Un desactivador de bombas cuida de Jon Rahm
Joseba del Carmen, especialista en explosivos de la Ertzaintza durante 14 a?os, es el ¡®coach¡¯ mental del golfista vasco que maravilla al mundo
En el campo de golf Jon Rahm es una bomba de relojer¨ªa andante, una tonelada de energ¨ªa interior incandescente, que pocas veces llega a estallar porque transporta en su interior su propio mecanismo de desactivaci¨®n. Y el mundo, y los aficionados que le aclaman como el nuevo Seve Ballesteros, el ¨²ltimo genio del golf mundial, lo agradece.
Una met¨¢fora tan explosiva parece, de entrada, un tanto exagerada, pero viene al pelo mejor que ninguna cuando se conoce a Joseba del Carmen, antes desactivador de explosivos en la Ertzaintza, entre otros muchos oficios. ¡°He sido jugador de baloncesto, empresario con quiebra, profesional de golf, desactivador de bombas¡ Y desde hace 10 a?os me he preparado para ser coach, entrenador mental o de liderazgo o de emociones o como lo quieran llamar¡±, dice Del Carmen, vitoriano nacido en 1967. ¡°He trabajado con deportistas en el Alav¨¦s y en el Baskonia, y con CEOs y directivos de empresa. Y trabajo con Rahm desde hace cuatro¡±. Lo desactiva, podr¨ªa a?adir, aunque ¨¦l prefiere, con su lenguaje, decir que lo ¡°canaliza¡±.
Como Seve, Rahm, de 23 a?os, posee un car¨¢cter volc¨¢nico, una relaci¨®n muy sensible y reactiva con la frustraci¨®n que, de m¨¢s joven, le llev¨® a ser descalificado en algunos torneos y a castigos con fines correctivos. ¡°Pero la emoci¨®n es b¨¢sica. Es el radar. El GPS que te dice adonde tienes que dirigirte. Y cuanto m¨¢s quieras contenerlas m¨¢s da?o te provocas¡±, explica uno que ha sobrevivido durante 14 a?os en Iurreta (Bizkaia) en su delicado trabajo de desactivador gracias al control emocional. ¡°Hay que dejar un escape y soltarlas... Eso hacemos con Rahm. Cada vez la exterioriza menos porque se entrena en eso, pero tambi¨¦n esa emoci¨®n es lo que le ha hecho estar ah¨ª. No podemos olvidarnos de qui¨¦n somos, de d¨®nde venimos. Rahm es diferente, como Seve¡±.
Que las bombas son como las personas, artefactos con una gran energ¨ªa interior llamada emociones, lo descubri¨® Del Carmen en Beasain, en su primera misi¨®n desactivadora, cuando, llegado el momento de poner a prueba todo lo que hab¨ªa estudiado, sufri¨® la incertidumbre de la primera vez. ¡°Me hice artificiero porque hab¨ªa plazas y dije ¡®voy a probar¡¯. Me encantaba el manejo de qu¨ªmica, f¨ªsica, electricidad, y me cautiv¨® mucho porque, y es lo que m¨¢s se parece a lo que hago ahora, descubr¨ª que nunca hay nada que sea igual. No hay ning¨²n artefacto que sea el mismo¡±, dice. ¡°Nunca puedes reaccionar de la misma forma, porque va en ello tu vida. Cada vez que haces algo, aunque parezca lo mismo, tienes que hacerlo de forma diferente. Y vaya donde vaya, aunque vaya todos los d¨ªas, tengo que imaginarme que no he ido nunca. Eso lo aplico al deporte. Jugar al golf como si nunca hubiera jugado¡±.
M¨¢s que un loco adicto a la adrenalina de los que salen en las pel¨ªculas, una gota de sudor colgando de la punta de su nariz mientras decide en tres segundos qu¨¦ cable cortar, un desactivador de explosivos es un cirujano fr¨ªo, que maneja con precisi¨®n heladora instrumentos, robot y rayos X.
¡°La adrenalina no me motivaba, no era algo que yo buscara: simplemente me gustaba el trabajo. Me hac¨ªa sacar cosas nuevas diariamente. Las emociones las tienes que vivir, la incertidumbre, el miedo. Y luego, yo manten¨ªa la calma de una forma impresionante en esas situaciones. Pensaba muy bien. Controlaba la respiraci¨®n. Hac¨ªa meditaci¨®n. Y lo hac¨ªa de forma natural. Me sal¨ªa solo¡±.
Una semana despu¨¦s de terminar cuarto el Masters de Augusta, Rahm, el n¨²mero cuatro en la clasificaci¨®n mundial, y que ha estado cerca de ser el n¨²mero uno, disputa en Madrid estos d¨ªas el Open de Espa?a. Volver¨¢ a enfrentarse a golpes que para ¨¦l ser¨¢n a vida o muerte: victoria o derrota. Bombas que desactivar con frialdad. Y no muy lejos estar¨¢ Del Carmen, y m¨¢s cercanas, en la memoria del golfista, sus palabras: ¡°La emoci¨®n la vives igual con una bola o con una bomba. El miedo es interior. Salta. Golpea¡±.
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