Los motivos para hacerse hincha de Am¨¦rica o Chivas
La colecci¨®n 'Amor por la camiseta' recoge 11 pretextos para profesar su pasi¨®n por los equipos del cl¨¢sico mexicano
La animadversi¨®n en el f¨²tbol de M¨¦xico est¨¢ coloreada de amarillo, rojo y blanco. La crom¨¢tica de Am¨¦rica y las Chivas ha marcado la rivalidad m¨¢s profunda en la Liga mexicana. Se cumplen 75 a?os de la enemistad que enfrenta al equipo fundado por un belga y al otro creado por estudiantes mexicanos, ambos con 12 t¨ªtulos de Liga y con el r¨®tulo de ser los m¨¢s afamados.
El libro las 11 razones para ser rojiblanco y azulcrema (Editorial Planeta) resume la historia de dos instituciones que nacieron en medio de contradicciones. En Guadalajara han construido la imagen de que sus Chivas son parte de la identidad de M¨¦xico casi como el mariachi y el tequila, incluso se nombraron el apodo de equipo del pueblo al jugar exclusivamente con futbolistas mexicanos. Resulta parad¨®jico que el club fuera fundado por el belga Edgar Everaert y un grupo de franceses. Las primeras plantillas de jugadores no correspond¨ªan al sentimiento nacionalista que ahora profesa el club.
El Guadalajara se convirti¨® en el equipo favorito de las clases obreras y, sobre todo, tuvo un enganche con los trabajadores de las f¨¢bricas textiles. "Las Chivas son el destello del sentimiento antiimperialista que surgi¨® en la Revoluci¨®n mexicana", se lee en el libro ¨Capolog¨ªa del reba?o que ahora es un club con impacto internacional¨C.
Una de las razones para convertirse en seguidor de las Chivas es por la a?oranza a sus viejos ¨ªdolos como Jaime David G¨®mez. El Tubo, como le conoc¨ªan, empez¨® como jugador de voleibol y se convirti¨® en el arquero que, ante el nulo trabajo en un partido contra Atlas, se dispuso a leer un c¨®mic. O tambi¨¦n Tom¨¢s Balc¨¢zar, el abuelo de Chicharito, que fue contratado por 700 pesos (37 d¨®lares).
El Am¨¦rica, el equipo con fuertes inversiones y jugadores de cierto renombre, fue fundado por un conjunto de estudiantes mexicanos de la capital de M¨¦xico. De la uni¨®n de chicos del Colegio Mascarones y de un equipo llamado Col¨®n emergi¨® todo el emporio del Am¨¦rica. A diferencia de Chivas, los americanistas iniciaron su historia con futbolistas de M¨¦xico y luego comenz¨® la historia de fichajes de futbolistas sudamericanos.
Si en algo han coincidido el Am¨¦rica y las Chivas es utilizar el mismo nombre. El primer nombre del conjunto rojiblanco fue Union Football Club en 1906, como si se tratara de alg¨²n club ingl¨¦s. En 1919, los americanistas cambiaron su identidad para definirse como el Club Uni¨®n, aunque eso solo dur¨® un a?o.
Am¨¦rica, antes de ser uno de los clubes con la cartera m¨¢s abultada, tuvo ¨¦pocas en las que necesitaban de inversores. Entre los que aportaron a las arcas fueron Mario Moreno, Cantinflas, uno de los actores mexicanos m¨¢s reconocidos en los a?os 40. Otro mecenas, de acuerdo con el libro, fue el expresidente Adolfo Ruiz Cortines (1952 a 1958), tras su apoyo el equipo gan¨® el torneo de Copa contra las Chivas en la campa?a 1953-54. El subid¨®n de recursos fue gracias a la compra del equipo por parte del magnate de la radio y televisi¨®n en ese entonces, Emilio Azc¨¢rraga Milmo. ¡°Televisa le dio la posibilidad de tener mayor penetraci¨®n en la sociedad mexicana porque fue un producto que se explot¨® en las transmisiones de manera efectiva¡±, se lee en el trabajo firmado por Iker Augusto y Mauricio Villa.
¡°No s¨¦ nada de f¨²tbol, pero s¨¦ de negocios y voy a convertir al Am¨¦rica en un negocio bien administrado y redituable. El Am¨¦rica debe ser el ni?o malo de la pel¨ªcula¡±, refiri¨® Azc¨¢rraga Milmo para poner la primera piedra del equipo m¨¢s repudiado de M¨¦xico. Las campa?as de mercadotecnia se han basado en el lema ¡°¨®diame m¨¢s¡±.
La rivalidad entre ambos clubes tambi¨¦n se ha cimentado en las batallas campales. Una de las m¨¢s recordadas es la semifinal de 1983. Cisneros de las Chivas le dio un rodillazo a Batata de Am¨¦rica y este se meti¨® con Fernando Quirarte. Samuel Rivas le dio un codazo al astro americanista, Crist¨®bal Ortega. Luego empez¨® una pelea grupal que dur¨® hasta nueve minutos en el que la cancha parec¨ªa una batalla por subirse al transporte p¨²blico. Otra de ellas fue en 1999 cuando Cuauht¨¦moc Blanco advirti¨® a Felipe de Jes¨²s Robles de Guadalajara que despu¨¦s del partido le dar¨ªa una tunda. Lo cumpli¨® y le solt¨® un pu?etazo al rostro.
Uno de los argumentos para hacerse hincha de Am¨¦rica, seg¨²n el compendio, es porque son los visitantes envidiados. Cuando el club juega de visita pr¨¢cticamente aumentan los precios de las entradas. ¡°Que venga el Am¨¦rica es un gran negocio para nosotros. Sabemos que habr¨¢ mucha m¨¢s gente porque no todos los equipos jalan [tienen la misma convocatoria] lo mismo que ellos. Cuando nos visita el Am¨¦rica viene gente que nunca viene al estadio o que solo aparece en finales¡±, se lee el testimonio de Rosa Guti¨¦rrez, una comerciante en la periferia del estadio Morelos.
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