Vallverd¨², la p¨®cima de Dimitrov
El preparador m¨¢s joven de la ¨¦lite (31), que previamente trabaj¨® con Murray, ha recuperado a un talento an¨ªmicamente derruido. Atiende a EL PA?S en Londres: ¡°Grigor ten¨ªa las armas, pero las hab¨ªa perdido"
El reloj se aproxima a la medianoche y en una exclusiva sala bunquerizada, en la que se relajan los tenistas antes de comparecer ante los medios en el O2, atiende a EL PA?S el joven que ha reconciliado a Grigor Dimitrov con su profesi¨®n. Se llama Daniel Vallverd¨² y naci¨® en Valencia, la de Venezuela, hace 31 a?os. Es, pues, el preparador m¨¢s joven entre la ¨¦lite del circuito. De padre catal¨¢n y madre c¨¢ntabra, iba para tenista, pero una lesi¨®n se cruz¨® en su camino a los 23 y a la vez consider¨® la atractiva propuesta de su amigo Andy Murray, al que conoci¨® en la Academia S¨¢nchez-Casal de Barcelona, para recorrer el mundo y triunfar de la mano.
Trabaj¨® cinco a?os con el escoc¨¦s, con el que hab¨ªa formado un buen dobles en j¨²niors antes de marcharse a estudiar a la universidad de los Estados Unidos, y despu¨¦s se ali¨® con el checo Tomas Berdych durante dos temporadas. Finalmente recurri¨® a ¨¦l Dimitrov cuando el b¨²lgaro, finalista en Londres (4-6, 6-0 y 6-3 a Jack Sock, en 1h 59m), estaba hundido en el fango, sin resultados y falto de toda confianza, y lo reflot¨® hasta que ha cobrado otra dimensi¨®n. Un nivel muy cercano al que se le presupon¨ªa a uno de los jugadores m¨¢s talentosos del tenis actual.
¡°Pasamos mucho tiempo trabajando solo dos o tres cosas, nada m¨¢s¡±, explica mientras entrelaza dos manos muy robustas. ¡°Hab¨ªa cosas que sab¨ªa hacer muy bien, pero que las hab¨ªa perdido, as¨ª que se trataba sobre todo de tratar de recuperar su plan de juego y simplificarlo lo m¨¢ximo posible. Cuando las armas est¨¢n ah¨ª, la confianza comienza poco a poco a volver¡±, agrega el t¨¦cnico, cuyos abuelos tuvieron que emigrar debido a la Guerra Civil y m¨¢s tarde, hace 15 a?os, regresaron a Espa?a por la delicada situaci¨®n en Venezuela.
Pese a su juventud, Vallverd¨² es uno de los entrenadores m¨¢s considerados. ¡°A veces me da la risa, porque dicen que soy demasiado joven para hacer lo que hago, pero yo comenc¨¦ muy pronto en esto¡±, cuenta a este peri¨®dico. ¡°Viv¨ª situaciones que me ayudaron a madurar y a conocer el alto rendimiento¡±, agrega, antes de matizar que pese a la sincron¨ªa que existe entre ¨¦l y Dimitrov es necesaria una frontera: ¡°Mi edad ayuda a que conecte con ¨¦l, pero a la vez debo encontrar un balance para, a pesar de llevarnos bien, seguir siendo su entrenador y no su amigo. Es una l¨ªnea bastante fina y debo respetarla; no puedo irme a la zona del amigo y debo estar m¨¢s en la del entrenador¡±.
M¨¢s centrado, m¨¢s s¨®lido, igual de est¨¦tico
Su discurso es reposado, pero firme. ?l ha hallado la palabra y la llave para enderezar al talento desnortado. "El tenis es imprevisible. No sabes nunca qu¨¦ puede pasar, pero creo que Grigor har¨¢ cosas importantes en este deporte", remata el venezolano. "Las comparaciones con Federer realmente ya no me preocupan. Solo cuido mi juego y lo que estoy haciendo. Uno de los errores m¨¢s importantes que puedes cometer es intentar imitar los pasos de alguien", sentencia Dimitrov, de 26 a?os y residente en Montecarlo.
Despu¨¦s de haber perdido la br¨²jula, de varios a?os despistado y acumulando decepciones porque la realidad no se correspond¨ªa con las expectativas que gener¨® en sus inicios, el de Haskovo vuelve a asomar la cabeza y este lunes ser¨¢ tres del mundo. Hoy d¨ªa es un profesional m¨¢s centrado, un competidor mucho m¨¢s s¨®lido, sin perder un ¨¢pice de ese toque est¨¦tico que le ha diferenciado siempre de la gran mayor¨ªa. Dimitrov parece haber dado con la p¨®cima que le ha revitalizado. Y el brebaje tiene un nombre propio: Daniel Vallverd¨².
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