Marc M¨¢rquez y el empirismo
El campe¨®n de Honda ha ganado este Mundial aprendiendo de sus 27 ca¨ªdas, a cambio ha perdido pelo
Era un d¨ªa cualquiera, un d¨ªa sin carreras, a mediados de junio, Marc M¨¢rquez estaba con su peluquera de siempre y esta le pregunt¨®:
¡ª?Qu¨¦ te pasa?
¡ª?Por qu¨¦?, respondi¨® el chico.
¡ªAqu¨ª detr¨¢s te est¨¢n saliendo unas clapitas [peque?as calvas].
¡ªPero ?no me quedar¨¦ calvo, no? Mi abuelo y mi padre tienen pelo, as¨ª que es imposible, le dijo.
Pero, de all¨ª se fue directo a ver al doctor ?ngel Charte, jefe de Medicina Interna de la Dexeus, en Barcelona, y uno de los doctores del equipo de actuaci¨®n inmediata del Mundial de motociclismo. ¡°Me dijo que ten¨ªa que relajarme, que eso lo provocaban los nervios y la ansiedad, la manera que ten¨ªa de afrontar las carreras. Me ocurri¨® justo despu¨¦s de Montmel¨®, despu¨¦s que tuviera cinco ca¨ªdas en un solo fin de semana. S¨ª, hab¨ªa terminado segundo la carrera, hubo muchas risas al final, pero los nervios los hab¨ªa pasado yo por dentro¡±, confes¨® ayer el campe¨®n del mundo, liberado de toda la presi¨®n de la temporada.
Si M¨¢rquez ha ganado este cuarto Mundial de MotoGP es, en primer lugar, porque ha sido (lo es siempre) competitivo en cualquier circunstancia: en seco o en mojado, con m¨¢s o menos agarre en el asfalto, con una moto mejor (que no excelente), como la de este final de curso, o muy complicada, como aquella con la que empez¨® y fue capaz de repetir la haza?a de ganar en Austin, como acostumbra. Por eso, porque es capaz de dar lo mejor de s¨ª hasta en las peores circunstancias, sus seis victorias valen m¨¢s que las seis de Dovizioso, porque en sus d¨ªas malos (m¨¢s all¨¢ de los ceros de Termas o Le Mans) tiene que lamentarse por acabar sexto, pero no 13?, como le ocurri¨® al italiano en Phillip Island.
Si M¨¢rquez ha ganado el campeonato del mundo es tambi¨¦n porque le motiva ir contracorriente, tener que remontar. En competici¨®n quiere arriesgar siempre y no le gusta guardarse nada, no hay m¨¢s que recordar la carrera de San Marino: pista mojada y el de Honda jug¨¢ndose el pellejo porque 25 puntos son m¨¢s que 20. Obvio. Arriesga hasta cuando no toca, como ayer. El espect¨¢culo est¨¢ por encima de todo.
Adem¨¢s, como querer no siempre es poder, en su caso ocurre que es el mejor jugando en los m¨¢rgenes de lo imposible. Explora los l¨ªmites de su moto y de la pista. Da siempre un poco m¨¢s de lo que su cabeza le dice que puede hacer, as¨ª es como su cuerpo descubre hasta d¨®nde puede llegar. Es emp¨ªrico por excelencia. Y hasta las ¨²ltimas consecuencias. Aunque se deje la piel en el asfalto. No en vano ha sumado 27 ca¨ªdas este a?o. Ah¨ª es donde se explica su p¨¦rdida de cabello. Y tambi¨¦n su t¨ªtulo.
No ha sabido M¨¢rquez gestionar bien el estr¨¦s, pero ha sido el mejor explotando esa Honda tan complicada e inestable que ning¨²n otro piloto con una misma moto de la misma f¨¢brica ha podido domar.
Su empe?o no solo explica sus resultados (altibajos incluidos, claro), sino la mejora experimentada por la marca a lo largo de la temporada. Lo primero era adaptar la m¨¢quina, el equipo y el piloto al nuevo motor, una revoluci¨®n en la filosof¨ªa HRC ¡ªla casa japonesa era la ¨²nica, hasta 2016, que segu¨ªa fiel al tipo de motor screamer, y lo cambi¨® por un big bang, como todas las dem¨¢s¡ª, pero M¨¢rquez se dio cuenta de que todav¨ªa quedaba mucho por hacer. Tras la carrera en Francia se percat¨® de que no se divert¨ªa pilotando. Eso ten¨ªa que cambiar. Despu¨¦s de Montmel¨®, en unos test, lograron que se sintiera algo m¨¢s c¨®modo. Pasaron aquellas carreras en las que le pudo la ansiedad y se contempl¨®, en Mugello, pilotando con finura para acabar sexto. Tampoco aquello le convenc¨ªa. As¨ª que decidi¨® situarse en el escenario que m¨¢s le gusta: todo por la victoria. Y encaden¨® cinco podios despu¨¦s de aquel gran premio de Italia.
Y al poco se puso l¨ªder del Mundial, tal y como le hab¨ªan prometido en su equipo, para coger las vacaciones de verano con calma. El nivel que impuso en el campeonato desde entonces, ni un traspi¨¦s ¡ªm¨¢s all¨¢ del cero en Silverstone por una rotura de motor¡ª, ni un domingo fuera del podio, a excepci¨®n del de Malasia ¡ªya pilotaba por el t¨ªtulo y se conform¨® con el cuarto puesto¡ª, fue excepcional. Solo pudo seguirle Dovizioso, el rival nunca imaginado, el m¨¢s convencido.
El de este 2017 ha sido un campeonato que empez¨® te?ido de azul Yamaha y en el que pronto se multiplic¨® la competencia hasta contar cinco aspirantes al t¨ªtulo. Pero ha terminado por tener un protagonista principal un personaje secundario de esos que marcan ¨¦poca. Los duelos entre M¨¢rquez y Dovizioso en Spielberg y en Motegi (de los que siempre sali¨® victorioso el de Ducati) pasar¨¢n a la historia por el arrojo de dos pilotos en la ¨²ltima vuelta que se est¨¢n jugando el t¨ªtulo y que, adem¨¢s, se abrazan en el corralito entre risas. ¡°Me hubiera gustado que Dovi hubiera subido al podio hoy y estuviera aqu¨ª conmigo¡±, dec¨ªa M¨¢rquez ayer, en el momento en el que recib¨ªa todos los halagos. ¡°Este a?o he aprendido que nunca hay que subestimar a nadie. Nunca hubiera puesto a Dovi en la quiniela. Aqu¨ª hay muchos pilotos r¨¢pidos y f¨¢bricas que est¨¢n trabajando muy duro durante el invierno. Adem¨¢s, he aprendido mucho de Andrea, de c¨®mo afronta las carreras desde el punto de vista mental¡±, concedi¨®. Si bien, admiti¨®, necesita mejorar a gestionar los nervios.
Este Mundial tan marcado por la igualdad y la enorme competitividad de las f¨¢bricas ha demostrado, otra vez, que pese a los cambios en el reglamento en este deporte de m¨¢quinas y pilotos el deportista todav¨ªa manda.
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