Por qu¨¦ Alejandro Valverde corre una prueba en Navarra en lugar del Tour de Flandes
El GP Indurain, una de las m¨¢s antiguas del calendario espa?ol que el murciano nunca se pierde, homenajea este s¨¢bado a Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri
Hace unos d¨ªas, Alejandro Valverde, que est¨¢ en periodo de batir r¨¦cords, le dijo a su director, Eusebio Unzue, que este a?o le gustar¨ªa correr el Tour de Flandes, un monumento ciclista que no conoce, que le atrae y le intriga. Y que el mejor ciclista del momento desea ganar. ¡°Pero no puede ser¡±, le dijo Unzue. ¡°Flandes es el domingo 1 de abril, y recuerda que el s¨¢bado 31 tenemos la carrera de Estella¡±. Valverde dijo, ¡°ah, es verdad¡±, y no hubo m¨¢s discusi¨®n. No fue necesario sacar a colaci¨®n el riesgo que supone disputar Flandes, enfrentarse a sus muros de pav¨¦s, sus lluvias y sus vientos, tantas posibilidades de ca¨ªdas y lesiones, el otro argumento que justifica que ninguno de los grandes ciclistas que intentar¨¢n ganar el Tour en julio (quiz¨¢s, salvo Vincenzo Nibali), corra all¨ª.
Valverde estar¨¢ el s¨¢bado disputando el GP Miguel Indurain, el nombre que lleva desde 1999 la carrera de Estella, una de las m¨¢s antiguas del calendario espa?ol. Este a?o, la prueba abandona el final habitual de la ¨²ltima d¨¦cada en lo alto del Puy. Tras ascender Guirguillano, Lezaun y Eraul, y pasar por Abarzuza y subir a Ibarra, la meta la encontrar¨¢n los ciclistas en el paseo de la Inmaculada.
Una de las 116 victorias del murciano es la prueba navarra, que gan¨® ya en 2014, as¨ª que la necesidad de inscribirla en su palmar¨¦s tan extenso no es el motor que le empuja a participar en ella todas las primaveras. Lo que le mueve es m¨¢s bien el enorme valor sentimental y simb¨®lico que la carrera posee para la gente que cre¨® su equipo, el Movistar, hace ya casi 40 a?os.
Este s¨¢bado, adem¨¢s, el GP Indurain homenajear¨¢ al fundador del equipo, a Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri, el hombre que cuando se llamaba Reynolds su formaci¨®n, a¨²n peque?a, le infundi¨® una mentalidad y filosof¨ªa que romp¨ªan con lo que se llevaba entonces en el pelot¨®n espa?ol y que a¨²n perduran. De all¨ª surgi¨® Perico Delgado, el escalador segoviano que ganando el Tour de 1988 rompi¨® una sequ¨ªa de 15 a?os del ciclismo espa?ol con la carrera que crea los campeones. Y solo tres a?os despu¨¦s, de all¨ª tambi¨¦n surgi¨® Indurain para ganar cinco Tours seguidos y convertir la heroicidad casi en rutina. Tanto Perico como Indurain, que finalmente acept¨®, sorprendiendo a muchos, que la prueba llevara su nombre ganaron en Estella en los a?os 80, cuando la carrera se llamaba GP de Navarra, y siguieron fieles a ella toda su vida profesional. Como Valverde.
Todos saben quiz¨¢s que el primer contacto con el ciclismo de Ech¨¢varri, de 70 a?os, brot¨® en las cunetas de su pueblo, Abarzuza, una localidad pegada a Estella, viendo pasar por delante de su casa todos los abriles la carrera, que comenz¨® a disputarse en 1951 con el nombre de Campeonato Vasco-Navarro de Monta?a. All¨ª vio ganar a los h¨¦roes locales, como Hortensio Vidaurreta, Jes¨²s Galdeano o Carlos Echevarr¨ªa. Y tambi¨¦n, y siempre le recuerda, al gran Jos¨¦ P¨¦rez Franc¨¦s, que convert¨ªa toda competici¨®n en un duelo, ¨¦l contra todos, ¨¦l contra el mundo. Y Ech¨¢varri, que andar¨ªa por los 15 a?os, le admiraba fascinado.
Tambi¨¦n por all¨ª pas¨® Luis Oca?a, que no lleg¨® a ganar, pero a un ganador de Tour al que nunca vio Ech¨¢varri por sus carreteras fue a Federico Mart¨ªn Bahamontes, quien, sin embargo, s¨ª que estaba inscrito en la edici¨®n de 1960, a la que lleg¨® como ganador del Tour de 1959, el primer espa?ol que nunca lo hab¨ªa conseguido. Bahamontes, sin embargo, no lleg¨® a vestirse de corto. Nada m¨¢s llegar reclam¨® un fijo de salida a la organizaci¨®n, que le precis¨® amablemente que all¨ª nadie cobraba nada por participar. Un industrial local le ofreci¨® entonces 20.000 pesetas. ¡°Pero te las dar¨¦ solo si ganas, ?eh?¡±. Bahamontes le respondi¨® que si estaba loco, que ¨¦l no iba a esforzarse por ganar all¨ª. El gran Federico no corri¨® definitivamente en Estella, pero s¨ª que pas¨® pedaleando por la ciudad navarra. Ocurri¨® el a?o siguiente. Bahamontes pas¨® escapado, camino de ganar la etapa de la Vuelta del 61 Logro?o-San Sebasti¨¢n. Ech¨¢varri no lo recuerda bien, pero todo el mundo le cuenta que nuca se ha vuelto a o¨ªr una pitada tan fuerte como la que recibi¨® el ?guila de Toledo aquel d¨ªa.
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