Cuarenta a?os moldeando ¡®guajes¡¯
Mareo, la cantera del Sporting de Gij¨®n, celebra su aniversario mientras el equipo aspira al ascenso
Todo comenz¨® con una espantada. En 1973, el yugoslavo Branko Zebec solo aguant¨® unos d¨ªas como entrenador del Sporting de Gij¨®n tras ver el sitio donde se entrenaba el equipo. Horrorizado, present¨® su dimisi¨®n y aceler¨® la idea del club de mejorar y modernizar las instalaciones. Ese fue el origen primigenio de Mareo, una de las canteras m¨¢s prol¨ªficas de Espa?a y que este a?o celebra su 40? aniversario.
Mientras el Sporting busca remontar el 3-1 ante el Valladolid para seguir con el sue?o de volver a Primera, la f¨¢brica sigue funcionando. Actualmente m¨¢s de 320 chavales y chavalas acuden a Mareo, ya sea como federados o en la escuela de f¨²tbol. Se entrenan bajo el orbayu primaveral y con algunas vacas pastando indiferentes al otro lado de la valla. Las ¨®rdenes en voz alta de Caco Mor¨¢n, exjugador del primer equipo, a los chicos del Cadete se confunden con la algarab¨ªa del campo de al lado, donde los alevines juegan un partido con un equipo de ni?os llegados de Holanda. ¡°Lo primero es que los lesionados se traten con el fisio. Los porteros hacen trabajo espec¨ªfico. El resto pasa al campo de entrenamiento¡±, cuenta Mor¨¢n antes de entrar en el gimnasio y poner orden entre los muchachos.
En Mareo los m¨¢s j¨®venes pueden sentirse profesionales, pero dentro de la caseta hay un respeto reverencial por el espacio de cada uno. Los vestuarios de las distintas categor¨ªas se distribuyen a lo largo de un pasillo, y al fondo de ¨¦ste se encuentra el del primer equipo; as¨ª lo indica un cartel encima de una puerta. Ning¨²n chaval se atreve a traspasar ese umbral. ¡°Ir avanzando de vestuario en vestuario te acerca al primer equipo. Cuanto m¨¢s pasillo recorras, m¨¢s cerca de jugar con los grandes¡±, relata Miguel ?ngel ?lvarez, coordinador del f¨²tbol base.
Los autobuses con ni?os de distintas partes de Asturias empiezan a aparecer sobre las seis de la tarde. Alguno llega desde Llanes, a una hora de trayecto. Pasan muchas horas en Mareo, aunque no todas con el bal¨®n. En una gran sala con televisi¨®n, donde tambi¨¦n acude el primer equipo a ver v¨ªdeos, unas chicas de 12-13 a?os reciben un cursillo de utilizaci¨®n de las redes sociales. M¨¢s tarde les toca el turno a unos guajes en una charla sobre primeros auxilios. ¡°Tambi¨¦n tenemos un departamento con un psic¨®logo para los ni?os¡±, apunta Pepe Acebal, director de infraestructuras de Mareo y toda una vida en el club. ¡°Tenemos una responsabilidad y por eso hay un c¨®digo de comportamiento. La educaci¨®n, como yo digo, es una cosa de antes, pero me llena de satisfacci¨®n que un chaval simplemente salude¡±.
En estas cuatro d¨¦cadas el Sporting las ha visto de todos los colores. Desde encadenar m¨¢s de 20 a?os en Primera a bordear la desaparici¨®n con un concurso de acreedores. Mareo siempre estuvo ah¨ª. ¡°La cantera debe cuidarse mucho, es el mayor activo y el futuro de un club de f¨²tbol¡±, comenta Manuel Vega Arango, el presidente bajo cuyo mandato la escuela se inaugur¨® en 1978. ¡°La iniciativa fue de mi predecesor, ?ngel Viejo Feli¨². Quer¨ªa tener unas instalaciones que antes no eran muy abundantes. Lezama fue un modelo para nosotros¡±, recuerda Vega Arango.
