Talento y gen ganador
Si algo estaba claro es que el partido ante los turcos no iba de una belleza extrema
Llegaron los octavos de final y con ellos se abre la puerta del todo o nada as¨ª que tanto para Turqu¨ªa como para Espa?a se planteaba un partido con muchos condicionantes. Era un cruce de esos que la organizaci¨®n marca en rojo porque para el anfitri¨®n perder y decir adi¨®s delante de su afici¨®n multiplica la decepci¨®n mientras que una victoria se habr¨ªa considerado una gesta y casi un empuj¨®n hacia las medallas. En el otro lado una derrota de Espa?a habr¨ªa dejado al Europeo sin la mejor plantilla y el equipo que muchos ven con el oro al cuello o al menos con un puesto en la final.
Si algo estaba claro es que el partido ante los turcos no iba de una belleza extrema. Eso es imposible ante un equipo guerrero que sabe qu¨¦ armas tienes que utilizar contra cada rival. Frente a Espa?a apostar por el pincel frente a la brocha gorda es un error porque no hay mayores artistas que los de la Roja. Por eso Turqu¨ªa plante¨® un partido de esos llamados feos, contando adem¨¢s que eran seis jugando porque su afici¨®n empuja como si fueran uno m¨¢s en la pista. Una de las virtudes de Espa?a es que se conoce tanto a s¨ª misma que puede utilizar tiempo pensando en c¨®mo va a jugar el rival y de sobra sab¨ªa por d¨®nde iba a ir el planteamiento de Turqu¨ªa, as¨ª que la selecci¨®n empez¨® el primer cuarto jugando muy bien, con mucha autoridad y marcando las primeras diferencias, 19-10, gracias a una defensa s¨®lida. Ellos, y todos, sab¨ªamos que los turcos no se iban a rendir y de manos de un grand¨ªsimo Kormaz volvieron a meterse en el partido aunque Espa?a supo manejarse para marcharse al descanso con una ventaja suficiente sobre la que seguir construyendo si se mejoraba algo en defensa y en el porcentaje en el triple.
El juego del tercer cuarto fue incluso m¨¢s embarullado con los turcos intentando romper el ritmo para llevar el tempo a su terreno, pero observando este campeonato tengo una sensaci¨®n que se repite y es que siempre llega un momento en los partidos en el que los rivales se dan cuenta de que lo que tienen enfrente es a Espa?a y se atolondran en la pista. Se precipitan en el juego de ataque, juegan malas posesiones y si hab¨ªa alguna posibilidad de hincarnos el diente la pierden. Seguramente tambi¨¦n tiene que ver eso con la propia selecci¨®n y con c¨®mo van manejando cada instante de los partidos. Como un gato que juega con una bola de lana a su capricho.
Ante Turqu¨ªa ese momento bisagra que hay en todos los encuentros ha llegado en el ¨²ltimo cuarto y ah¨ª ha sido cuando ha vuelto a aparecer un hombre que est¨¢ haciendo magia en este Europeo. Espa?a tres arriba y aparece Chacho para enmudecer con un triple a un pabell¨®n que se quer¨ªa venir arriba. Un manejo perfecto de la situaci¨®n y la tensi¨®n y tres puntos para situar a Espa?a seis arriba y disparar la adrenalina en un ¨²ltimo cuarto inmaculado en el tiro triple con 4 de 4. As¨ª en un visto y no visto y con un parcial de 24-13 se acab¨® con la resistencia del joven y guerrero equipo turco y es que esos momentos definitivos es d¨®nde veo que ahora mismo ninguna selecci¨®n puede hacer sombra a Espa?a si los internacionales est¨¢n concentrados y juegan a lo que saben. Otro detalle de ese final ha sido ver a Chacho y Ricky juntos en la pista tal y como sucedi¨® en el momento clave del choque ante Croacia, con Juancho de tres. Los tres resolviendo en el tiro cuando las defensas se obsesionan con los Gasol y, por cierto, m¨¢s le vale a los rivales tomarse de una vez en serio a Ricky y su lanzamiento. A sus n¨²meros me remito.
En definitiva, un primer cruce superado para Espa?a que ahora tendr¨¢ que lidiar con el talento y el orden alem¨¢n. Turqu¨ªa, el anfitri¨®n, se despide. Mala suerte para ellos, guerreros natos, tener que medirse al peor de los rivales porque creo que podr¨ªan con cualquier otra selecci¨®n, pero no ha podido ser contra una Espa?a en la que no muere nunca el gen ganador.
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