Messi: inteligencia en el movimiento

La convenci¨®n cient¨ªfica se?ala que los esfuerzos de alta intensidad en el f¨²tbol son aquellos realizados a m¨¢s de 21 kil¨®metros por hora. Un examen detallado del ¨²ltimo cl¨¢sico a trav¨¦s de las c¨¢maras cenitales y los medidores de velocidad colocados en el techo del Bernab¨¦u nos permite concluir que el partido m¨¢s importante no lo decidi¨® la intervenci¨®n m¨¢s intensa sino la mejor seleccionada. Messi no fue ni el m¨¢s r¨¢pido, ni el que m¨¢s kil¨®metros recorri¨®, ni el que m¨¢s esfuerzos m¨¢ximos hizo. Fue, sencillamente, el que se movi¨® con m¨¢s inteligencia.

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En el estudio realizado por la Universidad Camilo Jos¨¦ Cela en el ¨²ltimo cl¨¢sico se determina que Messi fue el jugador de campo que menos distancia recorri¨®. Ni siquiera alcanz¨® los ocho kil¨®metros (83,94 metros por minuto). Messi, eso s¨ª, fue veloz. Pero no fue el m¨¢s r¨¢pido. Ni siquiera el m¨¢s r¨¢pido de su propio equipo. Piqu¨¦ lo super¨® cuando registr¨® el pico de velocidad m¨¢xima m¨¢s alto del Bar?a (32,59 km/h). Fue en el minuto cinco de partido y el central hizo su carrera m¨¢s r¨¢pida en un mano a mano con Cristiano: ambos superaron los 32 km/h en dicha acci¨®n. Cristiano y Asensio fueron los ¨²nicos jugadores del cl¨¢sico que corrieron a m¨¢s de 33 km/h.

Lo m¨¢s relevante del estudio surge de analizar y contextualizar las acciones que realiza Messi a m¨¢s de 24 Km/h. Hizo m¨¢s de 300 metros a esta velocidad. Comparativamente, sus esfuerzos de alta intensidad no fueron muchos. Cristiano hizo cerca de 20 esfuerzos de este nivel. Messi no pas¨® de seis intervenciones m¨¢ximas pero las realiz¨® en momentos siempre decisivos en el juego: el gol del 1-1 en el primer tiempo es significativo de su sentido de la oportunidad. Fueron apenas diez metros a m¨¢s de 20 km/h. Suficiente. Imparable.

Los datos de velocidad que se registran en la ¨²ltima y decisiva acci¨®n del partido, la que conduce al 2-3, muestran que durante el ataque veloz del Bar?a, Sergi Roberto, Andr¨¦ Gomes, Jordi Alba y Luis Su¨¢rez se acercaron a los 30 km/h. Messi no lleg¨® a los 24 km/h. Sin embargo, aparece en el punto exacto para meter el gol del triunfo. Cuantitativamente, Messi no es el m¨¢s intenso ni el m¨¢s veloz. Pero la calidad de sus apariciones permite afirmar que es el jugador m¨¢s eficaz cuando se trata de resolver situaciones de alta velocidad con componentes complejos (bal¨®n, compa?eros y rivales). Nadie domina mejor el espacio y el tiempo.

La idea de juego parte de la individualidad del jugador y los roles que puede desempe?ar dentro del equipo. En un contexto tan complejo como el f¨²tbol no podemos simplemente describir indicadores f¨ªsicos de rendimiento, si obviamos dicha complejidad. Messi nos ense?a c¨®mo gestionar los esfuerzos de alta intensidad durante las acciones de juego, y c¨®mo obtener la mayor rentabilidad en los momentos del partido que deciden y condicionan el resultado. M¨¢s que en ning¨²n deporte, en el f¨²tbol no gana el m¨¢s intenso sino el que juega mejor.

V¨ªctor Paredes es doctor en Ciencias del Deporte, profesor de la Universidad Camilo Jos¨¦ Cela y preparador f¨ªsico del Rayo Vallecano.