Cuando en el cl¨¢sico pasa lo que ten¨ªa que pasar
En las palizas de los dos ¨²ltimos Bar?a-Madrid solo un equipo, el vencedor, compareci¨® en la pista. Quiz¨¢ porque era el ¨²nico que sent¨ªa tener algo en juego en cada ocasi¨®n
Con apenas quince d¨ªas de distancia, en el mismo escenario y con similares contendientes, el cl¨¢sico del baloncesto espa?ol depar¨® dos zarandeos de ida y vuelta: un +27 del Madrid en la 23? jornada de Euroliga (74-101) y un +22 del Bar?a en la 22? de Liga Endesa (94-72). El cuarto y quinto duelo de una secuencia que en los tres enfrentamientos previos se resolvi¨® por m¨¢rgenes m¨¢s estrechos, incluida la vibrante final de Copa. Dos resultados tan contundentes como previsibles situados en contexto.
M¨¢s all¨¢ de la satisfacci¨®n del aficionado de uno u otro por la contundente victoria ante el eterno rival, poco o nada han dejado estos duelos en la retina del selecto amante del baloncesto. Falt¨® juego, pugna y, sobre todo, competitividad. S¨®lo un equipo, el vencedor, compareci¨® en la pista, quiz¨¢ porque era el ¨²nico que sent¨ªa tener algo en juego en cada ocasi¨®n. La reflexi¨®n se traslada a los calendarios competitivos.
Metidos en la cabeza del jugador, a veces es f¨¢cil intuir las inercias. Se ve¨ªa venir que tras ganar la Copa, al Bar?a le iba a costar Dios y ayuda enfrentarse al Madrid en la Euroliga. Despu¨¦s de un horroroso comienzo de temporada, que enlazaba con el convulso curso de Bartzokas, la llegada del coach Pesic dio un vuelco radical al equipo azulgrana convirtiendo la frustraci¨®n en hambre y ganas de demostrar. Que nadie diera un duro por ellos en la Copa les favoreci¨® pero, tras calmar las urgencias, la cita ante el eterno rival en la Euroliga se le hizo muy cuesta arriba. Unos llegaban f¨ªsica y mentalmente desinflados, sin opciones en el torneo, y los otros con sed de venganza y en plena pelea por la Final Four. Pas¨® lo que ten¨ªa que pasar y el Real Madrid barri¨® al Barcelona.
Dos semanas despu¨¦s, las motivaciones cambiaban de bando. Mientras en Europa el balance del Bar?a de Pesic es de dos derrotas y una victoria; en la ACB sus partidos se cuentan por triunfos y es que aqu¨ª s¨ª que tienen mucho en juego en su persecuci¨®n por afianzar el puesto y crecer en sensaciones. Escenario opuesto al del Madrid, sobrado en la Liga Endesa, con cinco partidos de ventaja, ahora cuatro, y jug¨¢ndose el factor cancha en sus pr¨®ximas citas de Euroliga. El resultado entraba dentro de muchas quinielas y otra vez s¨®lo hubo un equipo en la cancha. Psicolog¨ªa, dosificaciones, c¨¢lculos...
La circunstancia reabre el debate sobre los sistemas de competici¨®n de los equipos profesionales, con ligas regulares que deparan muchos partidos sin drama ni premio en espera de los playoffs. Hay quien aboga por ir hacia una Liga con un modelo similar al del f¨²tbol o a una Euroliga con formato Champions¡ No me parece la soluci¨®n porque la emoci¨®n que deparan los playoffs es inigualable.
En cualquier caso, antes de pensar en cambios de formato habr¨ªa que encontrar soluciones pol¨ªticas y de calendario al conflicto que existe casi a cuatro bandas entre FIBA, Euroliga, Federaci¨®n y ACB. Hay muchas batallas abiertas para un deporte que sobrevive a tanto conflicto con ¨¦xito, pese a que los jugadores lo sufren.
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