Osvaldo Ardiles: ¡°Pochettino convence a los suyos de ir juntos al infierno¡±

Corr¨ªa el verano de 1978 y Osvaldo Ardiles disputaba uno de sus primeros partidos en Inglaterra con el Tottenham visitando al Swansea. Tommy Smith, un intimidante central del cuadro gal¨¦s, de quien el m¨ªtico t¨¦cnico Bill Shankly hab¨ªa dicho que ¡°no hab¨ªa nacido, sino que lo hab¨ªan extra¨ªdo¡± del cuerpo materno como un pedazo de carb¨®n, marcaba territorio en la zaga local. Y recibi¨® al menudo centrocampista argentino con una salvaje entrada por detr¨¢s. ¡°Bienvenido. No vas a durar ni un invierno¡±, le dijo.

Ardiles (C¨®rdoba, 1952) no olvida aquel hosco recibimiento. La Comunidad Europea hab¨ªa abolido meses antes las proteccionistas leyes que denegaban el acceso a extranjeros a las ligas de sus estados miembros. El fin de una autarqu¨ªa que en Inglaterra duraba 47 a?os. El Tottenham tom¨® la iniciativa fichando a dos argentinos que acababan de levantar la Copa del Mundo. Pocos meses despu¨¦s, Ardiles y Ricardo Villa se hab¨ªan convertido en un fen¨®meno medi¨¢tico mientras en el terreno de juego bajaban la pelota al suelo y dictaban c¨¢tedra al lado de Glenn Hoddle. Casi cuatro d¨¦cadas despu¨¦s Ardiles es embajador del Tottenham, rival este mi¨¦rcoles del Madrid en la Champions, tras asistir a la extraordinaria transformaci¨®n del f¨²tbol ingl¨¦s desde sus d¨ªas de jugador. En t¨¦rminos futbol¨ªsticos, eso equivale al trayecto del Pleistoceno a la era digital.

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En conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S desde Londres, Ossie recuerda que cuando lleg¨® a Inglaterra el f¨²tbol ¡°era todo bal¨®n largo, presionar, correr, y los defensas ten¨ªan b¨¢sicamente licencia para matar. Casi nadie juega ya a eso, y mucho menos los equipos grandes¡±. Villa y Ardiles fueron dos precursores en una liga tradicionalista que acogi¨® a futbolistas de 100 nacionalidades hasta dejar pocos rasgos reconocibles de su estilo ancestral. El impacto del peque?o Ardiles fue algo parecido a una revoluci¨®n. Un jugador de exuberante creatividad y majestuoso pedigr¨ª t¨¦cnico, cultivado bajo el excitante discurso de C¨¦sar Luis Menotti, que le dirigi¨® en Hurac¨¢n y la selecci¨®n. El sensible cronista de The Guardian David Lacey ilustr¨® el fen¨®meno en t¨¦rminos art¨ªsticos: ¡°?Traer a Ardiles? Es como si el conserje hubiera ido a comprar un bote de pintura y hubiese regresado con un cuadro de Vel¨¢zquez¡±.

Ni siquiera el conflicto de las Malvinas, que sorprendi¨® a Ardiles en el Mundial de Espa?a 82, logr¨® disminuir esa admiraci¨®n en Inglaterra. ¡°Quedaos con las Falklands. Nosotros tenemos a Ardiles¡±, rezaba una pancarta en White Hart Lane. Duros tiempos que desembocaron en una cesi¨®n al PSG para evitar hostigamientos cuando el Tottenham jugaba de visitante. Volvi¨® al club en 1983 por aclamaci¨®n popular. Hoy analiza con orgullo el prometedor presente del Tottenham, que ha encontrado en el t¨¦cnico Mauricio Pochettino un l¨ªder capaz de armonizar un estilo propio.

¡°Un equipo muy competitivo que juega con una confianza especial. Responde claramente al car¨¢cter de su entrenador¡±, afirma Ardiles. ¡°No es un estilo sudamericano. Se basa en presionar colectivamente muy arriba para recuperar la pelota pronto y a partir de ah¨ª ser vers¨¢tiles y manejar varios registros: sabe tener paciencia, pausa y elaboraci¨®n, o imprimir velocidad al juego de ataque, e incluso buscar acciones m¨¢s directas puntualmente¡±. Ardiles suele almorzar cada dos semanas con Pochettino, por el que siente debilidad. ¡°Como jugador fue un guerrero que nunca bajaba los brazos y el equipo refleja esa actitud. No lo cambiar¨ªa por ninguno. Por capacidad, le pongo a la altura de grandes t¨¦cnicos como Guardiola o Zidane. Me encanta como persona, no hace declaraciones rimbombantes, siempre mesurado. Se hace querer. La puerta de su despacho siempre est¨¢ abierta para sus chicos. Les convence de ir juntos al infierno si hace falta. Es el empleado que m¨¢s tiempo pasa en el club. Predica con el ejemplo, y los jugadores responden porque saben que est¨¢n mejorando individual y colectivamente¡±.

De Kane a Modric

Varios clubes ingleses han evolucionado desde un juego m¨ªnimamente elaborado hasta un grado de sofisticaci¨®n t¨¢ctica que en el Tottenham incluye el perfecto encaje de muchos jugadores aut¨®ctonos. ¡°No es casualidad¡±, advierte Ardiles, ¡°que ahora tengamos a cinco o seis jugadores en la selecci¨®n: Kane, Delle Alli, Dier, Winks, Trippier, Rose¡­ y otros tantos internacionales que pasaron por las manos de Pochettino cuando entrenaba al Southampton. El Tottenham es el mejor lugar para estar ahora mismo si eres un ingl¨¦s joven y con proyecci¨®n¡±.

Del goleador Harry Kane opina que ¡°cada vez juega mejor y hace goles en cantidades industriales. Es el l¨ªder porque tambi¨¦n sabe crear, asociarse y marcar la primera l¨ªnea de presi¨®n muy arriba. Un excelente competidor que est¨¢ puliendo virtudes permanentemente¡±. En Chamart¨ªn el Tottenham mostr¨® personalidad para aguantar los ataques blancos. En Wembley, Ardiles espera un partido distinto. Regresa tras una sanci¨®n su jugador favorito. ¡°Delle Alli es incre¨ªblemente vers¨¢til. Puede jugar en cualquier posici¨®n del medio campo con nota muy alta. Puede hasta jugar al lado de Kane. Mezcla muy bien con gente cerebral como Erikssen y es tremendo cuando ataca los espacios. Es joven y algunos le critican cierta actitud arrogante. Pero todo buen jugador debe tener una pizca de arrogancia. Aporta una calidad superior. Con ¨¦l seremos mucho m¨¢s ofensivos¡±.

Ardiles tambi¨¦n recuerda lo mucho que aportaron al club dos jugadores ahora en el Madrid. ¡°Modric, un gran tipo, ya era un futbolista excepcional aqu¨ª. Pero ha crecido todav¨ªa m¨¢s en el Madrid. No me extra?a que el Bernab¨¦u est¨¦ enamorado de ¨¦l. Bale puede estar ajeno al juego durante bastante tiempo y luego aparece de modo devastador. Es lo que mejor hace. Las lesiones han sido un problema. Pero no es f¨¢cil jugar en el Real Madrid, con esa hinchada tan especial y esa historia. Siempre te exigen m¨¢s todav¨ªa¡±.