Las an¨¦cdotas del desfile ol¨ªmpico en Maracan¨¢

Maracan¨¢ tiene voz. Ruge. Lo demostr¨® alrededor de las 4 de la madrugada (hora espa?ola) cuando la delegaci¨®n brasile?a salt¨® al estadio. Fue la ¨²ltima en hacerlo, pero su color, su entusiasmo y su m¨²sica demostraron que todo el p¨²blico esperaba que sus atletas aparecieran en escena. Solo rivaliz¨® con los anfitriones en cari?o la delegaci¨®n de los deportistas refugiados. Todo el estadio brasile?o se levant¨® para aplaudirlos, mientras que ellos, luciendo la bandera ol¨ªmpica, agradecieron el gesto moviendo con ritmo los peque?os estandartes que pose¨ªan en sus manos.

Eso s¨ª, hubo tal variedad de indumentarias a lo largo del desfile que a trav¨¦s de la televisi¨®n resultaba imposible adivinar la temperatura que acompa?aba a los protagonistas de Maracan¨¢. Si bien Andy Murray, abanderado de Gran Breta?a, luci¨® una gabardina azul abotonada que advert¨ªa algo de brisa nocturna -que se compensaba eso s¨ª con unos pantalones cortos-, los miembros de la peque?a delegaci¨®n de Fiji daban la vuelta al term¨®metro luciendo una camisa de manga corta que bien servir¨ªa para pasear por la playa de Ipanema. Qu¨¦ decir del abanderado de Tonga,?Pita Nikolas Taufatofua, que directamente se pase¨® a pecho descubierto por el m¨ªtico estadio brasile?o.

Entre los portadores de banderas, uno de los m¨¢s animados fue el de Kiribati, quien sonrisa perenne, dio vueltas y vueltas al m¨¢stil de la bandera de su pa¨ªs y salud¨® con tal br¨ªo que bien podr¨ªa haberse descoyuntado la mu?eca. Igualmente emocionados se mostraron los deportistas de Samoa Americana. Uno de ellos se lanz¨® al suelo y prepar¨® una peque?a coreograf¨ªa, digna de la realizada minutos antes por los bailarines brasile?os. La alegr¨ªa por vivir semejante momento result¨® incontenible para ellos.

No pudieron moverse tanto los indonesios, o mejor dicho, las indonesias. Un sombrero t¨ªpico del pa¨ªs asi¨¢tico cubierto de una contundente capa de color dorado imped¨ªa que sus deportistas pudieran mover libremente el cuello. Nada que ver con la delegaci¨®n jamaicana, que sin Bolt a la cabeza, pero con la igualmente veloz Shelly-Ann Fraser-Pryce al frente, lucieron tal colorido que inund¨® de alegr¨ªa el recorrido por Maracan¨¢. Pelo verde y amarillo para encender la fiesta.

Sin embargo, una de las curiosidades textiles del desfile la protagoniz¨® Palestina. Ocurri¨® que cuando se dispon¨ªan a viajar a Brasil las autoridades israel¨ªes retuvieron sus maletas por lo que no pudieron lucir las prendas originales para el desfile. Tuvieron que improvisar con las ropas que ten¨ªan y lograron crear un uniforme improvisado compuesto por un chaleco negro con la bandera de Palestina sobre un conjunto blanco.

Todos ellos terminaron su paseo introduciendo una semilla en unos peque?os tiestos met¨¢licos con forma circular. De esta forma, y como se hizo durante gran parte de la ceremonia de inauguraci¨®n, volvi¨® a lanzarse un mensaje en favor de la ecolog¨ªa y la concienciaci¨®n sobre la salud del planeta. Eso s¨ª, los m¨®viles volvieron a ser los protagonistas gr¨¢ficos del desfile. Imposible contar todos los dispositivos que retrataron desde dentro lo que ocurr¨ªa en uno de los momentos m¨¢s simb¨®licos dentro de los Juegos Ol¨ªmpicos.

El ¨²nico momento tenso de la ceremonia fue durante el discurso del actual presidente de Brasil, Michel Temer, que fue abucheado por gran parte del p¨²blico de Maracan¨¢.