Silva: ¡°Cada vez es m¨¢s complicado; tenemos que estar m¨¢s finos arriba¡±

¡°Lo veo complicado¡±, dice David Silva, cuando se le pregunta c¨®mo ve este Mundial para Espa?a.

El canario no debe de estar al tanto del estricto r¨¦gimen de pensamiento positivo que ha impuesto su seleccionador, Julen Lopetegui, asesorado por un psic¨®logo de l¨ªnea conductista con el af¨¢n de instaurar un clima de optimismo sin fisuras en la tropa.

¡°Lo veo complicado porque los Mundiales son dif¨ªciles¡±, reflexiona, tranquilamente, el mediapunta del Manchester City; ¡°pero tenemos buen equipo y vamos a ir a por ello. Estos partidos contra Suiza y T¨²nez son amistosos y no vamos a ganar siempre por 3-0 o 4-0. Vamos a ganar 1-0 o vamos a empatar. Cada vez es m¨¢s complicado. Tenemos que estar m¨¢s finos arriba y las que tengamos las tenemos que meter. La fase de grupos ser¨¢ dif¨ªcil. Si queremos pasar debemos estar al cien por cien¡±.

Mucho se habla de los talentosos futbolistas j¨®venes que vienen a renovar a la selecci¨®n espa?ola en este Mundial pero se dice poco del cambio verdadero. Porque los jugadores m¨¢s determinantes siguen siendo los treinta?eros. Hasta ahora ninguno de los j¨®venes se ha puesto a la altura de Ramos y Piqu¨¦, los zagueros, ni de Busquets, el tim¨®n, ni de Iniesta como gran pasador, ni de Silva como hombre m¨¢s desequilibrante. Mientras el relevo no se confirme, el camino a Mosc¨² ser¨¢ como la clasificaci¨®n que condujo a Krasnodar, una pista que deber¨¢n abrir las incursiones de Silva, autor de 11 goles y seis asistencias en 18 partidos en el ciclo que comenz¨® en 2016.

El soberbio nivel de Silva fue una de las palancas que moviliz¨® a la selecci¨®n en su carrera imbatida hacia el campeonato. Encontrar el h¨¢bitat adecuado para que exprese su creatividad es una de las condiciones del buen funcionamiento del equipo, y este no parece ser el caso ¨²ltimamente. Contra T¨²nez, porque se le vio apagado, en contra de su vocaci¨®n m¨®vil de continuos desmarques hacia adentro y hacia afuera, desanimado ante la perspectiva de esforzarse sin que le acompa?en los colegas. Contra Suiza porque jug¨® por la izquierda, donde perdi¨® perfil de remate y solo pudo profundizar hacia Diego Costa, el nueve, que no supo interpretar sus entregas.

¡°Hombre¡±, explica ¨¦l, ¡°a pierna cambiada tienes m¨¢s ¨¢ngulo. Es m¨¢s f¨¢cil. Porque vas para dentro y puedes buscar los dos palos. Por la izquierda, a pierna normal es m¨¢s dif¨ªcil. Pero eso tambi¨¦n es decisi¨®n del m¨ªster¡±.

Me he encontrado muy bien durante la clasificaci¨®n. No me marco fecha de retirada. Est¨¢ claro que ya tengo una edad. Pero conforme me encuentre as¨ª, voy a seguir disponible

Despu¨¦s de dos a?os a las ¨®rdenes de Pep Guardiola no solo se ha convertido en uno de los futbolistas m¨¢s resolutivos y fiables del ¨²ltimo campe¨®n de la Premier. Silva ha aprendido a congeniar y a compartir con el t¨¦cnico catal¨¢n las ideas m¨¢s avanzadas del juego de posici¨®n. Uno de estos principios b¨¢sicos es que el ¨¦xito o el fracaso de las maniobras de ataque dependen del punta, y que no se puede librar el funcionamiento del equipo a un nueve simplemente porque sea goleador.

Silva ha aprendido que no es la t¨¦cnica ni la punter¨ªa lo que determina la idoneidad del punta en el modelo futbol¨ªstico que reproducen el City y Espa?a, sino su habilidad para moverse en espacios reducidos, lo mismo para buscar la pelota que para generar un espacio al compa?ero que viene por detr¨¢s. Silva comprendi¨® en Manchester que no es el virtuoso Ag¨¹ero el m¨¢s indicado para darle vuelo al equipo sino Gabriel Jesus, de pies menos sensibles pero muy din¨¢mico. Al sumarse a la selecci¨®n, quienes le conocen dicen que el canario no puede dejar de sufrir la presencia de puntas como Rodrigo, muchas veces desatento, o Costa, genial para jugar con 30 metros a la espalda de los defensas rivales pero muy desorientado en las aglomeraciones. Su predilecci¨®n apunta a Aspas.

¡°Hay que adaptarse¡±, dice, con un suspiro. ¡°Sabemos que Diego va mejor al espacio, y que Aspas y Rodrigo vienen m¨¢s a recibir. Son dos tipos diferentes de nueve. Desde 2008 no cambiamos el estilo, cambias de jugadores. Te tienes que adaptar un poco a todo. Y luego cambia el entrenador. Cada uno tiene su pensamiento. Luis me dio todo. Me llam¨® con 20 a?os y me puso sin ponerse nervioso. Me dijo: ¡®Venga, ?t¨² vas a jugar!¡¯. Me dio la confianza. Julen tambi¨¦n me ha demostrado una confianza incre¨ªble. He sido de los que m¨¢s he jugado¡±.

A sus 32 a?os, Silva presume de haber aprendido desde que debut¨® con La Roja en 2007. ¡°Creo¡±, dice, ¡°que soy mejor jugador por la experiencia. Porque cada momento del partido tiene su ritmo. Saber manejar eso te lo da la experiencia, los a?os de juego. Cuanto m¨¢s juegas mejor lees los partidos¡±

Los Mundiales no le traen recuerdos tan agradables. Debut¨® contra Suiza en Sud¨¢frica con derrota (0-1) y el seleccionador, Vicente del Bosque, le quit¨® la titularidad. Solo volvi¨® a disputar cuatro minutos en la semifinal contra Alemania antes de celebrar el t¨ªtulo, y en Brasil form¨® parte de la expedici¨®n fallida. Pero Silva dice que el recuerdo de aquella aventura agridulce no le genera una necesidad especial de demostrar su val¨ªa en Rusia. A pesar de que podr¨ªa ser su ¨²ltimo gran torneo como internacional.

¡°No siento que ¨¦ste tenga que ser mi momento¡±, dice, ¡°mi momento ha sido mi trayectoria. Llevo aqu¨ª 12 a?os. Cumpl¨ª 120 partidos. Met¨ª 35 goles. La trayectoria ha sido grande. Dentro de poco no estar¨¦ yo, ni estar¨¢ Andr¨¦s [Iniesta]. Son generaciones que van y vienen. Yo he tenido la suerte de estar en una muy buena. Hemos conseguido grandes cosas. Conforme ha ido la clasificaci¨®n de Rusia me he encontrado muy bien. No me marco fecha de retirada. Est¨¢ claro que ya tengo una edad. Pero conforme me encuentre as¨ª, voy a seguir disponible. Siempre he sido mentalmente fuerte, si no no habr¨ªa llegado hasta aqu¨ª. Cuando vea que no est¨¦ levantar¨¦ la mano y dir¨¦ que no estoy¡±.

A falta de que alg¨²n joven emergente se ponga a su altura, Espa?a est¨¢ en manos de los veteranos sabios como Silva.