Luis Su¨¢rez, un Stone en el patio del colegio
Gustavo Poyet, ¡®El Loco¡¯ Abreu y Mart¨ªn Lasarte subrayan que el delantero uruguayo, sin perder su esencia, est¨¢ m¨¢s tranquilo junto a Messi
La vida a veces parece no poder escapar al patio del colegio. Los que conocen a Leo Messi dicen que su regate no evolucion¨®, igual de imparable en el Camp Nou que en las inferiores del Newell¡¯s; los rivales de Neymar ense?an la misma cara de susto en el Parque de los Pr¨ªncipes que los meninos que lo enfrentaban en la Portuguesa Santista; como tambi¨¦n les pasa a los porteros que intentan adivinar las par¨¢bolas de los remates de CR7, tan indescifrable en el Bernab¨¦u, como lo era en Old Trafford o en el Jos¨¦ Alvalade. Una especie de hechizo con el f¨²tbol nost¨¢lgico, imborrable en Rosario, S?o Paulo, Madeira, tambi¨¦n en Montevideo. ¡°Si ves un partido de f¨²tbol de gurises (ni?os) en una escuela de Uruguay, te vas a encontrar con un buen delantero y un buen defensor¡±, advierte el uruguayo Gustavo Poyet, exentrenador del Sunderland y el Betis, hoy en el Girondins franc¨¦s.
Pasa en los colegios de Montevideo, pasar¨¢ ma?ana en el Camp Nou: un buen delantero, Luis Su¨¢rez, se enfrentar¨¢ a un buen defensa, Diego God¨ªn. ¡°Nuestro f¨²tbol est¨¢ condicionado por el apuro. Hay una necesidad acuciante de que el juego est¨¦ cerca del ¨¢rea¡±, interviene Mart¨ªn Lasarte, ext¨¦cnico de Nacional de Montevideo y la Real Sociedad, entre otros. ¡°Finalmente es en las ¨¢reas¡±, vuelve Poyet; ¡°donde se marcan las diferencias. Somos pragm¨¢ticos, por eso es importante tener l¨ªderes en la defensa y en el ataque. Todo el resto, la posesi¨®n, el estilo, queda bonito para el debate de la tele¡±.
Para el delantero Sebasti¨¢n El Loco Abreu lo que al f¨²tbol uruguayo le ha faltado hist¨®ricamente son volantes con pausa: ¡°Hay muchos mediocampistas de respuesta, pero no de propuesta. Por eso, en el mundo triunfan los delanteros y los defensores uruguayos¡±. ¡°No creo que a Luis y a Diego les guste enfrentarse¡±, explica Abreu; ¡°es tan duro tener a un delantero como Su¨¢rez, como enfrentarse a un defensa como God¨ªn¡±. Un viejo duelo que comenz¨® en los entrenamientos de Nacional de Montevideo en 2006 y se repite desde 2014 en Espa?a, cuando el 9 aterriz¨® en el Camp Nou.
¡°Tienen un pacto: dentro del campo rivales; fuera, amigos. Nacemos con eso¡±, insiste Poyet. Luis Su¨¢rez le marc¨® siete goles al Atl¨¦tico, el ¨²ltimo en el duelo de la primera vuelta en el Wanda Metropolitano (1-1). El charr¨²a pas¨® la prueba de la templanza ante Las Palmas, no vio la quinta amarilla en el Estadio de Gran Canaria y acompa?ar¨¢ a Messi en el ataque azulgrana ante el Atl¨¦tico. ¡°A Luis lo veo m¨¢s tranquilo en el campo¡±, dice Lasarte, el t¨¦cnico que lo hizo debutar en Primera. Mientras que en el Liverpool vio 23 amarillas en sus 69 partidos en la Premier (una cada tres partidos), en el Bar?a se ha llevado 22 en 105 duelos (una cada cinco).
¡°Ganar tranquiliza¡±, sentencia Poyet. ¡°Adem¨¢s, cuando tienes al peque?o (por Messi) al lado sabes que la responsabilidad del partido la lleva ¨¦l. En el Liverpool, la gente miraba a Luis cuando no se ganaba, en el Bar?a se mira a Leo¡±. Lo mismo opina Lasarte. ¡°?C¨®mo no te va a dar tranquilidad jugar con Messi, te da los goles, te deja tirar los penaltis¡! Son muy amigos y se nota. La clave de esa relaci¨®n es que cada uno sabe su lugar; no compiten, se complementan¡±, dice el exentrenador de la Real.
Luis Su¨¢rez gambete¨® las dudas sobre su estado de forma al principio de temporada ¡ª sufri¨® un problemita en la rodilla¡ª, y llevaba 10 partidos consecutivos marcando hasta que choc¨® con Las Palmas. Goleador en el Bar?a, l¨ªder en Uruguay. ¡°La ¨²ltima vez que lo vi, antes del casamiento de Leo en Montevideo, Luis no pod¨ªa caminar por la calle. Yo lo veo tan normal, tan como cuando era ni?o, y para la gente es Mick Jagger¡±, remata Lasarte. Tranquilo al lado de Messi, siempre goleador, Luis Su¨¢rez es un Rolling Stone atrapado en el patio del colegio.
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