En Wembley no, en Maracan¨¢ s¨ª
El mi¨¦rcoles ser¨¢ la primera vez que el Madrid juegue en Wembley. Parece raro, pero no lo es tanto. Wembley fue edificado en 1923 como sede para los partidos de la selecci¨®n inglesa y de las finales de Copa. Ahora lo utiliza el Tottenham provisionalmente, por obras en White Hart Lane. Ya no es aquel de las dos imponentes torres, derribado en 2000. Este se estren¨® en 2003, sobre el mismo solar sagrado.
El viejo Empire Stadium de Wembley se estren¨® para la final de Copa de aquel 1923, con capacidad para 127.000 espectadores. Algo descomunal para la ¨¦poca. La avidez por acudir fue tal que, aunque el partido ten¨ªa que empezar a las 15:00, hubo que cerrar las puertas a las 13:45 y para entonces ya hab¨ªan entrado, con o sin billete, 250.000 personas. No s¨®lo estaban tupidas las gradas y escalinatas: el c¨¦sped qued¨® oculto bajo una marea de chaquetas y sombreros. Los organizadores se retorc¨ªan las manos, desesperados. Se esperaba al Rey para las 14:45 y nadie sab¨ªa qu¨¦ hacer.
Tras ganar la Intercontinental en 1960, al Madrid le empezaron a llegar desaf¨ªos de Brasil. El Vasco fue el rival
Entonces apareci¨® un h¨¦roe. Un bobby llamado George Scorey, montado sobre un caballo blanco, de nombre Billy. Pausada y educadamente, fue abri¨¦ndose paso entre la multitud hasta el centro del campo. Una vez all¨ª, pidi¨® a la gente que se fuera apartando poco a poco. ?l mov¨ªa el caballo en espiral, recomendando a los m¨¢s pr¨®ximos que abrieran los brazos y retrocedieran, empujado suavemente. Se empez¨® a ver algo de verde, luego el centro del campo, luego m¨¢s, y m¨¢s. Al fin pudo empezar el partido, ya a las 15:45, aunque con una masa compacta de gente entre la primera fila y las rayas de cal. Los jugadores pudieron pasar a duras penas, pero no regresaron al vestuario en el descanso, que pasaron en el campo.
Gan¨® el Bolton al West Ham. El capit¨¢n recibi¨® la Copa de manos de Jorge V, pero la foto del d¨ªa fue la del caballo blanco. Wembley tuvo un nacimiento m¨¢gico.
El Madrid ye-y¨¦ estuvo a punto de visitarlo en 1968, cuando alberg¨® la final de la Copa de Europa. Lleg¨® a las semifinales, ante el Manchester United de Law, Charlton y Best. Perdi¨® 1-0 en Manchester. En la vuelta, iba 3-1 al descanso, ya lo ve¨ªamos en Wembley. Pero acab¨® empatando a tres, por dos fatales errores defensivos.
S¨ª ha jugado el Madrid en los dem¨¢s grandes escenarios del mundo. En el Centenario de Montevideo se estren¨® en 1960, en la primera final Intercontinental. Empat¨® 0-0, y con el 5-1 del Bernab¨¦u se proclam¨® campe¨®n Intercontinental. Algo entonces oficiosamente, hoy oficialmente, reconocido como campe¨®n mundial de clubes.
Aquello le llev¨® a Maracan¨¢. Brasil era campeona del mundo vigente en selecciones, t¨ªtulo ganado en Suecia 58. En ¨¦poca de gran discusi¨®n sobre si se jugaba mejor en Am¨¦rica o en Europa, en Brasil se sinti¨® como un fracaso que el Pe?arol fuera batido por el campe¨®n europeo. Encima, el Real Madrid, que hab¨ªa echado meses antes deshonrosamente a Did¨ª.
As¨ª que empezaron a llover desaf¨ªos desde Brasil, agitados por declaraciones de Did¨ª y su esposa, Do?a Guiomar, periodista y bastante enredadora, seg¨²n los testimonios de la ¨¦poca. Sal¨ªa mucho a relucir el 6-1 de Brasil a Espa?a en 1950.
Bernab¨¦u acab¨® por aceptar, al precio de 40.000 d¨®lares. El desaf¨ªo se concert¨® en Maracan¨¢, el 8 de febrero de 1960. Se le escogi¨® como rival al Vasco de Gama.
