Esperando a Diego Costa
El Atl¨¦tico no logra poner en pr¨¢ctica su hist¨®rico recurso cuando defiende muy atr¨¢s
En fr¨ªo, y despu¨¦s de pasar por la ducha, el sentimiento de que el Atl¨¦tico ejecut¨® un buen partido ante el l¨ªder fue generalizado entre Diego Pablo Simeone y sus futbolistas. Las dos contras previas al gol de Sa¨²l que Ter Stegen le tap¨® a Griezmann, la perfecci¨®n que por muchos momentos alcanz¨® el sistema defensivo en el primer tiempo y haber resistido la defensa del 1-0 hasta el minuto 80 contribuyeron a construir ese an¨¢lisis positivo entre unos y otros. En esas reflexiones pes¨® m¨¢s el afilado primer tiempo que el agobiante segundo, la entidad del rival y la suma de un punto que no desinfla el ¨¢nimo de la tropa. Desapareci¨®, de momento, la losa que supondr¨ªan nueve puntos de distancia con la cabeza en el mes de octubre.
Por encima de no haber podido intimidar al Bar?a en el segundo tiempo con contragolpes bien llevados, el t¨¦cnico y el plantel se reconocieron como aquel bloque inc¨®modo e impenetrable, capaz de frustrar a cualquier rival con mejor manejo de bal¨®n. Y tambi¨¦n de ense?arle los dientes con contragolpes cuando robaba arriba. En esos pasajes es cuando el equipo logra hacer m¨¢s da?o. Transiciones cortas que explotan la chispa y la velocidad de sus atacantes. Cuando recuper¨® cerca de su ¨¢rea, no pudo salir y el campo se le hizo muy largo.
La segunda mitad evidenci¨® uno de los dos principales problemas ofensivos que Simeone debe resolver y que ata?en directamente a su identidad. Que el equipo sea capaz de armar contragolpes cuando se agazapa contra los grandes y estos le presionan arriba y no le dejan salir. La otra cuesti¨®n a resolver por el t¨¦cnico es una mayor fluidez de juego cuando los contrarios con menos potencial se le cierran atr¨¢s y le dan la pelota.
Sa¨²l, en caliente, ante los micr¨®fonos de Movistar hizo una lectura m¨¢s global y autocr¨ªtica de lo que fue el duelo con el Bar?a y apunt¨®: ¡°El plan era intentar aguantar y salir a la contra cuando dejaran espacios y, cuando jug¨¢semos en su campo, tener la pelota porque les cuesta bascular. En la primera parte se ha dado muy bien y en la segunda nos metimos un poquito m¨¢s atr¨¢s y creo que ese ha sido el problema¡±.
Paso atr¨¢s
?A ese paso atr¨¢s en el segundo tiempo contribuy¨® tanto el empuje del Bar?a com[/TEX]o la incapacidad del Atl¨¦tico para estirarse, tambi¨¦n admitida por Simeone. Cuando su equipo quiso salir jugando por abajo, se encontr¨® con una buena presi¨®n tras p¨¦rdida de los de Valverde. Ni individual ni colectivamente pudo salir de ese ahogo. Cuando quiso sortear ese hostigamiento con balones largos, se top¨® con los escasos cent¨ªmetros de Griezmann y Correa ante los de Piqu¨¦ y Umtiti. De la velocidad de Carrasco como punta, cuando Simeone dio entrada a Gait¨¢n por Correa, tampoco sac¨® provecho.
El recurso del bal¨®n largo al espacio y por arriba casar¨¢ m¨¢s con la presencia del esperado Diego Costa, con una buena versi¨®n de Fernando Torres e incluso de Gameiro. A veces, da la sensaci¨®n de que el Atl¨¦tico juega ya para Costa sin haber debutado a¨²n.
A diferencia del encuentro con el Chelsea, en el que todos admitieron haber sido pasados por encima desde el primer minuto, el grupo asegura salir fortalecido por haber haber superado al Bar?a durante 45 minutos en el juego y durante una hora en el marcador. El 1-0 dibuj¨® el partido perfecto para el Atl¨¦tico, seg¨²n el plan establecido. La pelota era del Bar?a, pero la ventaja en el marcador y la sensaci¨®n de peligro eran suyas. Que Simeone se?alara el partido de Griezmann como el m¨¢s completo fue revelador. En su an¨¢lisis, el t¨¦cnico no se ci?¨® a las dos buenas maniobras que desbarat¨® Ter Stegen. A?adi¨® el trabajo defensivo. Al franc¨¦s se le vio por primera vez en este curso correr hacia atr¨¢s con frecuencia para tapar el avance contrario o intentar recuperar la pelota. Pero al Atl¨¦tico m¨¢s genuino le falt¨® su arma m¨¢s identitaria: el contragolpe. Y Diego Costa.
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