El complejo futuro de Fernando Torres

El fin de la segunda etapa de Fernando Torres (33 a?os) en el Atl¨¦tico podr¨ªa certificarse con la apertura del pr¨®ximo mercado invernal. El jugador no quiere marcharse, pero la condici¨®n de quinto delantero a la que le ha relegado Diego Pablo Simeone es una invitaci¨®n a buscarse una salida. La presencia de Diego Costa a partir del pr¨®ximo mes de enero es un empuj¨®n m¨¢s y oscurece el panorama de Torres, que muy pocas veces ha contado con la confianza plena de su entrenador desde su jaleado regreso al club en diciembre de 2015.

En lo que va del presente curso, el jugador percibe que su rol en el equipo ha sido muy rebajado. Suma 332 minutos entre las tres competiciones repartidos en una decena de partidos, entre los que en solo dos fue titular (Girona y Elche). Nunca hab¨ªa sido tan poco utilizado por Simeone. Torres siempre ha mantenido que solo permanecer¨ªa en el club si se sent¨ªa ¨²til y ahora se siente poco o muy poco.

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Con Gameiro a¨²n convaleciente de su operaci¨®n de pubalgia y avalado por haber sido el m¨¢ximo goleador de la pretemporada, Torres encabez¨® el ataque del Atl¨¦tico en el primer partido de Liga en Girona. Disput¨® 60 minutos y no regres¨® al once titular hasta el partido de Copa en Elche disputado la semana pasada. A ning¨²n jugador de los que fueron alineados en Montilivi desde el inicio le ha penalizado tanto el mal primer tiempo disputado en Girona como a Torres. Desde aquel d¨ªa ha sido la ¨²ltima opci¨®n atacante de su entrenador. Todos los acompa?antes de Griezmann han tenido m¨¢s oportunidades de inicio. De todos, solo Correa (841 minutos) ha dado golpes autoritarios de juego y ha visto puerta (cuatro goles) para asentarse en el equipo. Vietto (419 minutos), que estaba en el mercado a una semana de empezar la Liga, ha disfrutado de seis titularidades, en las que no ha podido ratificar con un solo gol sus buenos movimientos. Gameiro (309 minutos) ha formado en cuatro ocasiones en el once titular. Marc¨® un gol decisivo en Vigo (0-1), y fue el encargado de comandar la delantera en los dos traspi¨¦s ante el Qarabag (0-0 y 1-1). El martes, despu¨¦s de errar en un control y tras haber fallado un mano a mano, Gameiro escuch¨® la disconformidad de la grada con su rendimiento.

Desde su reencuentro, la relaci¨®n entre Simeone y Torres ha estado marcada por su condici¨®n de iconos. Ambos son dos s¨ªmbolos intocables de la hinchada. Ese condicionante ha generado una relaci¨®n delicada, siempre con el temor de fondo de que un enfrentamiento podr¨ªa dinamitar a la entidad. Simeone siempre ha defendido que fich¨® al jugador y no al mito. A su vez, Torres nunca ha levantado la voz ante sus decisiones, aunque algunas no le beneficiaran o las considerara injustas. La primera vez que fue desactivado por su entrenador fue tras su esplendoroso regreso en el Bernab¨¦u con dos goles que valieron una eliminatoria de Copa. Simeone prefiri¨® dar continuidad a la figura de Mandzukic, aunque este rebaj¨® sus prestaciones goleadoras desde el mes de febrero y encajaba poco con el estilo contragolpeador del equipo.

Haber finalizado bien las dos temporadas y media, con goles decisivos en la Champions o en la recta final de la Liga, tampoco le dio el cr¨¦dito suficiente para empezar los cursos siguientes en la primera l¨ªnea. De inicio, pes¨® siempre m¨¢s la condici¨®n de grandes apuestas econ¨®micas como Jackson Mart¨ªnez (42 millones) y Gameiro (32). Tambi¨¦n ha habido ocasiones en las que las lesiones de este ¨²ltimo en el tramo final de la temporada pasada propiciaran que Torres gozara en dos ocasiones de continuidad. En la primera respondi¨® con goles; en la segunda, no. Ahora, con esa escasa participaci¨®n de fondo, no es descartable su marcha. El futuro de Torres en el Atl¨¦tico es tan complejo como incierto.