Roger Federer, el ¡®H¨¦rcules¡¯ sin m¨²sculos
Camino de los 37 a?os y con un f¨ªsico menos poderoso que el de otras figuras, el suizo elude las lesiones y emerge en Melbourne como el principal candidato al t¨ªtulo: "Con mi edad no deber¨ªa ser aqu¨ª el favorito"
Melbourne tampoco es una excepci¨®n. Ocurre aqu¨ª, all¨ª y m¨¢s all¨¢. En Australia, Par¨ªs, Londres o Nueva York. En todo el mundo. Y la din¨¢mica es siempre la misma: llega ¨¦l, le abren paso a duras penas y se escucha el griter¨ªo, la histeria, la devoci¨®n; se forman los remolinos, los achuchones por hallar el mejor hueco. Este lunes, c¨®mo no, tambi¨¦n ocurri¨® cuando Roger Federer enfil¨® la pista 17 del complejo australiano para pelotear durante una hora con un sparring al que le costar¨¢ varias vidas olvidar ese rato compartiendo bolas con la leyenda, que este martes (9.00, Eurosport) entrar¨¢ en escena frente al esloveno Alja? Bedene y a estas alturas, a sus 36 a?os y con una obra m¨¢s que hecha (que no acabada), a¨²n no se perdona ni una.
¡°Noooooo!¡±, prolong¨® despu¨¦s de estrellar un rev¨¦s en la red, durante el ensayo. Otro, tal vez, se lo hubiera perdonado, pero ¨¦l no. Detr¨¢s de ese chasis y ese discurso pulcro, Federer emerge como un demonio competitivo, el m¨¢s feroz de toda la historia del tenis. Y en esa imagen, en ese reproche aparentemente liviano, queda marcada la gran diferencia: mientras ¨¦l todav¨ªa se fustiga por una nimiedad, el joven Bernard Tomic (proyecto de estrella, se dec¨ªa) perd¨ªa hace tres d¨ªas en la ronda previa y hablaba a las claras de su verdadera motivaci¨®n. ¡°Me voy a contar mis millones. Todo lo que hago es contar mi dinero. Ciao, ciao¡±, les dedic¨® de forma burlesca el australiano a los periodistas que alud¨ªan a su l¨ªnea de descendente.
A Federer, hoy d¨ªa, le mueven muchas otras cosas aparte del dinero. Juega por la coronaci¨®n de una trayectoria ¨²nica e inigualable, que hasta hace poco m¨¢s de un a?o parec¨ªa cerrada y que de repente, precisamente en Melbourne, recobr¨® un impulso salvaje. ¡°El quinto set que le gan¨¦ aqu¨ª a Rafa, el a?o pasado, es el mejor que he jugado nunca¡±, contaba recientemente. Desde entonces, desde que regres¨® a la competici¨®n tras un par¨®n de siete meses y alz¨® el major australiano, el 18? de un listado con 19, el de Basilea ha trazado un camino pr¨¢cticamente impecable. Le resisti¨® Rafael Nadal, con dos grandes, pero no las otras figuras ni las nuevas generaciones.
Federer es ¨²nico, de modo que solo puede prolongar su sello desde la excepcionalidad. Es el mayor y probablemente el que menos condiciones atl¨¦ticas re¨²ne, pero contin¨²a en la c¨²spide y en Melbourne es el m¨¢s vigilado. ¡°Las expectativas del a?o pasado no eran las mismas que las de este, es evidente¡±, comentaba en la previa al torneo. ¡°En 2017 simplemente me conformaba con estar en Australia; solo el hecho de llegar a tiempo para competir aqu¨ª ya me hac¨ªa feliz. Antes de jugar dije que cualquier resultado ser¨ªa bueno siempre y cuando no me lesionara y pudiera irme sin estar de nuevo con molestias y dolores. Y este a?o, obviamente, las circunstancias han cambiado¡±, record¨® el suizo.
El menisco (2016) forz¨® el ¨²nico gran par¨®n
A contracorriente, Federer no es un portento f¨ªsico, uno de esos H¨¦rcules protot¨ªpico que actualmente predominan en el ciruito. Tiene un tren inferior muy trabajado, unos gemelos como dos pedruscos, pero no posee la musculatura de Nadal, ni la elasticidad de Novak Djokovic ni la carrocer¨ªa de Andy Murray. Sin embargo, todos ellos han ido sufriendo problemas rese?ables durante el ¨²ltimo ejercicio, mientras que el defensor del cetro en Melbourne compite a partir de una salud que esconde varias claves. Una de ellas es el descanso selectivo y otra, capital, el papel de su preparador f¨ªsico, Pierre Paganini, con el que trabaja desde hace 17 a?os y al que conoce desde 1994.
El suizo destruye en mil pedazos la teor¨ªa de que para ser el mejor hay que ser el m¨¢s fuerte
Entre sus manos, Federer apenas ha sufrido contratiempos de gravedad. Solo en 2016, cuando se rompi¨® el menisco y no se recuper¨® del todo bien de una intervenci¨®n, la ¨²nica de su carrera, tuvo un par¨®n prolongado: casi siete meses. El resto, pr¨¢cticamente como una m¨¢quina, a excepci¨®n de unos problemas de espalda que le mermaron en 2013 y que, tambi¨¦n en 2016, interrumpieron una secuencia de 65 presencias consecutivas en los Grand Slams. Consciente de ello, supervisa escrupulosamente su reverso para que no se reproduzcan.
¡°Con el paso del tiempo soy menos favorito, porque alguien de 36 a?os no deber¨ªa serlo¡±, esgrime el protagonista. ¡°S¨¦ que para mucha gente soy el favorito y es normal que se generen expectativas sobre m¨ª, pero tambi¨¦n podr¨ªan serlo Rafa, despu¨¦s lo que hizo el a?o pasado, o Djokovic, por el hecho de haber ganado seis veces aqu¨ª. Hablar de favoritos antes de empezar es hablar por hablar¡±, aten¨²a Federer, el hombre que destruye en mil pedazos la teor¨ªa de que para ser el mejor hay que ser el m¨¢s fuerte. ?l lo es, o as¨ª lo dice el historial, pero no necesita exhibir m¨²sculos.
RESULTADOS DEL LUNES 15
Cuadro masculino: Rafael Nadal, triple 6-1 a V¨ªctor Estrella Burgos; Pablo Carre?o, 7-5, 4-6, 7-5 y 6-1; Andrey Rublev, 7-5, 6-7, 6-2, 6-7 y 6-2; Grigor Dimitrov, 6-3, 6-2 y 6-1 a Dennis Novak; Nick Kyrgios, 6-1, 6-2 y 6-4 a Rogerio Dutra; Yuichi Sugita, 6-1, 7-6, 5-7 y 6-3 a Jack Sock; Matthew Ebden, 6-4, 3-6, 6-3 y 6-3 a John Isner.
Cuadro femenino: Carla Su¨¢rez, 7-5 y 6-3 a Magdalena Frech; Belinda Bencic, 6-3 y 7-5 a Venus Williams; Jelena Ostapenko, 6-1 y 6-4 a Francesca Schiavone; Kaia Kanepi, doble 6-2 a Dominika Cibulkova; Shuai Zhang, 2-6, 7-6 y 6-2 a Sloane Stephens.
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