Los dos modestos equipos que quieren reescribir la historia de la competici¨®n m¨¢s antigua
Lincoln City y Sutton United tienen la oportunidad de convertirse en los primeros clubes de la quinta divisi¨®n inglesa en llegar a cuartos de final de la Copa
La Copa de los sue?os tiene tras s¨ª 146 a?os de utop¨ªas convertidas realidad y es la m¨¢s antigua del mundo. Es la F.A. Cup, competici¨®n abierta a equipos de diez categor¨ªas en la que todav¨ªa se puede percibir aroma a linimento, se juega en vetustos y c¨¢lidos grader¨ªos y se conocen haza?as que circulan hasta la memoria del aficionado. Lincoln City y Sutton United juegan cada fin de semana en el quinto escal¨®n del f¨²tbol ingl¨¦s, pero en este saldr¨¢n de su plomiza cotidianidad para acercarse al oropel. Los primeros visitan al Burnley el s¨¢bado (13,30 horas), los segundos reciben al Arsenal el lunes (20,55 horas). Si vencen habr¨¢n superado un list¨®n hasta ahora infranqueable, tienen la opci¨®n de convertirse en los primeros equipos de ligas no profesionales en acceder a los cuartos de final de la Copa inglesa. Est¨¢n a tres pasos de Wembley, donde solo antes siete equipos de su nivel hab¨ªan conseguido llegar. El que m¨¢s cerca estuvo de superar esa estaci¨®n fue el Blyth Spartans, un modesto ahora en s¨¦ptima categor¨ªa que logr¨® forzar un replay (la F.A. Cup se juega a partido ¨²nico, con desempate en campo contrario en caso de igualada) hace ahora cuarenta a?os.
Lincoln, unos diablillos frente al Burnley
Desde el feudo del Lincoln City se divisan las torres de la catedral de la ciudad, 200 kil¨®metros al norte de Londres, en plena campi?a. All¨ª se cimenta la leyenda indomable de sus habitantes, la de los imps (diablillos) que defienden la camiseta de su equipo. Los visitantes acuden al templo atra¨ªdos por la historia de un diablillo petrificado en uno de sus capiteles, all¨ª se qued¨®, reza la tradici¨®n, cuando Sat¨¢n les envi¨® hasta Lincoln para causar estragos. Pero en la catedral se toparon con un ¨¢ngel que emergi¨® desde las p¨¢ginas de una Biblia y les puso en huida. El m¨¢s rebelde le plant¨® cara y el angel, que deb¨ªa tener car¨¢cter, lo convirti¨® en piedra. Los modernos imps le est¨¢n dando la vuelta a la leyenda para ser ellos quienes dejen absortos a seguidores propios y ajenos. Han derrotado a tres clubs de superior categor¨ªa, Oldham (de League One, el tercer escal¨®n en Inglaterra), Ipswich (de Championship, el segundo) y Brighton, uno de los favoritos para estar en Premier la pr¨®xima temporada. Ahora deben rendir visita a un rival de la m¨¢xima categor¨ªa que adem¨¢s es especialmente fuerte cuando juega como local, el Burnley.
Apenas ocho equipos de la Premier entre los 16 supervivientes
Entre los 16 ¨²ltimos supervivientes en la actual edici¨®n de la Copa inglesa tan s¨®lo siguen ocho equipos de la Premier League. En el sorteo todos resultaron emparejados contra rivales de inferior categor¨ªa. De las 30 ¨²ltimas ediciones de la competici¨®n los denominados cuatro grandes (Chelsea, Arsenal, Manchester United Y Liverpool) ganaron 25.
S¨¢bado, 18
13,30 h. Burnley (1?) ¨C Lincoln City (5?)
16,00 h. Middlesbrough (1?) ¨C Oxford Utd. (3?)
16,00 h. Millwall (3?) ¨C Leicester (1?)
16,00 h. Huddersfield (2?) ¨C Manchester City (1?)
18,30 h. Wolwerhampton (2?) ¨C Chelsea (1?)
Domingo, 19
15,00 h. Fulham (2?) ¨C Tottenham (1?)
17,15 h. Blackburn (2?) ¨C Manchester Utd (1?)
Lunes, 20
20,55 h. Sutton Utd (5?) ¨C Arsenal (1?)
Una pareja de hermanos, los Cowley, dirigen al equipo y lo tienen en puesto de ascenso a la League Two, estatus que perdieron hace seis a?os, una tragedia para un club acostumbrado a focos m¨¢s luminosos, pero con un historial de desastres detr¨¢s: es el ¨²nico de Inglaterra que qued¨® eliminado en cinco play-off de ascenso consecutivos. Ocurri¨® cuando mediada la pasada d¨¦cada oposit¨® a acceder a la League One. Tanto fracaso acab¨® pasando una factura moral, econ¨®mica y deportiva, as¨ª que el Lincoln cay¨® en lugar de subir y trata ahora de recomponerse. La Copa es un magn¨ªfico jarabe y Danny Cowley ya no encuentra s¨ªmiles para expresar sus sentimientos: ¡°Cuando jugamos contra el Ipswich dije que iba a ser como escalar una monta?a, cuando nos enfrentamos al Brigthon que era como ir a la luna¡¡±. Al entonces l¨ªder de la Championship le remontaron un gol con tres logrados en la segunda parte. Al Ipswich lo obligaron a jugar un replay tras empatar en su casa, a la que se desplazaron m¨¢s de 5.000 seguidores. En el desempate le vencieron con un gol en el tiempo a?adido. ¡°No fue solo un trabajo de once hombres¡±, refiere Cowley. ¡°Fue un club y una ciudad quienes ganaron esos partidos de f¨²tbol¡±, completa.
