El Marsella oposita a la grandeza

Desde 1970 apenas un 17% de los equipos que perdieron 2-0 fuera de casa lograron superar su eliminatoria en competiciones europeas. En esas anda el Salzburgo, que debe remontar ese marcador ante el Olympique de Marsella para llegar a la final de la Europa League, pero nada es cotidiano cuando el cuadro galo anda por medio, un club singular en un entorno ¨²nico, pasional e inimitable, el ¨²nico campe¨®n de Europa franc¨¦s de la m¨¢xima competici¨®n continental, hito alcanzado hace ahora 25 a?os. En esas bodas de plata del hist¨®rico gol de Basile Boli al Mil¨¢n late Marsella con la ilusi¨®n continental, un triunfo en la Europa League que adem¨¢s conllevar¨ªa un pasaporte a la Liga de Campeones para un equipo que, a dos jornadas del final, es cuarto en la competici¨®n dom¨¦stica justo en la frontera que le alejar¨ªa de la m¨¢xima competici¨®n europea.

El Olympique deber¨¢ defender este jueves una renta de dos goles (2-0 ganaron la semana pasada en el Vel¨°drome con goles de Thauvin y N¡¯jie) en el feudo del Salzburgo, la revelaci¨®n del torneo, un combo conformado por una prole de meritorios reclutados por uno de los equipos de scouting m¨¢s resolutivos del universo futbol¨ªstico. Es casi un deber hist¨®rico para un club grande, con un estadio monumental y una hinchada apasionada, pero que desde aquella epopeya noventera en Bari apenas alz¨® un liga en 2010 y tres Copas de la Liga y dos Supercopas francesas al inicio de la actual d¨¦cada. Hace catorce a?os cayeron en la final de la vieja Copa de la Uefa contra el Valencia y cinco antes perdieron tambi¨¦n en el partido decisivo frente al Parma.

Hay cierta urgencia en la volc¨¢nica Marsella, pero la visita a la ciudad de Mozart tampoco es anuncio de una sinfon¨ªa perfecta. El Salzburgo suma 38 partidos sin perder en su estadio, donde nadie le vence desde noviembre de 2016 y donde gan¨® no solo 30 de esas citas sino nueve de las ¨²ltimas diez. En cuartos de final liquid¨® al Lazio tras remontar un 4-2 de la ida, un 0-1 en la vuelta y marcarle tres goles en seis minutos. ¡°Necesitamos otra noche especial¡±, dice el t¨¦cnico Marco Rose. Pero el club que dirige el magnate norteamericano Frank McCourt quiere replicar la historia de sus predecesores en la entidad y sobre todo empezar a hacer caja y manejarse entre los grandes del continente como cuando hace un cuarto de siglo abri¨® el palmar¨¦s de la Liga de Campeones, la hija de la vieja Copa de Europa.