Con el aliento al l¨ªmite
El Masters supone un ¨²ltimo esfuerzo que viene definido por unas fuerzas mermadas
Acabamos el a?o tomando el desayuno en una biblioteca inaugurada por el rey Jorge V con unas majestuosas vistas al Parlamento brit¨¢nico, al puente de Westminster y al London Eye. A continuaci¨®n, subimos al barco que nos lleva navegando por el r¨ªo T¨¢mesis hasta el impresionante complejo en el que brota el O2, como un futurista hongo que alberga el torneo vedado a todos los tenistas menos a los ochos primeros de la clasificaci¨®n.
Este torneo es especial. No solo el entorno es diferente a todos los dem¨¢s; el formato de la competici¨®n tambi¨¦n lo es y, sobre todo, el hecho de que est¨¢ restringido a los ocho mejores del a?o. Poder participar en ¨¦l ya es un premio en s¨ª mismo. Es la recompensa a un a?o de buenos resultados, aunque tambi¨¦n supone un ¨²ltimo esfuerzo que viene definido por unas fuerzas mermadas en muchos casos. Casi todos los tenistas llegan con el aliento al l¨ªmite.
Todos han vivido una temporada muy larga que se inici¨® el 1 de enero y, despu¨¦s de diez meses de competici¨®n, tendr¨¢n la oportunidad de cerrar el a?o con una victoria en un torneo emblem¨¢tico. Han vivido un a?o de muchas victorias, vuelos, entrenamientos, tensi¨®n e incertidumbre. Y eso pasa factura. El tenis es cada vez m¨¢s exigente.
Dato curioso y consecuencia de ello es el hecho de que, por primera vez, los cinco primeros clasificados del a?o pasado est¨¢n ausentes por lesi¨®n. Muchos de ellos han arrastrado problemas a lo largo de la temporada y se han visto m¨¢s pronto o m¨¢s tarde apartados de la competici¨®n. Rafael ha corrido la misma suerte ¡ªcontratiempo, m¨¢s bien¡ª en varias ocasiones: cinco para ser m¨¢s exactos.
Desde el 2005 el primer objetivo marcado al inicio de cada temporada ha sido clasificarnos para este torneo. Escribo a escasos minutos de ver a mi sobrino recoger el trofeo que le confirma como el mejor de la temporada y a escasas horas de verle hacer su debut. El a?o ha sido excelente para ¨¦l.
Mi sobrino se ha clasificado de manera consecutiva en los ¨²ltimos 13 a?os, cosa poco frecuente. Y como en todas las ocasiones anteriores, Rafael va a disputar sus partidos con la m¨¢xima ilusi¨®n y con el ansia de inscribir su nombre en la lista de vencedores, a pesar de saber que el torneo se disputa en la superficie que menos le favorece y que las fuerzas ya no est¨¢n como el inicio de la temporada.
Esta semana nos enfrentamos a un ¨²ltimo esfuerzo en Londres. Seguro que merece la pena.
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