Algo de eso hay. El Lincoln entr¨® en bancarrota hace quince a?os y el 30% de su propiedad se reparti¨® entre sus seguidores, que tienen derecho a pedir audiencia al manager del equipo al menos tres veces al a?o y controlan dos de los ocho asientos en el consejo que administra el club. Hay un sentimiento de pertenencia que aviva la relaci¨®n de los hinchas con este tipo de equipos, en los que las distancias no existen respecto a los jugadores que defienden su escudo. En el Lincoln todo ello se multiplica. ¡°No tenemos mucha calidad futbol¨ªstica, pero nos sobra la humana¡±, concluye Cowley.
Ba?o de realidad para el Arsenal en Sutton
Sutton es un buen sitio para vivir. O al menos as¨ª lo indican las clasificaciones que se publican sobre ¨ªndices de calidad de vida en el Reino Unido. A menos de media hora en tren del centro de Londres, las casas de estilo victoriano y fachadas de ladrillo rojo se suceden junto al modesto campo de Garden Green Lane. Tampoco es una barriada exclusiva: proliferan los residentes de clase media y escasa implicaci¨®n con el equipo del lugar. Pero detr¨¢s de ese anonimato se escribe una orgullosa historia con hitos que siempre tienen que ver con la Copa, una victoria en una eliminatoria contra el Coventry en 1989, apenas un a?o y medio despu¨¦s de que estos alzasen el trofeo, un memorable duelo contra el Leeds United de Jackie Charlton, Billy Bremner o Peter Lorimer, aquel ind¨®mito equipo dirigido por Don Revie, que gan¨® 0-6 en su visita al sur de Londres. Ese hito se super¨® precisamente con una victoria el pasado mes de enero ante el mismo rival y en id¨¦ntico escenario, pero 47 a?os despu¨¦s. ¡°Pasamos de recibir seis goles a ganar por uno a cero. Hemos hecho alg¨²n progreso¡±, brome¨® al final del partido el t¨¦cnico Paul Doswell. Su equipo s¨®lo perdi¨® cuatro de los ¨²ltimos 45 partidos que jug¨® como local.
La peripecia del Sutton United no se entiende sin la figura de Doswell, un empresario del sector de la construcci¨®n, forofo del Southampton, que ama la esencia del f¨²tbol sin emplearlo como cauce para promoverse. No solo no cobra por entrenar al equipo sino que hace a?o y medio prest¨® al club 600.000 euros a devolver en diez anualidades sin intereses para cambiar el maltrecho c¨¦sped de su campo y sustituirlo por uno sint¨¦tico. Esa decisi¨®n imposibilita que el equipo, en mitad de la tabla de la quinta categor¨ªa, la Conferencia Nacional, pueda optar al ascenso. En el f¨²tbol profesional ingl¨¦s debe jugarse sobre hierba natural. ¡°Si se diera la opci¨®n valorar¨ªamos volver atr¨¢s y levantar el terreno, pero ahora podemos darle m¨¢s uso al campo para que jueguen todos nuestros equipos de base y no sufrimos costes por aplazamientos¡±, explica Doswell, que se ha hecho popular en los ¨²ltimos meses por sus agrias cr¨ªticas a la BBC, reacia hasta ahora a retransmitir para todo el pa¨ªs las haza?as del Sutton. ¡°Es un organismo p¨²blico y prefieren televisar un irrelevante partido del Manchester United que mantener vivo el romanticismo de la Copa¡±, lamenta. El equipo de Old Trafford juega este domingo en Blackburn y all¨ª estar¨¢ la televisi¨®n p¨²blica, que ha retransmitido sus ¨²ltimos 56 partidos en la competici¨®n. Al d¨ªa siguiente estar¨¢ tambi¨¦n en Sutton.
El dinero de la televisi¨®n es oro para clubs como el Sutton, que manejan un presupuesto anual de 350.000 euros. Este a?o ya han ingresado gracias a la Copa el doble de esa cantidad. Pero la Copa empieza a ser un engorro para los grandes si se considera que levantar el trofeo en Wembley supone un premio de poco m¨¢s de dos millones de euros y mantener la categor¨ªa en la Premier, o llegar a ella, implica ingresar, como poco, m¨¢s de cien. El Leeds, enfrascado en esa batalla de regresar a la m¨¢xima categor¨ªa acudi¨® hace tres semanas a Sutton con un equipo alternativo en el que debutaban incluso dos futbolistas. Se aguarda que Ars¨¦ne Wenger guarde a sus mejores piezas en su duelo contra Doswell. No hace mucho que alinear reservas en la Copa inglesa era impensable, casi una ofensa. ¡°Salimos beneficiados, pero a veces da la impresi¨®n de que se le falta el respeto a la competici¨®n¡±, estima Jamie Collins, el autor del gol que derrot¨® al Leeds e hizo historia para el Sutton. Centrocampista rollizo que no pudo cumplir su anhelo de vivir del f¨²tbol, Collins se ejecita como el resto de sus compa?eros dos d¨ªas por semana y se gana la vida como pe¨®n en la construcci¨®n. Estuvo en el partido de segunda ronda contra el Cheltenham, un rival de League Two. 734 personas lo vieron desde el grader¨ªo. Ante el Leeds entraron m¨¢s de 5.000 y las tres abuelas que preparan t¨¦, caf¨¦ y bocadillos para los aficionados se vieron desbordadas. Al finalizar el partido una multitud invadi¨® la moqueta donde se hab¨ªa jugado y a voz en grito advirtieron: ¡°We¡¯re on our way to Wembley¡± (¡°Vamos de camino hacia Wembley¡±).
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