Nadal contra la incertidumbre

En la jornada dominical, Melbourne transmite paz. Las casas coloniales se asientan a uno y otro lado de Spencer Street, donde transita la gente el d¨ªa de asueto sin preocupaciones, admirando algunos de ellos el espect¨¢culo lum¨ªnico que dibujan unos ca?ones que escupen fuego a orillas del r¨ªo Yarra. Al cruzar el puente, la arquitectura se redimensiona y los rascacielos vigilan una hermosa zona en la que descansan el oceanogr¨¢fico y el lujoso casino; tambi¨¦n un hotel dominante, el Crown Towers, donde se aloja Rafael Nadal durante su en¨¦simo desaf¨ªo, localizado ahora en Australia.

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Nadal, meneo y avance sin forzar ante Estrella Burgos

Un torneo en el que este lunes debuta ¡ªa las 9.00 hora espa?ola, Eurosport, contra el dominicano V¨ªctor Estrella Burgos¡ª y que, de antemano, suscita muchos interrogantes y muy pocas certezas. Si acaso, que Roger Federer parte como favorito en un escenario de m¨¢xima incertidumbre, puesto que al componente m¨¢s o menos aleatorio que suele conllevar el primer grande del curso, sin que los jugadores hayan adquirido apenas rodaje, se une la herencia del ejercicio anterior. O, sea, la de las lesiones. No es el caso exacto de Nadal, ya rehecho de la dolencia que le detuvo en la recta final de 2017, asegura ¨¦l; sin embargo, al n¨²mero uno le envuelve ahora mismo un halo de misterio por varios motivos.

Para empezar, porque no se sabe en qu¨¦ punto ha llegado exactamente Nadal; ni siquiera ¨¦l mismo lo sabe. ¡°Aqu¨ª todo el mundo empieza de cero, incluido yo¡±, explicaba en Melbourne. Para seguir, porque no compite oficialmente desde el pasado 14 de noviembre, en la Copa de Maestros de hace dos meses, y porque renunci¨® a los dos eventos previos en los que estaba inscrito, Abu Dabi y Brisbane. Y para continuar, porque si el a?o pasado pudo completar una pretemporada magn¨ªfica, en este la tendinopat¨ªa que le afect¨® en el ¨²ltimo tramo del curso pasado le trastoc¨® todos los planes.

¡°La temporada pasada fue larga, buena pero al mismo tiempo muy larga; no jugu¨¦ demasiados torneos [18] pero s¨ª muchos partidos [78]. Me vi obligado a parar durante un tiempo y luego he tenido que comenzar un poco m¨¢s tarde de lo esperado porque necesitaba entrenarme m¨¢s, ir m¨¢s despacio, estar m¨¢s fresco, mucho m¨¢s fluido en cuanto a mentalidad y en lo f¨ªsico tambi¨¦n...¡±, matiz¨® en su primera conferencia australiana. ¡°Hab¨ªa que llevar todos estos aspectos por el buen camino, as¨ª que eso es lo que hemos intentado. Ahora estoy aqu¨ª con la intenci¨®n de ofrecer mi mejor tenis. Veremos si estoy capacitado para ello o no¡±, resolv¨ªa el de Manacor.

A Melbourne, sin jugar, por primera vez

Al enigma de la ausencia de referencias competitivas se le une otro doble h¨¢ndicap: el hecho de que por primera vez en toda su carrera, Nadal (31 a?os) aterriz¨® en Melbourne sin haber disputado ning¨²n torneo preparatorio, y el regresar al Grand Slam que m¨¢s se le resiste: la ¨²nica vez que lo gan¨® fue en 2009 ¨Cdespu¨¦s de m¨¢s de cinco horas, con las l¨¢grimas de Federer¡­¨C y desde entonces ha cedido tres finales, las de 2012, 2014 y la del a?o pasado frente al suizo (36).

Sin embargo, si hay alg¨²n deportista que pueda disipar todo escepticismo o derribar cualquier imposible ese es Nadal, que se ha pulido sobre la marcha con un par de exhibiciones para recobrar sensaciones, un entrenamiento bajo el formato de un partido real, contra Dominic Thiem, y una serie de sesiones rutinarias supervisadas ¨²nicamente por Carlos Moy¨¤, este ya como tutor principal toda vez que Toni Nadal abandon¨® el banquillo y ejerce actualmente en la academia de su sobrino en Manacor.

Si hay alguien que puede con la inc¨®gnita es ¨¦l, que en este torneo volver¨¢ a lucir la camiseta sin mangas del pasado

¡°Nunca hab¨ªa llegado aqu¨ª sin jugar partidos oficiales y eso supone una situaci¨®n nueva para m¨ª, pero me siento bien. Siento que estoy jugando m¨¢s o menos bien y mi rodilla est¨¢ bien¡±, tranquiliza el ganador de 16 grandes, al que la veteran¨ªa parece haberle despertado la nostalgia por el pasado y por eso lucir¨¢ en esta edici¨®n el modelo sin mangas de su juventud. ¡°Me ilusiona volver a jugar as¨ª. En los pr¨®ximos meses combinar¨¦ las dos opciones. Siempre me he sentido c¨®modo sin mangas. Tengo buenos recuerdos de esa ¨¦poca¡±, cerr¨® el balear, al que, dicho sea de paso, le acompa?a un cuadro propicio hasta las semifinales.

De largo, de corto, con o sin mangas; de azul, de rojo o de celeste, con o sin bandana; si hay alguien que puede con la inc¨®gnita es ¨¦l. Contra la incertidumbre, el mejor remedio se llama Nadal.