El Madrid busca cambiar el rumbo en un estadio imposible

¡°Aqu¨ª se respira f¨²tbol y Champions¡±, suspir¨® Zidane. Ol¨ªa a humedad en el c¨¦sped del Signal Iduna Park donde se ve¨ªa a Modric bromear con Bale mientras esperaban que el t¨¦cnico bajara a la sala de prensa. La luz de la tarde alemana iluminaba todav¨ªa el terreno de juego. S¨®lo hab¨ªa un par de focos encendidos. Ra¨²l a pie de campo hablaba con Chendo.

Las risas se interrumpieron solo cuando Zizou llam¨® a los suyos al c¨ªrculo central. Vuelve el Madrid por s¨¦ptima vez a Dortmund, donde nunca ha ganado, en la segunda jornada de la liguilla de Champions (20.45, Antena 3). Como el a?o pasado. En septiembre de 2016 aterriz¨® en Alemania despu¨¦s de dos empates seguidos en Liga. Y cosech¨® el tercero. Este a?o aterrizan los blancos en Dortmund sin haber ganado todav¨ªa en casa en el campeonato, en un momento poco brillante seg¨²n dijo Zidane.

El equipo, a siete puntos del Bar?a, ha encajado menos goles que el a?o pasado a estas alturas de curso (8 en 10 partidos por 9 en 8 y recibe s¨®lo un disparo m¨¢s por encuentro), pero ha sufrido problemas de punter¨ªa (16 tantos en diez partidos) y transmite una sensaci¨®n de vulnerabilidad. En el club est¨¢n tranquilos y achacan este extra?o arranque de temporada a una bajada de tensi¨®n despu¨¦s de dos compromisos tan exigentes como las Supercopas contra Manchester y Bar?a. Los primeros rivales en Liga invitaban, inconscientemente, a levantar el pie y el equipo pag¨® esa falta de tensi¨®n. En la cita de esta noche, en territorio Champions, el Madrid, que ha ganado tres de las ¨²ltimas cuatro ediciones, atisba una buena ocasi¨®n para cambiar el rumbo. Con Modric al tim¨®n, capit¨¢n sin brazalete.

Un faro en la medular

Contra el Levante, Zidane decidi¨® reservarle y el equipo se hizo m¨¢s espeso. Contra el Betis, en el l¨ªo de los cambios con 12 jugadores en el campo, termin¨® por marcharse el croata y el Madrid se desorganiz¨®. Hay capitanes de garra como Ramos que impiden que el Madrid se venga abajo, que mantienen unido al vestuario y que hacen o¨ªr su voz para tirar del grupo, y hay capitanes del bal¨®n como el peque?o croata de 32 a?os.

¡°Puede que algunos piensen que estoy un poco viejo pero estoy jugando mi mejor f¨²tbol con 31 a?os y espero que con m¨¢s edad juegue mejor o al menos en este nivel¡±, dec¨ªa el a?o pasado en la renovaci¨®n. Callado en el vestuario, dicen que es un b¨²ho que lo observa todo en silencio. Cada vez m¨¢s presente en el grupo de los espa?oles, conoce a la perfecci¨®n a sus compa?eros. Los ordena en el campo con y sin pelota. Tiene una visi¨®n de juego privilegiada que se lo facilita. Y echa broncas cuando alguno no repliega: se llame Bale o CR. Peque?o (1,74) se hace fuerte metiendo el cuerpo. Es un faro en la medular. No tiene el porcentaje de acierto de Kroos, pero cuando sus compa?eros no encuentran huecos y no saben qu¨¦ hacer con la pelota, levantan la mirada para buscarle. Es dif¨ªcil que Modric no encuentre una soluci¨®n.

Cuando no est¨¢ en el campo, como el d¨ªa del Levante, da instrucciones desde fuera. Ese d¨ªa no quiso sentarse en el palco sino seguir el encuentro desde abajo, al lado del banquillo. Hasta que lo descubri¨® el cuarto ¨¢rbitro y tuvo que esconderse en la bocana de los vestuarios. Discreto y observador, no se calla cuando algo no le gusta. Como en Yokohama cuando dijo que el VAR, que se estrenaba en el Mundialito, no le gustaba nada.

Cuando quiere que se escuche su opini¨®n, se hace o¨ªr. Y en el club le tienen en cuenta. ?l fue, por ejemplo, quien recomend¨® a Florentino P¨¦rez que fichase a Kovacic. Le ve¨ªa como su relevo natural. Decisivo en la final de Lisboa, de sus botas sali¨® el c¨®rner que cabece¨® Ramos camino de la D¨¦cima, y dio tambi¨¦n la asistencia del 3-1 en Cardiff. Se empe?¨® en rescatar un bal¨®n en la l¨ªnea de cal que iba a salir para darle un pase a CR. El Madrid se encomienda ahora a su f¨²tbol, orden y jerarqu¨ªa.