El Camp Nou no tiene miedo
La hinchada y los jugadores recuerdan a las v¨ªctimas de los atentados al tiempo que el club extrema la seguridad en el estadio
![Jordi Quixano](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F15947109-0adc-4953-b242-58c820cdd3e6.png?auth=46faa5da37d765018853ea3bacc01b9da4cf07983b79d689fdda160adfdb5e2e&width=100&height=100&smart=true)
![Los jugadores del Barcelona guardan un minuto de silencio.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/TM34VGXBRI6C7WYKC7FDNCGZKU.jpg?auth=5e7f641994f0d283f08589bc7d2ec254eee530dda46656d8cab57f7e3bbe1112&width=414)
Las afligidas notas de El cant dels ocells acompa?aron al sentido minuto de silencio que se guard¨® en el Camp Nou. Tras el mutismo, sin embargo, lleg¨® el estruendo; un prolongado aplauso que fue un grito con las palmas de las manos en homenaje a las v¨ªctimas de los atentados en Las Ramblas y Cambrils. ¡°?No tinc por! ?No tinc por!¡±, vocifer¨® entonces el estadio durante unos segundos, justo antes de que comenzara el partido y apenas instantes despu¨¦s de que los dos equipos posaran para la foto sobre un r¨®tulo que dec¨ªa #TotssomBarcelona, donde tambi¨¦n se ve¨ªa el escudo del Bar?a adornado con un lazo negro. Pero anoche no estaban todos en el campo.
Faltaba, por ejemplo, Elke Vanbockrijc, funcionaria del servicio postal en Tongeren (B¨¦lgica), que decidi¨® pasar una semana junto a su marido y sus dos hijos en Barcelona para visitar la ciudad y tambi¨¦n la localidad de Vic, porque as¨ª se llamaba uno de sus ni?os, el mismo que no pod¨ªa contener la emoci¨®n al saber que ver¨ªa el estadio donde juega su idolatrado Messi. No pudo ser; a Elke se la llev¨® la maldita furgoneta que atent¨® en Las Ramblas. Decidi¨® el Bar?a, como respuesta, que sus jugadores saltaran al campo con el nombre de Barcelona en la espalda y con el lema #TotsSomBarcelona en el pecho. Iniciativa que convenci¨® al aficionado, porque no fueron pocos los que de buena ma?ana se acercaron a la tienda oficial del estadio para estamparse as¨ª la camiseta. ¡°Ha venido bastante gente, s¨ª¡±, explicaba Romina, encargada de la tienda. ¡°Es un d¨ªa especial y nos alegramos de estar aqu¨ª¡±, contaban Peter y Maya, una pareja de daneses que apuraban sus ¨²ltimos d¨ªas de vacaciones; ¡°esta camiseta no tiene el nombre de un jugador sino de la ciudad y por lo tanto siempre ser¨¢ actual¡±. Se uni¨® Laura, que se hab¨ªa hecho con tres zamarras: ¡°Es lo menos que podemos hacer. Adem¨¢s, es muy bonito poder juntar en una camiseta nuestras pasiones, Barcelona y el Bar?a¡±.
A escasos metros de la tienda, un centenar de efectivos de seguridad de Sabico ¨Cagencia externalizada que ayuda en los d¨ªas de partido¨C se reun¨ªa para recibir las ¨²ltimas consignas. ¡°Hacemos lo de siempre porque desde hace un a?o, tras el atentado en Francia, estamos en nivel cuatro de alerta. Pero s¨ª que les hemos hecho hincapi¨¦ en que miren dos veces las bolsas y hagan bien los cacheos¡±, se?alaba Ra¨²l, coordinador de Sabico. Tras ellos, tres perros de la empresa Barna Partner empezaban a olisquear por los alrededores del campo. ¡°Hay dos perros de intervenci¨®n y uno m¨¢s de explosivos¡±, indicaba Robert, encargado de la unidad canina. La seguridad era primordial y por eso tambi¨¦n trabajaron a destajo los de Prosegur en las puertas del estadio y se colocaron New Jerseys ¨Cas¨ª se llama coloquialmente a este tipo de balizas de cemento¨C en la entrada del bulevar del estadio. ¡°As¨ª no pueden pasar los coches¡±, argumentaba Rafa Soldado, jefe de seguridad del Bar?a. Los Mossos, que coordinaban el operativo, tambi¨¦n inundaron una hora y media antes del encuentro los aleda?os con furgonetas y efectivos para realizar controles.
No fueron las ¨²nicas medidas. Resulta que el Bar?a estren¨® ayer un inhibidor de drones, aparato que cortaba la frecuencia a siete kil¨®metros a la redonda para evitar posibles atentados a¨¦reos. Por lo que pareci¨® buena la frase del himno que utiliz¨® la Grada de Animaci¨®n en una pancarta: ¡°Mai ning¨² no ens podr¨¤ torcer [nadie nos podr¨¢ vencer nunca]¡±. ¡°Estamos impresionados por la respuesta del Bar?a y tambi¨¦n de Barcelona, es una ciudad con alma¡±, dec¨ªa Mustaf¨¢, un se?or de T¨¢nger. Carlos, hincha que raramente se pierde un desplazamiento, agreg¨®: ¡°Por eso somos m¨¢s que un club, porque el Bar?a piensa m¨¢s all¨¢ del f¨²tbol¡±. Y Joan, que iba de la mano de su nieto, ahond¨®: ¡°Queremos cantar que no tenemos miedo. Y sabemos que el Camp Nou es un lugar donde nos escuchar¨¢n¡±. Mientras, el ni?o, susurraba sin parar: ¡°No tinc por, no tinc por¡±. Un canto que el Camp Nou tambi¨¦n hizo suyo.
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