Rafa Nadal: ¡°Me gustar¨ªa volver a votar¡±

Ayer, a eso de las seis de la tarde, Rafael Nadal cruz¨® el marco de la sala de conferencias principal de Roland Garros. Entr¨® ¨¦l, el deportista, el tenista, el ganador de 16 grandes que un a?o m¨¢s sigue progresando con mano de hierro en el Bois de Boulogne (6-3, 6-2 y 6-2 a Richard Gasquet, en 1h 58m); y entr¨® tambi¨¦n, de la mano, el Nadal ciudadano, el hombre que de un tiempo aqu¨ª no tiene pelos en la boca para expresarse sobre todo lo que ocurre mucho m¨¢s all¨¢ de las pistas de tenis: sobre f¨²tbol, sobre tecnolog¨ªa, sobre pesca¡­ o sobre pol¨ªtica.

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Antes de comenzar a hablar estuvo toqueteando su m¨®vil y se bebi¨® medio litro de agua. Despu¨¦s departi¨® en ingl¨¦s, analizando su ¨²ltima victoria y el futuro inmediato ¡ª¡°Marterer [su pr¨®ximo rival, 70 del mundo y 22 a?os] tiene potencial¡±¡ª, y en el turno de preguntas en espa?ol abord¨® de frente la ¨²ltima cuesti¨®n del d¨ªa, en la que uno de los enviados especiales le plante¨® cu¨¢l era su visi¨®n sobre la convulsi¨®n pol¨ªtica de los ¨²ltimos d¨ªas en Espa?a. De arranque titube¨®: ¡°Tengo mi opini¨®n, pero estamos en momentos complicados para dar seg¨²n qu¨¦ opiniones, porque cualquier opini¨®n se toma mal para los dos lados, o para todos los lados, que ya hay muchos... Es dif¨ªcil¡±.

Pero acto seguido entr¨® directo al tema, sin cortapisas. ¡°No creo que esta situaci¨®n sea buena para nadie, en general. Cuando ocurren tantas cosas, tantos cambios, tantos problemas: ahora Catalu?a, ahora cambio de gobierno, ahora¡­ Pues qu¨¦ pasa, que al final la confianza del ciudadano y de lo que vendemos como pa¨ªs, o de lo que el resto del mundo pueda percibir de nosotros, probablemente no sea la mejor¡±, contest¨®. ¡°Si me preguntas si me gusta todo lo que ha ocurrido, pues no. No me refiero a si me gusta que se cambie el Gobierno o no¡­ No s¨¦ de qu¨¦ manera van a poder gobernar los que entran; no s¨¦ con qu¨¦ mayor¨ªa van a gobernar, o qu¨¦ cosas se pueden hacer o no hacer... No s¨¦, son situaciones o momentos complicados que vivimos en nuestro pa¨ªs, que hay que dejar pasar¡±.

Y finalmente el mallorqu¨ªn resolvi¨®: ¡°A mi modo de entender, y no quiero ser imprudente, lo mejor ser¨ªa votar, o a m¨ª me gustar¨ªa votar. Entiendo que con todas las cosas que han ocurrido en estos dos ¨²ltimos a?os, que no son pocas, creo que al ciudadano le gustar¨ªa votar otra vez porque a d¨ªa de hoy no creo que nadie que pueda gobernar, que los ciudadanos nos podamos sentir totalmente representados porque hay demasiados, demasiados pactos y al final nuestro voto queda de una manera que no nos sentimos del todo c¨®modos por lo que est¨¢ ocurriendo. No creo que sea solo un sentir solo personal, sino que tambi¨¦n puede ser un sentir general¡±.

Catalu?a, emprendimiento, videoarbitraje...

De un tiempo aqu¨ª, sobre todo una vez que super¨® la treintena ¡ªhoy, precisamente, celebra 32 a?os¡ª, Nadal no tiene temor a sacar el pie de su deporte y ponerlo en otros temas. Desde hace un par de a?os se le ha escuchado hablar sobre el proceso soberanista en Catalu?a, sobre emprendimiento y empresa, sobre f¨²tbol, videoarbitraje, modelos de negocio o navegaci¨®n, una de sus grandes pasiones. Y ayer reincidi¨® sobre la pol¨ªtica; de alguna manera, una costumbre heredada de su t¨ªo Toni, lector ¨¢vido de las teor¨ªas gubernamentales de la Roma y la Grecia cl¨¢sicas, de los grandes pensadores y los fil¨®sofos de la historia antigua.

Ayer, vestido de corto y a 1.300 kil¨®metros de Madrid, el balear se subi¨® al p¨²lpito durante tres minutos y 15 segundos, y respondi¨®. Contra el estigma de que los deportistas no deber¨ªan pronunciarse sobre pol¨ªtica, Nadal transita por la misma l¨ªnea que el barcelonista Gerard Piqu¨¦. M¨¢s all¨¢ de la pelota de f¨²tbol y la raqueta, de los estadios y las pistas, los dos se han pronunciado abiertamente sobre asuntos espinosos. Eso s¨ª, cada uno camina en su propia direcci¨®n.