Monumento al lanzador de disco Miguel de la Quadra-Salcedo
La asociaci¨®n de estad¨ªsticos del atletismo abre una suscripci¨®n para erigir una estatua al reportero, que previamente fue el atleta m¨¢s admirado de su ¨¦poca
Casi terminado el acto, pide el micr¨®fono Estanislao de la Quadra-Salcedo, erguido y fuerte, y un mostacho blanco abundante, y dice, ¡°cuando lanzaba, mi hermano Miguel nunca se dej¨® bigote¡±. Existi¨®, pues, un De la Quadra sin bigote. Lo record¨® su hermano en la presentaci¨®n de la iniciativa de la asociaci¨®n de estad¨ªsticos de atletismo, que ha puesto en marcha una suscripci¨®n popular (http://vkm.is/quadrasalcedo) para homenajearle con una estatua que se erigir¨¢ ante la pista de atletismo de la Universidad Complutense de Madrid, all¨ª donde en los a?os cincuenta marc¨® una ¨¦poca.
La palabra poli¨¦drico se invent¨® para definir a Miguel de la Quadra-Salcedo, que fue reportero, aventurero, educador, periodista, descubridor, escritor y, antes que nada, atleta. Todo ello, aristas y v¨¦rtices de un alma inquieta.
¡°Era nuestro ¨ªdolo, un mito¡±, recuerda Jorge Gonz¨¢lez Amo, mediofondista ol¨ªmpico en M¨¦xico 68 y uno de los promotores del homenaje. ¡°Era 13 a?os m¨¢s joven que yo pero, a finales de los cincuenta, cuando empec¨¦ a entrenarme en serio en las pistas de ceniza de la Complutense nos par¨¢bamos todos para verle all¨ª, lanzando, todo un espect¨¢culo¡±.
Antes de dejarse bigote y conquistar la isla de Pascua y la selva amaz¨®nica y de entrevistar a Fidel y contar la guerra de Vietnam y recorrer Am¨¦rica con la chavaler¨ªa de la Ruta Quetzal, Miguel de la Quadra (nacido en Madrid, en 1932, pero navarro, fallecido en 2016) lanzaba disco, peso y jabalina mejor que nadie. ¡°Era un portento. Lanzaba hasta la barra vasca. Era muy fuerte y muy r¨¢pido. Un d¨ªa nos quedamos con la boca abierta vi¨¦ndole devolver la jabalina desde el otro lado del campo al campe¨®n de Espa?a. Se la mand¨® volando 70 metros solo con medio giro¡ M¨¢s lejos que el r¨¦cord de Espa?a¡±. Y despu¨¦s se re¨ªan todos viendo a Teodoro, un castizo de Tetu¨¢n, que era el responsable de la instalaci¨®n, el que mimaba, regaba, rastrillaba y pasaba a la pista de ceniza de 301 metros de cuerda, perseguir a De la Quadra, que se hab¨ªa metido en la pista un d¨ªa que no se pod¨ªa, y hu¨ªa montado en Vespa con un pertiguista y sus p¨¦rtigas de paquete. Y all¨ª, en el centro, Jos¨¦ Luis Torres entrenaba al atletismo espa?ol hacia la modernidad.
De la Quadra era un personaje que en 1956 hab¨ªa lanzado la jabalina 10 metros m¨¢s all¨¢ del r¨¦cord mundial, pero con una t¨¦cnica tan peligrosa para los espectadores (girando el lanzador) que la federaci¨®n internacional nunca lo homolog¨®, ni lo autoriz¨®.
Si el instinto aventurero, confes¨® el propio De la Quadra, se lo contagi¨® la lectura infantil de Julio Verne y Emilio Salgari, la elecci¨®n del lanzamiento como medio de expresar su genio atl¨¦tico se la inspir¨® la lectura de la Iliada y la Odisea, la admiraci¨®n por la Grecia cl¨¢sica y sus h¨¦roes, la ¨¦pica. Como disc¨®bolo buscaba siempre la pose cl¨¢sica de la estatua y en esa condici¨®n particip¨® en los Juegos Ol¨ªmpicos de Roma, adonde lleg¨® con su hermano Estanislao en su Vespa desde Pamplona. M¨¢s que por sus resultados en la pista (tres lanzamientos nulos en la calificaci¨®n), todos volvieron de la capital italiana con el recuerdo de De la Quadra declarando en comisar¨ªa de polic¨ªa despu¨¦s de haber secuestrado un autob¨²s de atletas sin conductor. Despu¨¦s de los Juegos, particip¨® en los Panamericanos de Santiago de Chile, donde colg¨® el atletismo y atendi¨® a la llamada de lo desconocido. Se perdi¨® por la Isla de Pascua y las selvas colombianas. Regres¨® dos a?os despu¨¦s a Espa?a cargado de pel¨ªculas e historias. Subi¨® a la redacci¨®n del diario Ya, se las dej¨® all¨ª y declar¨®: ¡°Esto es lo que soy¡±. Comenz¨® su vida de reportero, que solo par¨® la muerte, m¨¢s de 40 a?os despu¨¦s.
La pista de la Complutense, construida durante la Rep¨²blica, fue la primera instalaci¨®n de atletismo de Madrid. A¨²n sobrevive su pista de ceniza, pero malamente. La Universidad Complutense, contagiada, se ha sumado al homenaje y planea repararla. Todos sue?an con inaugurar el monumento del escultor V¨ªctor Ochoa en mayo pr¨®ximo, cuando se cumplen dos a?os de su muerte, con un mitin de atletismo vintage. Alguno lanzar¨¢ la jabalina a la espa?ola, y De la Quadra, el atleta, sin bigote, les ganar¨ªa a todos, claro. Y se reir¨ªa.
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