La lucha contra los poderosos ultras argentinos, cuesti¨®n de Estado
Juan Manuel Lugones, titular de la agencia que combate la violencia en el deporte, explica las relaciones entre las barras bravas y la pol¨ªtica argentina
Un segundo despu¨¦s de estrechar fuertemente su mano, el porte?o Juan Manuel Lugones acepta con decisi¨®n: ¡°Hoy soy el antibarrabrava de Argentina¡±. Los hechos recientes le dan la raz¨®n. Este viernes fue detenido Cristian Bebote Alvarez, un peligroso ultra de Independiente que d¨ªas atr¨¢s intent¨® extorsionar al actual entrenador, Ariel Holan, para que ¨¦ste aporte 50.000 d¨®lares. Ni el club ni el t¨¦cnico hicieron la denuncia, entonces, fue el propio Lugones quien pas¨® por los Tribunales. ¡°Los protagonistas muchas veces no denuncian por temor¡±, se?ala el secretario ejecutivo de la Aprevide, la agencia que lucha contra la violencia en el deporte en Argentina, una lacra que se ha convertido en una cuesti¨®n de Estado en el pa¨ªs austral, presidido por un hombre como Mauricio Macri que viene del f¨²tbol -fue presidente de Boca Juniors- y conoce bien este mundo. Las complicidades de dirigentes, polic¨ªas, pol¨ªticos y hasta los propios futbolistas ha hecho de las barras bravas una bola de nieve que parece imposible de detener, aunque Lugones conf¨ªa: ¡°Lo vamos a lograr porque es ahora o nunca. Est¨¢n dadas las condiciones pol¨ªticas para que lo hagamos¡±.
Durante el gobierno kirchnerista, Lugones trabajaba en el ministerio del Interior, a las ¨®rdenes del que fuera mano derecha de N¨¦stor Kirchner An¨ªbal Fern¨¢ndez. Entre sus compa?eros hab¨ªa varios integrantes de Los Borrachos del Tabl¨®n, el sector radicalizado de la hinchada de River Plate que hoy est¨¢ tras las rejas. El trabajo de estos eran las extorsiones para impedir la libertad sindical. Una fuerza de choque de la pol¨ªtica. Lugones fue quien los denunci¨®. A las 24 horas le lleg¨® una intimaci¨®n a su casa y en poco tiempo m¨¢s qued¨® sin trabajo, procesado por el delito de calumnias e injurias y amenazado de muerte. Parte de esa historia est¨¢ en su libro ¡°Barrabravas para todos¡±.
El cambio de gobierno lo devolvi¨® a la funci¨®n p¨²blica. La gobernadora Mar¨ªa Eugenia Vidal y el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo (tambi¨¦n nacido en Mataderos como Lugones), le encargaron la dura tarea de trabajar para que las familias puedan volver a las canchas y pelear contra las mafias. ¡°La Aprevide era un organismo extorsivo y recaudador que no combat¨ªa a la barrabrava, conviv¨ªa con ellos. Yo soy un civil que maneja polic¨ªas y los polic¨ªas que estaban y ya hemos relevado eran funcionales a los barras¡±. ¡°Por ejemplo, si a un equipo le tocaba jugar el lunes y quer¨ªa pasar al s¨¢bado, la Aprevide le cobraba una coima. Lo mismo si un barra ten¨ªa impedido el ingreso a la cancha o si era necesario habilitar un estadio¡±, denuncia el abogado. Hasta el momento, cerca de 6.000 polic¨ªas ya fueron cesanteados por connivencias con los violentos.
Lugones viene de un choque muy fuerte con un personaje clave. Se trata de Cristian Bebote Alvarez, un ciudadano sin CUIT (NIF), pero al que le sobran propiedades. Alvarez amenaz¨® al t¨¦cnico Holan, pero antes de eso logr¨® la salida de otro entrenador, Antonio Mohamed, y hasta se carg¨® al expresidente Javier Cantero, otro de los que plant¨® pelea a los barras, sin ¨¦xito. Independiente no es un club com¨²n: su presidente es el poderoso sindicalista Hugo Moyano y uno de sus vocales, el propio ministro de Seguridad. ¡°¡®Si es barra, afuera¡¯, me dijo Ritondo¡±.
Pero Bebote no es el ¨²nico. En manos de Lugones ya cayeron otros villanos como el Volador Camilieri, de Gimnasia y Esgrima de La Plata y el Negro Fiorucci, de Tigre. Todos con padrinos en la pol¨ªtica nacional. ¡°Lo que antes de venir a la funci¨®n p¨²blica reclam¨¢bamos, en la provincia de Buenos Aires lo tenemos y es la voluntad pol¨ªtica. Hoy los barras no tienen posibilidad de que alguien los saque de una comisar¨ªa o de una lista de veto, ning¨²n diputado, ni senador, ni intendente¡±, afirma.
¡°No hay posibilidad de que los delitos que hacen los barras los hagan sin la complicidad de alguien, o la mala polic¨ªa o la mala pol¨ªtica. El otro d¨ªa la pol¨ªtica devolvi¨® a la barra de Racing en el acto de Cristina Kirchner, donde hicieron de seguridad. Se hace mucho esfuerzo por cortar las fuentes de financiaci¨®n de los barras¡±.
En el partido clave de Argentina y Per¨² en La Bombonera, tambi¨¦n se emple¨® a otros barras, los de Boca. El equipo del presidente Mauricio Macri. Tuvieron un enorme protagonismo en la hinchada de ese d¨ªa. Lugones niega que el capo de la barra, el peligroso Rafael Di Zeo, haya estado en la cancha ese d¨ªa a pesar de que muchas fotos lo demuestran, incluso selfies con fan¨¢ticos de las que diera cuenta EL PA?S. ¡°Tambi¨¦n dicen que hay una foto m¨ªa con Bebote y yo no lo conozco. Nadie hizo tanto en esta lucha como lo viene haciendo el gobierno del presidente Macri, que hizo m¨¢s de lo que esper¨¢bamos que haga¡±, defiende, aunque m¨¢s tarde admite: ¡°Lo de La 12 (la barra de Boca) no tuvo que ver con nosotros pero no le escondo a la responsabilidad. Para nosotros los barras no tienen que ir a ninguna cancha en Argentina¡±.
Rafa Di Zeo y Bebote Alvarez son algunos de los due?os de las tribunas desde hace a?os. El f¨²tbol y la cultura de la pasi¨®n los convirti¨® en celebridades. Esta semana cay¨® Alvarez pero, entre delitos y contravenciones, desde diciembre de 2015 se cuentan m¨¢s de 3.000 detenidos y 700 barras con prohibici¨®n de concurrencia. Sin distinci¨®n de colores. ¡°Sin embargo, tenemos muy pocos barras presos porque los liberan. Hay una puerta giratoria en la justicia con relaci¨®n a la lucha contra los barras. Los detenemos, pero antes de que lleguemos a casa ya est¨¢n liberados¡±, se queja el cargo.
¡°Desde el d¨ªa uno de la gesti¨®n hasta ahora recibimos amenazas e ir a la cancha es un problema. Nos han roto el auto, tirado tiros, y dem¨¢s cosas. El primer partido que fui a la cancha de Deportivo Mor¨®n vino una persona y me puso un arma en la panza. Yo no soy un super hombre, tengo miedo como tienen todas las personas, pero tengo que seguir adelante¡±, advierte Lugones, y, antes de perder la rudeza, se entusiasma: ¡°Cuando la barra est¨¢ perdiendo privilegios te amenaza. Y amenazas recibo cada fin de semana¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.