Al l¨ªder le valen 47 segundos en el Pizju¨¢n
Los azulgrana empatan en dos jugadas finales un partido en el que el Sevilla aspir¨® a la goleada
Al Barcelona le alcanz¨® con un abrir y cerrar de ojos para despertar al Sevilla. Nadie daba un duro por el l¨ªder cuando comparecieron Luis Su¨¢rez y Messi y con solo dos remates en 47 segundos consiguieron tantos goles como el equipo de Montella en 21 tiros en 87 minutos fren¨¦ticos en el S¨¢nchez Pizju¨¢n. El partido ol¨ªa a goleada para el Sevilla y acab¨® con un empate del Barcelona. El resultado avala el poder¨ªo de los dos delanteros azulgrana al tiempo que el juego compromete al equipo de Valverde, que resucit¨® en plena Semana Santa, para mantener su condici¨®n de invicto en la Liga.
La pegada del Barcelona contrast¨® con la indulgencia del Sevilla. Los azulgrana se olvidaron de defender, una noticia sorprendente con Valverde, y fueron durante mucho rato un equipo irreconocible, err¨¢tico y desganado, sometido por un euf¨®rico Sevilla. La excitaci¨®n era m¨¢xima en el Pizju¨¢n con vistas a la eliminatoria de Champions contra el Bayern y a la final de Copa ante el propio Barcelona. El l¨ªder, mientras, parec¨ªa mudo con y sin Messi en vigilias de recibir a la Roma.
M¨¢s remates que juego
Ausente de salida el 10, el Barcelona afrent¨® el partido con tres delanteros, un ariete cl¨¢sico como Luis Su¨¢rez y dos jugadores desequilibrantes por las bandas, Demb¨¦l¨¦ y Coutinho. No quer¨ªa especular, m¨¢s poderoso en la presi¨®n y la transici¨®n, falto en cambio de precisi¨®n en una medular copada por Paulinho, Rakitic e Iniesta. Aunque no estaba fino en la elaboraci¨®n, el Bar?a se confi¨® porque alcanzaba posiciones de remate con relativa facilidad a partir de Luis Su¨¢rez hasta que recibi¨® sin enterarse el 1-0.
Tampoco le costaba al Sevilla enfilar a Ter Stegen. Los contragolpes del equipo de Montella eran r¨¢pidos y directos, tan vertiginosos como inicialmente est¨¦riles, nada nuevo en la Liga. Al Sevilla le falta contundencia para coronar su juego vigoroso, su ir y venir sin parar, empujado desde la derecha por el reaparecido Navas, sustituto en el campo de Sarabia. No hab¨ªa pausa en un partido planteado a tumba abierta, dispuestos ambos equipos a resolver el litigio en las ¨¢reas, como si la posesi¨®n no le importara al Bar?a en ausencia de Busquets y Messi.
La permeabilidad en la divisoria conden¨® a los muchachos de Valverde. Pinch¨® la pelota Correa y arm¨® una jugada primorosa rematada con calma por el Mudo V¨¢zquez. Nadie incomod¨® al italo-argentino, ni siquiera Umtiti. El disparo a c¨¢mara lenta de V¨¢zquez penaliz¨® las reiteradas p¨¦rdidas de bal¨®n del Bar?a, m¨¢s espectador que protagonista a medida que avanzaba el duelo. No hab¨ªa ni rastro de la solidez de los azulgrana, que no hab¨ªan encajado un gol desde el partido de Las Palmas ¡ª439 minutos¡ª, cuando Calleri bati¨® de penalti a Ter Stegen.
La ¨²nica preocupaci¨®n de Montella era proteger al lateral derecho despu¨¦s que Mercado tomara una tarjeta y se expusiera a la expulsi¨®n. El t¨¦cnico aprovech¨® el descanso para sustituir al argentino por Lay¨²n. La estabilidad sevillista contrast¨® con el absentismo del Bar?a, poco intenso, nada concentrado, nuevamente condescendiente en el 2-0 de Muriel. El tercero no lleg¨® poco despu¨¦s porque Piqu¨¦ sac¨® en la raya de gol el chut de Navas, excelente como medio y delantero, capaz de regatear a Ter Stegen.
El poder¨ªo f¨ªsico del Sevilla parti¨® por la mitad al Bar?a. La salida de Messi permiti¨® por un momento atemperar al rival. La pausa dur¨® poco porque los chicos de Montella volvieron a la carga cuando advirtieron que ning¨²n azulgrana era capaz de superar al desacertado Sergio Rico. Al meta le fallaba el pulso tanto como a Murillo. Las ocasiones se contaban en el ¨¢rea de Ter Stegen. Viv¨ªa c¨®modo el perdonavidas del Sevilla. Y, entonces, en plena euforia local, apreci¨® Su¨¢rez a la salida de un c¨®rner para poner el 2-1 y acto seguido se present¨® Messi con un disparo desde fuera del ¨¢rea para dejar el 2-2. Visto y no visto, tal que fueran dos jugadas de otro partido si no fuera porque se trataba del Barcelona, el l¨ªder que no pierde un partido ni concediendo dos goles y 20 remates en 87 minutos como pas¨® en Sevilla.
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