La Roma despu¨¦s de Totti
El equipo de Monchi, en pleno proceso de transformaci¨®n, llega despu¨¦s de diez a?os a unos cuartos de Champions League que nadie esperaba
La juerga dur¨® m¨¢s de un mes en algunos barrios como la Garbatella o el Testaccio, donde los comerciantes sacaban mesas y sillas e invitaban a los vecinos. Un mill¨®n de personas hab¨ªa llenado el Circo Massimo para celebrar el sucdetto que dirigi¨® Capello y ejecut¨® la banda de Batistuta, Cafu y Totti. Corr¨ªa junio de 2001 y fue la ¨²ltima gran alegr¨ªa colectiva de la Roma sin que mediase derrota de la Lazio. El nuevo propietario, el magnate estadounidense James Pallotta, intent¨® atrapar aquel perfume ganador una d¨¦cada despu¨¦s con una estrategia deportiva y empresarial tan persistente como est¨¦ril. Nombres atractivos en verano, arranque prometedor, desenga?o con los turrones y estrellas a la fuga en el siguiente mercato. Despu¨¦s de 500 millones gastados, la ilusi¨®n volv¨ªa a ser en primavera ver jugar al Capitano. El ciclo se alarg¨® siete temporadas m¨¢s y cuando aterriz¨® Monchi el pasado mayo se encontr¨® con la met¨¢fora perfecta para liquidar el bucle melanc¨®lico de 2001: la jubilaci¨®n de Francesco Totti, mito viviente de aquel largo periodo. Pero hoy, a las puertas de unos cuartos que no jugaba desde hace una d¨¦cada, la Roma es todav¨ªa un equipo a medio hacer.
El cambio empez¨® por el s¨ªmbolo. A sus 41 a?os, Totti llevaba un par de temporadas consumiendo su genio en el banquillo y minando la moral de los entrenadores que notaban su desprecio en la nuca cada domingo. El sevillano se arm¨® de valor y el primer d¨ªa encar¨® el asunto. ¡°Me temblaban las piernas cuando fui a dec¨ªrselo¡±, cont¨® en una entrevista con EL PA?S. El club, aterrorizado siempre por la reacci¨®n del astro, contuvo la respiraci¨®n y mir¨® hacia otro lado. Pero esta vez funcion¨®. Hoy en Trigoria, la ciudad deportiva romanista, cuentan que Totti ha encontrado a un amigo en Monchi, pisa el vestuario asiduamente y progresa en su papel de directivo e imagen del club.
El nuevo entrenador ¡ªLuciano Spalletti se fue al Inter y lleg¨® al banquillo Eusebio di Francesco¡ª es un hombre de la casa que particip¨® en aquel scudetto de 2001 y ha tenido el apoyo incondicional de Monchi en los peores momentos. Pero la Roma, demasiado acostumbrada a no ganar pese a tener la segunda plantilla m¨¢s cara de la Serie A, qued¨® descolgada de la Liga en diciembre ¡ªla Juve va camino de encadenar su s¨¦ptimo t¨ªtulo consecutivo¡ª, y tir¨® la Copa ante el Torino. Es cierto que el proyecto promete, respira un aire m¨¢s arm¨®nico y la afici¨®n aguanta, aunque el Ol¨ªmpico nunca se llene. La verdadera Roma de Monchi, se convence la grada, se ver¨¢ el curso que viene.
Hasta entonces, faltan piezas clave respecto a la temporada pasada como Salah ¡ªpichichi europeo con el Liverpool¡ª y el equipo depende todav¨ªa mucho en ataque de los fogonazos de El Shaarawy, las subidas por la banda izquierda de Kolarov ¡ªllegado este a?o del Manchester City¡ª o la capacidad de un intermitente Perotti de saltar l¨ªneas y generar superioridades. Cengiz Under, un atacante turco de 20 a?os pr¨¢cticamente ambidiestro y con aroma a fichaje made in Monchi, ha dado viveza a la delantera y le ha restado previsibilidad al juego del equipo en el que no ha cuajado el checo Patrick Schick, el fichaje m¨¢s caro de la historia del club (40 millones) con un gol esta temporada. Hasta ahora solo Dzeko ¡ªa punto de salir al Chelsea en enero¡ª ha aportado constancia arriba.
El medio del campo languidece a la espera cambios en verano. Daniele De Rossi, el ¨²ltimo gran mito, tapa agujeros en defensa pero aporta menos en construcci¨®n. Strootman contin¨²a su declive tras las graves lesiones y sin su estrella Nainggolan, lesionado en el partido de este fin de semana ante el Bolonia y duda para el mi¨¦rcoles, se a?ora un verdadero director de orquesta.
Hoy la Roma de Di Francesco se encuentra mejor cuando espera y sale al contrataque. Especialmente con equipos construidos en torno a la posesi¨®n y el pase, como el Bar?a. Sucedi¨® con el N¨¢poles, a quien termin¨® endosando cuatro goles en el San Paolo cuando el equipo de Maurizio Sarri lideraba la clasificaci¨®n y encadenaba una extraordinaria racha. Pero tambi¨¦n supo plantear excelentes encuentros contra el Chelsea en la fase de grupos y llegar primera contra todo pron¨®stico. Es el espejo en el que se mira ahora una afici¨®n que se encomienda a la m¨ªstica de 2001 y al desbordante talento de su portero brasile?o, Alisson Becker, para pasar de ronda en una competici¨®n por la que nadie hab¨ªa apostado una lira este a?o.
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