Para el Madrid fue una paliza. Jug¨® el s¨¢bado 4 en el Bernab¨¦u (2-0 al Valencia) y el domingo 12 ten¨ªa que visitar al Sevilla. Y era saltar del invierno en Madrid al verano en R¨ªo. Treinta grados de diferencia. Eso s¨ª: llevaba gran ventaja en la tabla.
Sali¨® el domingo a las 23:00, en un Comet de Aerol¨ªneas Argentinas, con escalas en Dakar y Recife. Los asientos no eran como la primera de ahora, que se hacen camas. Algunos sorteaban: uno se quedaba con dos asientos contiguos para tumbarse y el otro dorm¨ªa en el pasillo. O se alternaban.
Llegaron a R¨ªo en la ma?ana del martes ante una expectaci¨®n formidable. All¨ª supieron que el Vasco se reforzaba con dos cesiones para su ala izquierda, Lorico y Da Silva, y que se hab¨ªa hecho cargo de la preparaci¨®n del encuentro Martim Francisco, que hab¨ªa entrenado al Athletic de Bilbao y aseguraba manejar una ¡°f¨®rmula secreta¡± para ganar al Madrid. El partido formaba parte de los fastos de la proclamaci¨®n del nuevo presidente, Janio Quadros, que acudi¨®. S¨®lo durar¨ªa hasta agosto. Entre sus primeras medidas estuvieron prohibir el bikini, las apuestas y las peleas de gallos.
Maracan¨¢ revent¨®. El partido dejar¨ªa una recaudaci¨®n r¨¦cord de 22 millones de cruzeiros, m¨¢s 5 por derechos de televisi¨®n. Viaj¨® Mat¨ªas Prats, no para radiarlo (se jugar¨ªa a las 21:30 de R¨ªo, la 1:30 del jueves en Espa?a), sino para locutarlo sobre su grabaci¨®n y luego traer la cinta a Madrid. No hab¨ªa a¨²n sat¨¦lite.
Los equipos saltaron al campo entre estruendo de cohetes Vicente, el meta titular, no pudo jugar por fiebre. Salieron: Dom¨ªnguez; Marquitos, Santamar¨ªa, Casado; Vidal, Pach¨ªn; Canario, Del Sol, Di St¨¦fano, Puskas y Gento.
En el minuto 16, el Madrid ganaba 0-2, goles de Del Sol y Canario, cada uno a pase del otro. Su juego fue primoroso, a pesar de la hierba alta y el calor, 38 grados y con humedad. Con el segundo gol, marcado por Canario, bastantes espectadores, los m¨¢s radicales, abandonaron el campo, temiendo una debacle.
Pero no hubo tal. En la segunda parte, el Madrid se resinti¨® de la fatiga. Casado se marc¨® un autogol, y luego Pach¨ªn hizo un penalti que transform¨® Pinga. Mu?oz hizo tres cambios, Miche por Marquitos, Z¨¢rraga por Santamar¨ªa y Pepillo por Di St¨¦fano. El partido acab¨® 2-2. La prensa brasile?a elogi¨® el primer tiempo del Madrid como algo nunca visto y valor¨® el empate del Vasco como un buen resultado. Todos contentos.
Mat¨ªas Prats sali¨® nada m¨¢s acabar el partido a lomos de una moto conducida por el campe¨®n de motociclismo brasile?o. Sorteando peatones y coches que abandonan el campo, hacen 28 kil¨®metros en 12 minutos y llegan por los pelos al reactor de Air France que estaba a punto de despegar. Mat¨ªas Prats llegar¨¢ a Madrid a las 16:30 del jueves. El partido se emitir¨¢ esa misma noche, a las 23:00.
El regreso del Madrid es peor. Su vuelo, parte la ma?ana del jueves y consume 16 horas en Recife, por aver¨ªa. La llegada a Madrid se retrasa de las 7:00 a las 23:00. Son recibidos como h¨¦roes. Bernab¨¦u saca pecho: ¡°Hemos vengado el 6-1 de 1950¡±.
El mismo grupo tiene que subirse de nuevo el s¨¢bado al avi¨®n para ir a Sevilla. El domingo gana su partido, 0-2.
El Madrid repetir¨ªa en Maracan¨¢ en el Mundialito de 2000. Fue por el tercer y cuarto puesto, con el Necaxa, y perdi¨®. Result¨® bastante menos enjundioso.
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