Cristiano contra su gran complejo

El rendimiento de Cristiano Ronaldo contra la selecci¨®n espa?ola sugiere la presencia de un complejo. El m¨¢ximo goleador de la historia de Portugal ha enfrentado a Espa?a en cuatro ocasiones ¡ªun encuentro amistoso y tres oficiales¡ª y no ha conseguido marcarle ni un tanto. En los cerca 300 minutos de competici¨®n oficial el registro apenas revela dos remates a puerta. Dos tiros en el Mundial de Sud¨¢frica, durante el cruce de cuartos, hace siete a?os. Una vida, trat¨¢ndose de f¨²tbol profesional.

El pr¨®ximo 15 de junio en Sochi, cuando Cristiano vuelva a enfrentarse a Ramos y Piqu¨¦, en el debut de la Copa del Mundo, la estrella lusa habr¨¢ cumplido 33 a?os. Acaso ser¨¢ su ¨²ltima oportunidad de superar la inhibici¨®n que le impide destacarse contra el adversario que m¨¢s conoce y que mejor le conoce a ¨¦l.

La ¨²ltima vez que Cristiano se midi¨® a Espa?a fue en Donetsk, en las semifinales de la Eurocopa de 2012. La planificaci¨®n concienzuda de Ramos, Arbeloa, Busquets y Xabi Alonso, presidi¨® los proleg¨®menos del partido. La idea general fue impedir que se girara si recib¨ªa la pelota, achicarle los espacios para que no desarrollara velocidad y cortar las l¨ªneas que le suministrar¨ªan balones, tapando especialmente su conexi¨®n con Joao Moutinho. La frustraci¨®n se apoder¨® de Cristiano, capaz de rematar solo mediante lanzamientos de falta que invariablemente envi¨® por encima del larguero. Su actuaci¨®n le desencaj¨® de tal modo que llegada la tanda de penaltis (0-0) prefiri¨® que sus compa?eros se hicieran cargo de las ejecuciones. Moutinho, Pepe, Nani y Bruno Alves fueron los rostros visibles de la derrota. Portugal qued¨® eliminada por 4-2.

Cristiano suma 79 goles en 147 partidos con Portugal. Su promedio anotador se dispar¨® cuando abandon¨® la posici¨®n de extremo que ocup¨® en sus primeras apariciones. Por entonces, en la Eurocopa de 2004, se midi¨® a Espa?a. Con un perfil completamente distinto. Su aceleraci¨®n en las dos primeras zancadas le proporcionaba un poder desequilibrante descomunal. A Ra¨²l Bravo ¡ªel lateral zurdo espa?ol¡ª lo regate¨® con ¨¦xito en cinco intentos de nueve. Las cr¨®nicas lisboetas se?alaron que la eliminaci¨®n de Espa?a fue responsabilidad de la figura emergente del United.

Su capacidad de imponerse en el dribling, quince a?os despu¨¦s, ha desaparecido. Ya en 2012 los jugadores espa?oles lo comentaban: Cristiano ten¨ªa grandes dificultades para regatear si la defensa achicaba espacios hacia atr¨¢s. Entre el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012, Cristiano se enfrent¨® dos veces a Espa?a, intent¨® once regates y solo logr¨® uno. Se fue una vez de su marcador, en Sud¨¢frica, en 2010. Ocurri¨® antes de que el propio jugador comenzara a resignarse. Poco a poco, Cristiano dej¨® de encarar defensas para dedicarse a maniobrar contra la jugada. Desde hace un lustro, sus actuaciones son un ejercicio de movimientos a la zona desocupada: si el adversario presiona en la izquierda, ¨¦l se mueve a la derecha; si sus compa?eros tienen la pelota en un costado, ¨¦l acude al otro. Apareciendo en el segundo palo, o en el punto de penalti, a la espalda de los centrales, es como mete los goles ¨²ltimamente. A uno o dos toques.

Rivales menores

Cristiano sigue marcando goles a chorro cuando se pone la camiseta de Portugal. Especialmente, contra rivales irrelevantes. En las eliminatorias del Mundial de Rusia le meti¨® cuatro a las Islas Feroe, cinco a Andorra, dos a Letonia y dos a Hungr¨ªa, pero no consigui¨® marcarle a Suiza, el oponente del Grupo B que por muy poco no envi¨® a Portugal a la repesca. Su trayectoria ante grandes selecciones es claramente declinante. La ¨²ltima vez que anot¨® un tanto contra una selecci¨®n campeona del mundo fue en 2011, a Argentina en un amistoso. Desde entonces se prob¨® sin suerte contra Brasil, dos veces contra Alemania, tres contra Francia, una contra Espa?a y otra contra Argentina.

El precedente mundialista es sombr¨ªo. El d¨ªa que Cristiano debut¨® en la ¨²ltima Copa del Mundo, el 16 de junio de 2014 en Bah¨ªa, el desenlace fue aplastante: Alemania, 4; Portugal, 0. La goleada empuj¨® a Portugal hacia la autorepresi¨®n. Despu¨¦s de ser uno de los equipos que mejor jugaba en Europa, la selecci¨®n mud¨® a las transiciones fugaces y el contragolpe. Fernando Santos, su melanc¨®lico seleccionador nacional, ha cambiado el estilo con discreci¨®n. Como quien no quiere la cosa. El triunfo en la Eurocopa de 2016 corona una propuesta gris que espera convalidaci¨®n en Rusia. Contra el complejo de Cristiano.