En aquella ¨¦poca el Sporting empezaba a asentarse en Primera con los Quini, Cundi, Ferrero¡ Incluso lleg¨® a competir la Liga al Madrid. Era un equipo con estrellas, pero el club no las utiliz¨® para sufragar los costes de Mareo. ¡°Solo vendimos a Churruca al Athletic por 52 millones de pesetas. Con eso pagamos los terrenos, pero el presupuesto total era de 450 millones¡±, subraya Antonio Miguel D¨ªaz, Toni, uno de los cuatro directivos que permanecen de aquel Sporting junto a Roberto Entrialgo, Antonio Mortera y el propio Vega Arango. ¡°A¨²n hoy no s¨¦ c¨®mo pudimos pagarlo¡±, dice el expresidente, ¡°en nuestra primera junta el tesorero me dijo que casi no hab¨ªa dinero para el presupuesto anual, as¨ª que menos para Mareo¡±. La figura de Pablo Porta, entonces presidente de la federaci¨®n de f¨²tbol, fue clave: ¡°Era muy amigo m¨ªo y tras mucho rogarle nos dio una subvenci¨®n de 45 millones. Ah¨ª empez¨®¡±.
Los primeros a?os de Mareo coincidieron con el boom del Sporting. Un subcampeonato de Liga, dos finales de Copa y varias presencias en Europa. ¡°Ten¨ªamos un gran equipo. Con las normas de ahora, hubi¨¦semos jugado la Champions varios a?os¡±, apunta orgulloso Vega Arango. El acierto en los fichajes ligaba con la cantera. ¡°Hab¨ªa un gran ojeador como Enrique Casas que trajo a chicos como Maceda¡±, recuerda Toni. A mediados de los ochenta, ya extinto el derecho de retenci¨®n, el club ten¨ªa m¨¢s dificultad para sujetar a sus perlas. ¡°A Eloy Olalla le vendieron por 100 millones al poco de irme yo¡±, rememora el expresidente.
El Sporting fue perdiendo fuelle y meti¨¦ndose en problemas econ¨®micos. En 2002, con el club al borde de la desaparici¨®n, Mareo fue vendido al Ayuntamiento. ¡°Sent¨ª una gran pena. Pero hab¨ªa una deuda de 60 millones de euros y el club entr¨® en concurso de acreedores¡±, cuenta Vega Arango, que regres¨® como presidente a finales de ese a?o. Pese al lastre econ¨®mico, la cantera no se par¨®. En aquellos a?os surgi¨® Villa, moldeado en la escuela hasta llegar a ser lo que fue. ¡°En el Juvenil no jugaba¡±, recuerda Acebal, ¡°era una ruina f¨ªsica. Pero lo que ten¨ªa no se aprende: cuando cog¨ªa un bal¨®n en el ¨¢rea, no fallaba¡±. Con la mejora f¨ªsica, El Guaje no tard¨® en instalarse en el primer equipo, pero nunca luci¨® la rojiblanca en Primera. ¡°Su venta nos dio un poco de vida con la deuda que ten¨ªamos¡±, dice Vega Arango.
Una d¨¦cada antes surgi¨® otro delantero con gran impacto inicial, aunque con carrera m¨¢s err¨¢tica. ¡°Cuando Juanele jugaba al f¨²tbol, era feliz. El problema viene cuando el f¨²tbol se acaba¡±, reflexiona Acebal, que reclut¨® al jugador asturiano cuando era un ni?o. ¡°Cuando veo a gente que solo piensa en el juego, se equivoca. Un chaval tiene que estudiar, formarse para saber hacer otras cosas cuando la carrera deportiva se acaba. Intento hablar con los chicos, decirles que hay mucho tiempo despu¨¦s, pero no todos hacen caso¡±, reflexiona el responsable de la cantera gijonesa sobre Juanele, que en los ¨²ltimos a?os ha estado envuelto en problemas judiciales y de salud.
Actualmente los jugadores del primer equipo que salieron de Mareo se pueden contar con una mano a diferencia del ¨²ltimo ascenso en 2015, cuando un plantel repleto de guajes de la casa y entrenados por Abelardo sorprendi¨® a todo el mundo con un retorno a la ¨¦lite inesperado. A los defensores de la cantera les gustar¨ªa m¨¢s presencia de Mareo, pero como dicen en Asturias, ¡°hay que ir despac¨ªn¡±.
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