Los a?os prodigiosos del Bar?a
El equipo azulgrana prolonga con Valverde la regularidad exhibida en la Liga y en la Copa desde el debut de Messi e Iniesta
El Bar?a complet¨® un partido redondo en el Wanda Metropolitano: 5-0 al Sevilla. Las condiciones no eran las mejores precisamente despu¨¦s de la ca¨ªda de Roma y del intervencionismo de la directiva de Bartomeu. Alguien afirm¨® desde el palco que se hab¨ªa perdido la Champions porque el entrenador no hab¨ªa puesto a Paulinho en el Ol¨ªmpico de Italia. Los mismos sostienen ahora que se gan¨® la Copa porque el Txingurri aline¨® a Coutinho. As¨ª funciona ahora el FC Barcelona.
El club vive encadenado al equipo sobre el que se debate hasta el DNI. Acostumbrados a la presi¨®n, los futbolistas respondieron con una actuaci¨®n plet¨®rica en Madrid, exquisita en el fondo y la forma, la mejor desde que lleg¨® Valverde. Ya ocurri¨® tras perder la Supercopa y se ha repetido despu¨¦s de la eliminaci¨®n de la Copa de Europa. La prensa busca explicaciones, la directiva murmura y el equipo se reivindica de tal manera que nadie se atreve a tocar una sola de las vacas sagradas del Barcelona.
La met¨¢fora del club es ahora mismo Iniesta. A punto de cumplir 34 a?os y despu¨¦s de oficiar un partido memorable contra el Sevilla, tiene decidido anunciar esta semana que ficha por un club de China sin que se sepa muy bien qu¨¦ piensa y qu¨¦ ha hecho la junta del Bar?a. Hab¨ªa quien aguardaba una temporada de decadencia del capit¨¢n para que su salida se justificara sola y se ha encontrado con un futbolista plet¨®rico, aclamado en la Copa. Iniesta simboliza ahora mismo con Messi la exquisitez y tambi¨¦n la regularidad del Barcelona.
Suman 31 t¨ªtulos cada uno, 34 si se cuentan los tres de la selecci¨®n que atesora Iniesta. Los azulgrana est¨¢n a punto de ganar la novena de las 15 ligas disputadas desde 2002-2003, cuando debutaron Messi e Iniesta con el primer equipo, por cuatro del Real Madrid y una del Atl¨¦tico, mientras que en la Copa del Rey los t¨ªtulos conseguidos por los azulgrana son seis por dos de los blancos, los mismos que el Sevilla. Los dem¨¢s trofeos se los reparten entre Sevilla, Mallorca, Zaragoza, Betis, Espanyol, Atl¨¦tico y Valencia.
La competitividad azulgrana es todav¨ªa m¨¢s manifiesta si se tiene en cuenta que en cinco de la seis Ligas no ganadas ha sido subcampe¨®n ¡ªsolamente en una fue superado por el Villarreal¡ª y en la Copa ha perdido dos finales con el Madrid. El tir¨®n madridista se ha producido en los ¨²ltimos a?os en la Champions con tres trofeos en las ¨²ltimas cuatro ediciones al tiempo que los azulgrana cuentan cuatro desde 2003, solo una sobre las ¨²ltimas siete, la de Berl¨ªn en 2015, circunstancia que obliga a preguntarse si el equipo ha sabido aprovechar suficientemente al mejor jugador del mundo como es Messi.
El factor Champions
¡°La Champions no es una cuesti¨®n de perfecci¨®n sino de pasi¨®n, de car¨¢cter, de agresividad, de resultados¡±, argument¨® Klopp despu¨¦s de que el Liverpool eliminara en cuartos de final al City de Guardiola, el entrenador que m¨¢s intervino para dimensionar como goleador al 10 del Bar?a. Los resultados de la ¨²ltima d¨¦cada, justamente desde la llegada de Pep Guardiola al Camp Nou, inciden en el excelente comportamiento azulgrana en la competici¨®n dom¨¦stica ¡ªseis Copas y siete Ligas si conquista la pr¨®xima¡ª y tres Copas de Europa.
Reyes de copas con 30 t¨ªtulos, los azulgrana han recortado la distancia con el Madrid en la Liga: 33 t¨ªtulos ante 24 (25 si se confirma el triunfo final en la actual edici¨®n), 14 logrados desde la llegada de Cruyff al banquillo del Camp Nou. Al igual que ya ocurri¨® con Luis Enrique, entregado al tridente Messi-Luis Su¨¢rez-Neymar, y especialmente con Tata Martino, a Valverde se le ha recriminado tambi¨¦n que se alejara del estilo azulgrana marcado desde el dream team por su tendencia a desplegar al equipo a partir de un 4-4-2, m¨¢s con un cuarto centrocampista que con un tercer delantero, una duda que se corrige en la Liga y en la Copa con la presencia de Coutinho, mitad volante y mitad extremo, como en los primeros tiempos de Iniesta.
La presencia del brasile?o ayud¨® seguramente a que el equipo del Txingurri recordara el s¨¢bado en Madrid a las mejores versiones del Barcelona. Actuaron los azulgrana como una unidad, compactos y muy bien sincronizados, excelentes en la presi¨®n y la velocidad de bal¨®n, la mejor manera de combatir a los rivales f¨ªsicos y t¨¢cticos como el Sevilla. El rondo siempre depende de un segundo y de un cent¨ªmetro, el tiempo y el espacio que se emplea en el toque para anticiparse, para crear las situaciones de superioridad para habilitar a Messi.
Nadie interpret¨® mejor el partido que Iniesta. Jug¨® el capit¨¢n con determinaci¨®n, y su ambici¨®n y elegancia fueron contagiosas para el grupo, bien orientado siempre por Busquets. Muy concentrado y paciente, el equipo sab¨ªa que la final era el mejor escenario para despedir con los mejores honores a Iniesta. El momento que viv¨ªa el manchego, la ca¨ªda de Roma, las cr¨ªticas a Valverde y las dudas sobre los futbolistas crearon un caldo de cultivo reivindicativo en la plantilla del Bar?a. ¡°Lo que pas¨® en Roma es culpa de todos¡±, observ¨® Jordi Alba.
Va el Bar?a camino del octavo doblete de la historia. El resultado exime a Valverde de dar explicaciones porque nunca presumi¨® de nada ni se dio importancia, sino que asumi¨® formar parte de un colectivo que se defiende con el talento sin mediar un interlocutor del club, simplemente le alcanza con remitirse a partidos como la final de Copa. Uno m¨¢s a favor de inventario del equipo que domina como un coloso la Copa y la Liga. Alcanzada la una, ahora aspira a recuperar el t¨ªtulo de la otra, en poder del Madrid.
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