Ag¨¹ero pide la 9 de Argentina
En su primer partido con Sampaoli al mando de la Albiceleste, el delantero del City marca ante Rusia
La pregunta si repet¨ªa con insistencia: ?por qu¨¦ Argentina no encuentra el gol? Si Messi no aparec¨ªa, la Albiceleste no encontraba la porter¨ªa contraria. El problema no era nuevo, hace tiempo que el dilema del centro delantero est¨¢ instalado en el n¨²cleo de la selecci¨®n argentina. Jorge Sampaoli hab¨ªa probado con Higua¨ªn, con Benedetto y con Icardi. Ninguno le respondi¨®. Hasta que apareci¨® Ag¨¹ero, para sentenciar el amistoso ante Rusia en Mosc¨² (1-0). En su primer partido con Argentina desde que el ext¨¦cnico del Sevilla tom¨® las riendas de la selecci¨®n, el jugador del Manchester City pide su billete para Rusia, pide jugar con Messi y, sobre todo, pide la 9 de la Albiceleste.
A partir un sistema de juego atrevido, s¨²per ofensivo, la Argentina de Sampaoli comenz¨® a mostrar sus intensiones. Liberado de sus presiones por clasificar a una selecci¨®n obligada a jugar el Mundial, el entrenador persigue encontrar un todo que sea m¨¢s que la suma de las grandes individualidades, un todo que incluya y potencie la inevitable messidependencia. Redibuj¨® la t¨¢ctica, un 3-3-1-3 con el que el cuadro sudamericano busc¨® ocupar espacios para tener el bal¨®n con paciencia. A veces din¨¢mica, otras err¨¢tica, Argentina tuvo siempre con a Messi como br¨²jula, instalado de enganche. El 10 ubicado por detr¨¢s de Ag¨¹ero, se contagiaba de los vaivenes de sus compa?eros, por momentos era punzante, en otros, en cambio,?incomprensiblemente impreciso.
Hace tiempo que Messi buscar formar peque?as sociedades. Alguien con quien dialogar con la pelota, un jugador que pueda asumir la responsabilidad de liderar al equipo cuando ¨¦l est¨¢ demasiado presionado o simplemente cuando no tiene su noche. O su tarde, como esta tarde en Mosc¨². Y en Argentina apareci¨®, por fin, el Kun Ag¨¹ero. El delantero mostr¨® vestido de celeste y blanco lo que ense?a cada fin de semana de celeste en Manchester. Le cost¨® al Kun encontrar su lugar en el partido. Argentina no abr¨ªa el campo para Di Mar¨ªa y Salvio, se acumulaban camisetas rojas alrededor de Messi, que no pod¨ªa para construir puentes con su amigo.
Ag¨¹ero se acord¨® del manual de Guardiola. C¨®mo el bal¨®n no llegaba limpio a sus botas, el 9 se tir¨® unos metros m¨¢s atr¨¢s, sus marcadores le perdieron el rastro y Messi encontr¨® un aliado. El atacante del City dec¨ªa presente cada vez que Argentina pisaba el ¨¢rea de Rusia. Movedizo, no pudo con un rebote tras un disparo de Di Mar¨ªa y el portero Akinfeev le neg¨® dos veces el grito de gol. Primero cuando le rechaz¨® un disparo fuerte y colocado desde la medialuna, luego cuando le detuvo una formidable volea despu¨¦s de un buen centro de Otamendi.
Instalado territorio ruso, la Argentina de Sampaoli ense?¨® un notable posicionamiento defensivo si se lo compara con sus ¨²ltimas presentaciones en las eliminatorias. Agresivo en ataque, retrocedi¨® bien la Albiceleste. La l¨ªnea de tres zagueros estuvo bien arropada por Lo Celso y Enzo P¨¦rez, tambi¨¦n por Kranevitter, tosco en el pase pero r¨¢pido para recuperar el bal¨®n. Aunque Romero no sufri¨® con los ataques de Rusia, Argentina s¨ª padeci¨® en la salida del cuero. Su idea es cuidar la pelota desde la zaga, el cuadro ruso lo sab¨ªa y lo presion¨® bien arriba. Era el ¨²nico camino que encontraron los rusos para incomodar a la Albiceleste, porque una vez que los de Sampaoli superaban la presi¨®n, los 11 muchachos de Cherch¨¦sov se instalaban por detr¨¢s de la l¨ªnea del bal¨®n.
Con Messi impreciso y con Di Mar¨ªa inconsistente, Ag¨¹ero era la llave para superar el muro de rojo. Y, hasta por momentos, el Kun intercambi¨® roles con Messi. El 9 le filtr¨® un pase genial al 10 y lo dej¨® solo frente a Akinfeev. El rosarino sac¨® de su repertorio un recurso conocido, una vaselina suave. Fue tan delicada que le dio tiempo al defensa ruso para rechazar el bal¨®n, una vez superado su portero. Pero lo que no pudo destrabar Messi, lo hizo Ag¨¹ero.
Messi vio la escalada de Pav¨®n por la derecha. El jugador de Boca esper¨® con paciencia al Kun, para colocarle el bal¨®n. Necesit¨® dos oportunidades el 9, el chut de derecha se lo par¨® el portero que no pudo con el cabezazo del Kun que termin¨® en la red. Gol de Ag¨¹ero, triunfo de Argentina. Una victoria que refuerza la idea de Sampaoli y la confianza del Kun.
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