¡°Se?ores, vamos a fichar a Maradona¡±
Se cumplen 25 a?os de la llegada del astro argentino al Sevilla. Fue una petici¨®n de Bilardo, le nombraron capit¨¢n y dej¨® numerosos episodios para el recuerdo
El s¨¢bado 11 de julio de 1992 Carlos Salvador Bilardo dirig¨ªa su primer entrenamiento con el Sevilla. Campe¨®n del mundo con Argentina en 1986 y subcampe¨®n en Italia 90, la llegada del t¨¦cnico vino acompa?ada de una petici¨®n que el propio Bilardo expres¨® a Luis Cuervas, entonces presidente del Sevilla, en una reuni¨®n el mi¨¦rcoles siguiente a su llegada. ¡°Presi, fichar a Maradona ahora es un regalo¡±. Bilardo ya conoc¨ªa el inter¨¦s de Diego por volver a jugar al f¨²tbol lejos de N¨¢poles. Cuervas se qued¨® at¨®nito. Pero era un hombre ambicioso y ten¨ªa la intenci¨®n de construir un Sevilla grande. A partir de ese d¨ªa, el conjunto andaluz emprendi¨® la ardua tarea de fichar al que fue considerado durante muchos a?os el mejor jugador del mundo. El fichaje de Maradona por el Sevilla se concret¨® de manera definitiva el 22 de septiembre de 1992, este viernes hace 25 a?os, despu¨¦s de una reuni¨®n en la sede de la FIFA en Z¨²rich. Atr¨¢s hab¨ªan quedado multitud de contactos entre el Sevilla y las numerosas partes que actuaban en el fichaje de una estrella como Maradona. Caso de Julio Grondona, presidente de la Asociaci¨®n de F¨²tbol de Argentina, que pele¨® tambi¨¦n para desbloquear una situaci¨®n que se hizo eterna durante el verano de 1992.
Bajo el arbitraje del entonces secretario general Joseph Blatter, los presidentes del Sevilla, el citado Luis Cuervas, y del N¨¢poles, Corrado Ferlaino, acordaron el traspaso del futbolista. A la cita tambi¨¦n acudieron el presidente de la Federaci¨®n Espa?ola, ?ngel Mar¨ªa Villar, y el de la Federaci¨®n Italiana, Antonio Matarrese. Del mismo modo, Jos¨¦ Mar¨ªa del Nido, entonces vicepresidente del Sevilla, asesor¨® al presidente Cuervas. El desembarco de Maradona en Sevilla fue gestado por personajes del f¨²tbol cuyas carreras han estado salpicadas por la corrupci¨®n.
Maradona hab¨ªa aterrizado en Sevilla el 10 de septiembre con su mujer Claudia y sus hijas. Fue recibido en el aeropuerto sevillano por cientos de hinchas andaluces. Amenaz¨® con marcharse ante la tardanza en concretar su fichaje por el Sevilla. ¡°Ya est¨¢ hecho¡±, le dijo aquel 22 de septiembre Marcos Franchi, su agente. No hab¨ªa sido nada f¨¢cil fichar a Maradona, a punto de cumplir 32 a?os. "Si no viene Diego, agarro mi valija y me vuelvo", lleg¨® tambi¨¦n a amenazar Bilardo.
Sobre el campe¨®n del mundo hab¨ªa pesado una sanci¨®n por dopaje de 15 meses que le fue impuesta por la Federaci¨®n Italiana despu¨¦s de dar positivo por coca¨ªna a la conclusi¨®n de un N¨¢poles-Bari el 17 de marzo de 1991. Maradona ten¨ªa contrato con el club italiano hasta junio de 1993 y Ferlaino se negaba a traspasar al que era considerado un dios por su afici¨®n, idolatrado por los napolitanos a pesar de su sanci¨®n por dopaje y los problemas que hab¨ªa tenido con el fisco italiano. Hubo factores que influyeron en el regreso de Maradona al f¨²tbol espa?ol. Primero, l¨®gicamente, los 7,5 millones de d¨®lares que el Sevilla pag¨® al N¨¢poles, de los que el propio Diego adelant¨® tres que luego cobr¨® con una serie de partidos amistosos. Luego, el deseo de la FIFA de que Maradona volviera a disputar el Mundial de Estados Unidos de 1994.
