¡°Prefer¨ª 30 minutos en el Madrid que 90 en otro equipo¡±
Guti, entrenador en la cantera blanca, habla de sus suplencias y de f¨²tbol. "Con el bal¨®n no puedes pensar, hay que hacerlo antes".
El mediapunta genial, rebelde y escandaloso llamado Guti sobrevive con unas manos llenas de anillos y de tatuajes propias del rockero que quiso ser. El entrenador de juveniles Guti es un hombre de 40 a?os en ch¨¢ndal y peinado con raya que dice cosas como: ¡°?Entrenar s¨®lo con bal¨®n? Ya, muy bonito. ?Ojal¨¢ se pudiese! Pero hay que correr¡±. Y de repente, el an¨¢rquico 14 del Madrid exclama con nostalgia: ¡°?Capello!¡±.
- P. ?Fue del que m¨¢s aprendi¨®?
- R. Ense?aba a correr. Y de ¨¦l he tomado los conceptos defensivos que aplico en mi equipo: la solidaridad, el orden. Capello nos re?¨ªa much¨ªsimo. Era pasional, de quien m¨¢s gritos he escuchado.
Guti vive en una urbanizaci¨®n en las afueras de Madrid rodeado de gallinas, patos y una cabra. ¡°Tuve que luchar much¨ªsimo con los vecinos para tener a mis gallinas all¨ª. ?Qu¨¦ da?o hacen unas gallinas? Con ellas yo me como unos huevos muy frescos todos los d¨ªas¡±. En esa urbanizaci¨®n Guti perdi¨® la guerra del gallo ante sus vecinos, que hubiera culminado la transici¨®n del mundo de la noche al primer canto del d¨ªa. ¡°Lo tuve unos d¨ªas, pero fue imposible mantenerlo: lo tuvimos que regalar¡±.
Jos¨¦ Mar¨ªa Guti¨¦rrez (Torrej¨®n de Ardoz, Madrid, 1976) lleg¨® al Real Madrid en la segunda parte, una constante en su carrera. El ni?o apareci¨® en la Ciudad Deportiva para jugar un amistoso con el Rayito de Torrej¨®n. En el descanso, el entrenador de Madrid se dirigi¨® al del Rayito: ¡°?Os importa que ese chico juegue la segunda parte con nosotros?¡±.
Guti (entonces Jose) se cambi¨® la camiseta. Ya no volvi¨® a casa: no hizo ni la prueba que se exige en el Madrid; al fin y al cabo ya hab¨ªa debutado. Diez a?os despu¨¦s era una estrella perseguida por las c¨¢maras y por los famosos; se convirti¨® en un chico temperamental, aficionado a las rajadas (¡°he dicho lo que quer¨ªa decir y no lo volver¨ªa a decir¡±, como ense?¨® Harper Lee) y un jugador ab¨²lico capaz de levantar un estadio en un segundo.
- P. ?Cu¨¢l fue su peor momento?
- R. Esos a?os. Comet¨ª errores. Adem¨¢s me cas¨¦ con una persona muy conocida, y eso meti¨® m¨¢s focos en mi vida. No me callaba nada, me gustaba divertirme.
- P. ?Qu¨¦ se le pasaba por la cabeza cuando todos los contrarios estaban dentro del ¨¢rea y usted dejaba al delantero solo?
- R. Es que yo levantaba la cabeza antes de tener el bal¨®n. Ya sab¨ªa d¨®nde estaba todo el mundo antes de que la pelota llegase. Cuando iba a recibir sab¨ªa qu¨¦ pase iba a dar. Por eso decid¨ªa tan r¨¢pido. Y por eso a veces ped¨ªa la bola con urgencia: porque estaba viendo el hueco y el hueco pod¨ªa desaparecer en cualquier momento. Con el bal¨®n no puedes pensar, hay que hacerlo antes.
En el Madrid la frase euf¨®rica del momento es que Guti ser¨¢ alg¨²n d¨ªa entrenador del primer equipo. La estrella insiste en construir su leyenda desde el banquillo. Como jugador fue la eterna reacci¨®n blanca desde el banco.
- P. ?Por qu¨¦ no se fue?
- R. Pude hacerlo. Tuve ofertas. Pero decid¨ª que para m¨ª era m¨¢s importante jugar 30 minutos en el Madrid que 90 en otro equipo.
Llegaban gal¨¢cticos y no le importaba, dice, esperar turno. ?l estaba c¨®modo: ¡°Las clases son las clases. Jugaba con los mejores del mundo: los buenos te hacen la vida f¨¢cil. Yo disfrutaba de ellos y ellos de m¨ª. Entrenaba la mirada, la visi¨®n de juego. A m¨ª me conven¨ªan jugadores r¨¢pidos, que tiran desmarques en profundidad. Ronaldo, Owen¡±.
- P. ?Qu¨¦ le pasa al Madrid en los ¨²ltimos minutos?
- R. Recuerda la Liga de Capello. Cuando peor estamos ponemos el alma. Es inexplicable. Pero ocurre.
Es jueves por la ma?ana y hay calma en Valdebebas; el Madrid juega la semifinal del Mundial de clubes. ¡°Muchos d¨ªas me he despertado con ganas de saltar al campo. Seguir¨¢ siendo as¨ª hasta que me muera. Siempre piensas que pod¨ªas haber aguantado m¨¢s, que pod¨ªas haber jugado mejor. Hay que vivir con eso¡±. Guti, cualquiera de los Gutis, se despide y se va.
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