Mascherano pide el cambio

Durante varios veranos, Javier Mascherano (San Lorenzo, Argentina; 33 a?os) escribi¨® un mensaje de texto similar al m¨®vil del presidente Josep Maria Bartomeu para decirle que su tiempo en el Bar?a hab¨ªa pasado, que no pod¨ªa ofrecer m¨¢s. Pero siempre recibi¨® una negativa porque tanto ¨¦l como el club confiaban en su f¨²tbol y ascendencia, tambi¨¦n en su relato argumentado y pausado ante los micros. El Jefecito, sin embargo, hizo o¨ªdos sordos porque en 2014 negoci¨® con el N¨¢poles dado que le ofrec¨ªan jugar de stopper ¡ªsu demarcaci¨®n favorita que casi nunca palp¨® en el Bar?a porque como dijo ayer: ¡°Busquets es el mejor mediocentro del mundo¡±¡ª, aunque finalmente recul¨® porque le convencieron las palabras de Luis Enrique como tambi¨¦n lo hicieron hace dos veranos, cuando se comprometi¨® verbalmente con la Juve, preocupado como estaba por sus problemas fiscales. Y, aunque empez¨® este curso con ganas de pelear por el puesto, pronto se deshizo su hambre por lo que desde octubre ya se siseaba por los pasillos del club su deseo de hacer mutis por el foro, voluntad que expres¨® al iniciarse diciembre, ya con la oferta del Hebei Fortune chino bajo mano.

¡°Es hora de despertar¡±

Ten¨ªa claro, esta vez s¨ª, que las manecillas del tiempo le pillaron vestido de azulgrana cuando a s¨ª mismo se exig¨ªa otra el¨¢stica. ¡°Llegu¨¦ para cumplir un sue?o y es hora de despertar, dur¨® m¨¢s de lo que jam¨¢s hubiese pensado¡±, resolvi¨® Mascherano, arrastrando pena y orgullo, conteniendo las l¨¢grimas; ¡°fueron siete a?os y medio pero parecieron mucho menos de lo bien que la pasamos¡±.

M¨¢s informaci¨®n

Mascherano: ¡°Es hora de despertar del sue?o¡±

El Barcelona despide hoy a Mascherano

Aunque a rega?adientes porque consideraba que era un suplente de garant¨ªas, Valverde acept¨® su marcha. Lo mismo ocurri¨® con el ¨¢rea deportiva, convencida al fin tras mirar sus n¨²meros del a?o y el dinero del traspaso, que ser¨¢n unos 10 millones (algo m¨¢s de la mitad en concepto de traspaso y el resto en variables que se reducen, b¨¢sicamente, a un amistoso ante el filial). ¡°Quer¨ªamos que se quedara¡±, dicen desde el Bar?a; ¡°pero ten¨ªa la decisi¨®n metida en la cabeza. Otra historia se hubiese dado si fuera titular¡±. Pero desde mediados del curso pasado no lo era. ¡°Hay que aceptar la realidad. Ya no era el jugador que hab¨ªa sido antes, futbol¨ªsticamente no ten¨ªa la importancia de otros a?os y necesitaba este cambio. No sent¨ªa que pod¨ªa revertir la situaci¨®n porque la calidad de los centrales del equipo es alt¨ªsima¡±, explic¨®. ¡°Que un jugador de su nivel, que lo ha ganado todo, diga en p¨²blico que los otros estaban mejor que ¨¦l ya te indica el tipo de persona que es¡±, indican desde el club.

Quiz¨¢ por eso no falt¨® nadie a su despedida, desde el presidente a la directiva, desde el ¨¢rea deportiva a sus compa?eros y el cuerpo t¨¦cnico. ¡°Se trata de reencontrar la ilusi¨®n que he ido perdiendo. Y est¨¢ claro que si tengo continuidad es importante para ir al Mundial¡±, adujo el central, demarcaci¨®n que le descubri¨® Guardiola a su llegada y que ahora Sampaoli aprovecha para la selecci¨®n. As¨ª que ha llegado su d¨ªa del adi¨®s [hoy se despedir¨¢ de la afici¨®n del Camp Nou antes del derbi], tal y como acord¨® con el club, dado que le solicitaron que aguantara hasta que Umtiti volviera al once porque por fechas no corr¨ªa prisa su incorporaci¨®n al Hebei, todav¨ªa con el mercado chino abierto.

El Bar?a, en cualquier caso, espera que no sea un adi¨®s sino un hasta luego puesto que Bartomeu le ofreci¨® un banquillo de La Masia cuando cuelgue las botas. ¡°Acabar¨¢ siendo entrenador. Lo va a probar porque es un veneno que se te mete y hasta que no lo pruebas, no paras¡±, augur¨® Valverde. Pero de momento, ser¨¢ simplemente Mascherano, jugador del Hebei y de la Albiceleste, tambi¨¦n un gran l¨ªder que impregn¨® de su aroma y competitividad al Bar?a durante algo m¨¢s de siete a?os, tambi¨¦n un ejemplo para todos como expres¨® la plantilla en el v¨ªdeo de despedida que le hicieron. ¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil de jugar aqu¨ª es que un d¨ªa te tienes que ir¡±, concedi¨®. A ¨¦l, porque as¨ª lo ha querido, ya le ha llegado.