Maradona se encontr¨® en Sevilla con Bilardo, un joven Simeone y un cuerpo t¨¦cnico argentino a su servicio. Junto a ellos, una plantilla donde veteranos como Diego o Martag¨®n marcaban la pauta. Unas semanas antes de la culminaci¨®n del fichaje de Maradona, Bilardo se encerr¨® con sus jugadores en el vestuario. ¡°Se?ores, vamos a fichar a Maradona. Quiero que entiendan que Diego tendr¨¢ su sitio principal y nosotros, yo incluido, otro. ?l ser¨¢ la figura. Necesito que entiendan esto porque ser Maradona es algo muy complicado¡±, dijo Bilardo a los jugadores del Sevilla. Y lo entendieron. ¡°Lo primero que hicimos fue nombrarle capit¨¢n porque nadie pod¨ªa imaginarse a Maradona sin el brazalete¡±, recuerda Juan Martag¨®n, actual delegado del primer equipo y compa?ero de Maradona junto a otros como Monchi, Suker, Conte, Rafa Paz, Prieto, Unzu¨¦ o Diego Rodr¨ªguez. ¡°Me quedo con que era una persona extraordinaria, muy afable y cercano¡±, a?ade Martag¨®n.
Maradona debut¨® en un amistoso contra el Bayern y disput¨® su primer encuentro oficial con el Sevilla en San Mam¨¦s el 4 de octubre de 1992. El club andaluz dispar¨® su cuota de socios hasta pasar de 26.000 a casi 40.000 abonados en solo tres d¨ªas, y el nombre del Sevilla fue reconocido internacionalmente. ¡°Cuando llegamos a Buenos Aires a jugar contra Boca hab¨ªa gente colgada en las farolas y en Turqu¨ªa no pod¨ªamos salir del aeropuerto¡±, recuerda el defensa Prieto, por entonces un joven defensa del Sevilla de 21 a?os, de las dos giras internacionales que el equipo andaluz emprendi¨® para amortizar el fichaje de Maradona. En su primer encuentro oficial en casa, ante el Zaragoza, marca un gol de penalti. En el camino a sacar un saque de esquina, Maradona da varias pataditas a una pelota de papel de plata lanzada desde la grada. La afici¨®n del Sevilla mantendr¨¢ esa imagen en su retina.
¡°F¨ªjate, yo me hab¨ªa criado viendo a Maradona ganar la Copa del Mundo y lo ten¨ªa ah¨ª, de compa?ero¡±, recuerda Prieto. Maradona juega 26 partidos de Liga con el Sevilla, y marca cinco goles. A pesar de haber llegado fuera de forma, Maradona hace un esfuerzo y se activa hasta el punto de perder peso y ofrecer alguna actuaci¨®n sublime con el Sevilla, caso del choque ante el Madrid (2-0). ¡°Diego lo dio todo con nosotros. Fue un a?o precioso. Se entren¨® para perder peso, pero recuerdo c¨®mo sufr¨ªa por sus tobillos, las entradas que le hac¨ªan. Quedamos s¨¦ptimos, pero nos relanzamos internacionalmente¡±, recuerda Diego Rodr¨ªguez, el hombre que hizo de anfitri¨®n de Maradona en Sevilla.
Compa?ero de habitaci¨®n de Monchu, Maradona vivi¨® en Sevilla en la casa del torero Espartaco, se mov¨ªa por la ciudad con su coche deportivo y llegaba muy justo a los entrenamientos.De hecho, oblig¨® a Bilardo a retrasar las pr¨¢cticas a la sesi¨®n de la tarde. ¡°Nosotros escuch¨¢bamos en el terreno de juego el motor del coche de Diego. 'Ah¨ª est¨¢', dec¨ªamos¡±, aclara Martag¨®n. Maradona entrenaba sin atarse los cordones por sus problemas de tobillo, fue detenido por la polic¨ªa por exceso de velocidad, tra¨ªa hasta Sevilla a cantantes de Argentina que actuaban en su casa, se pele¨® en su ¨²ltimo partido con su benefactor Bilardo y, de remate, el Sevilla le puso un detective para seguir sus andanzas en la noche andaluza. Inolvidable.
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