¢druple bogey en el hoyo 12?
El Rae's Creek es un r¨ªo que recorre vertebr¨¢ndolo en sus orillas el Amen Corner, all¨ª donde el Masters se hace tormento, all¨ª donde naufrag¨® Jordan Spieth, donde se hundieron sus bolas y sus esperanzas de ganar dos Masters seguidos lider¨¢ndolo de primer a ¨²ltimo d¨ªa como una rutina. All¨ª fue tambi¨¦n, detr¨¢s del tramo m¨¢s pintoresco y fotografiado del r¨ªo, el que entre los puentes de Ben Hogan y Byron Nelson protege el min¨²sculo green del 12, donde Danny Willett, el ingl¨¦s que se hizo hombre en el pasado Open, empez¨® a construir su m¨¢s grande victoria, la que combin¨® el m¨¢s sorprendente ganador y el hundimiento m¨¢s inesperado.
Todo ocurri¨®, como si estuviera escrito, 20 a?os justos despu¨¦s de que el ¨²nico ingl¨¦s que hab¨ªa ganado el Masters, Nick Faldo, lograra su tercera chaqueta verde derrotando con la misma combinaci¨®n de elementos inesperados al australiano Greg Norman, que hab¨ªa comenzado el ¨²ltimo d¨ªa con seis golpes de ventaja. Con cinco golpes sobre Willett, de 28 a?os e hijo de un vicario de Sheffield, hab¨ªa comenzado Spieth no el d¨ªa, sino los nueve segundos hoyos. Y era tal su fr¨ªo dominio, su perfecci¨®n en los greens con el putter cinco birdies en la primera vuelta: cuatro consecutivos del seis al nueve) que cualquier flaqueza posterior solo podr¨ªa parecer pasajera. As¨ª se analizaron sus bogeys en el 10 y en el 11, el primer hoyo del Amen Corner; as¨ª no fue su hoyo 12, el par tres tan bonito que los d¨ªas de entrenamiento parece gigantesco como la pista de un aeropuerto y los d¨ªas de torneo va achic¨¢ndose ante el ojo nervioso de los jugadores hasta quedar reducido a una cabeza de alfiler. Dos veces envi¨® la pelota al agua el tan seguro Spieth, la segunda desde el punto de drop con un golpe penoso, que necesit¨® siete golpes (+4) para acabar con el hoyo. El cu¨¢druple bogey hizo de Willett, invisible casi hasta entonces recolector de birdies con sus pantalones y su jersey blancos (y un niqui verde que luci¨® con su ¨²ltimo putt, el que le dio el par en el 18), el l¨ªder por designaci¨®n u omisi¨®n, ya que los grandes nombres (McIlroy, Day, Johnson) hab¨ªan dimitido.
El Open de 2015
Con solo cuatro victorias en ocho a?os en el circuito europeo y padre de una ni?a nacida despu¨¦s de su victoria en Dubai en febrero pasado, el momento m¨¢s glorioso de su carrera hasta su triunfo en Augusta lo hab¨ªa vivido Willett el a?o pasado en Saint Andrews, donde lideraba el Open tras la segunda jornada. Termin¨® sexto. Acab¨® el a?o 12? del mundo y so?ador. Pensaba en Navidades en los Juegos de R¨ªo, en la Ryder Cup y se encontr¨® en su camino, con una ¨²ltima ronda de 67 golpes (-5, cinco birdies), con Augusta y una chaqueta verde en solo su segundo Masters.Willett, que cuando termin¨® el instituto en su industrial y norte?a Sheffield se fue a la muy sure?a Alabama a la universidad, pertenece a la generaci¨®n de Rafa Cabrera Bello, los j¨®venes europeos que desaf¨ªan el poder en el circuito continental de Rory McIlroy. En su primer Masters el canario acab¨® 17? (+4) despu¨¦s de lograr en el ¨²ltimo d¨ªa romper el par del campo con una magn¨ªfica tarjeta de 70 golpes (-2).
Del hoyo 12 sali¨® Spieth a cuatro golpes de Willett. Mostr¨® una vez m¨¢s su grandeza, su putter inigualable, con dos birdies m¨¢s, que fueron insuficientes. Le faltaron dos, y le sobr¨® un nuevo bogey,? y le toc¨® entrar en la foto oficial no recibiendo una flamante chaqueta verde de nylon como campe¨®n de nuevo, sino ayudando al rubio Willett a pon¨¦rsela feliz, al campe¨®n que llega.
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