En Estados Unidos, el f¨²tbol ha llegado para quedarse
La Copa del Mundo conjunta para Norteam¨¦rica en 2026 es el espaldarazo definitivo al 'soccer', que ha crecido exponencialmente desde 1994 a pesar del bajo nivel competitivo
![Pablo Xim¨¦nez de Sandoval](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F270aaf70-db44-44e1-8a29-de9ae3b69f5d.jpg?auth=764aa9f29b69f78b5600051a34ed37bcf917cf618b50dac54109211841cedf39&width=100&height=100&smart=true)
![Las banderas de Canad¨¢, M¨¦xico y Estados Unidos, que organizar¨¢n de forma conjunta la Copa del Mundo de F¨²tbol de 2026.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/TCACYGET2BIT5WJ36YIMFMW7NA.jpg?auth=229682c93eff9414a66cf6f1be07c02f5f7adea8b3f5084b895bab1a6815e5c5&width=414)
Estados Unidos, M¨¦xico y Canad¨¢ organizar¨¢n de forma conjunta el Mundial de F¨²tbol de 2026. La noticia tiene un aspecto chocante que no habr¨ªa tenido hace solo dos a?os. En un momento en que el liderazgo en Estados Unidos est¨¢ poniendo en cuesti¨®n la relaci¨®n con sus vecinos, la decisi¨®n viene a ser un ejemplo m¨¢s de que lo excepcional es Donald Trump, no la buena relaci¨®n de Norteam¨¦rica. La convivencia entre Estados Unidos y M¨¦xico solo puede ir a m¨¢s, el poder de los latinos en Estados Unidos solo puede ir a m¨¢s, y el f¨²tbol en Norteam¨¦rica solo puede ir a m¨¢s. Al menos, eso es lo que dice la apuesta de la FIFA.
En lo deportivo, el torneo volver¨¢ a Estados Unidos (donde se jugar¨¢n la mayor¨ªa de los partidos) 32 a?os despu¨¦s de la Copa del Mundo de 1994. Entonces, el mundo asisti¨® al triunfo de Brasil en un torneo que para el pa¨ªs anfitri¨®n fue semiclandestino. EE UU se enter¨® de que exist¨ªa un tipo llamado Roberto Baggio porque Madonna dijo que era muy mono. Ni siquiera hab¨ªa una liga profesional. Pero aquella competici¨®n no fue una an¨¦cdota en la historia del f¨²tbol. Estaba dise?ada para encender la chispa del f¨²tbol en el mercado m¨¢s grande del mundo. Y eso, lo consigui¨®.
La liga profesional Major League Soccer (MLS) debut¨® en 1996. El defensa Marcelo Balboa, uno de los jugadores estadounidenses m¨¢s conocidos de entonces, recordaba en una entrevista para EL PA?S que nadie sab¨ªa qui¨¦nes eran. Estados Unidos tuvo algo que celebrar por primera vez cuando su selecci¨®n femenina gan¨® el Mundial de 1999, y no se empez¨® a enterar de que ten¨ªa una liga de f¨²tbol hasta 2002, cuando de pronto el equipo nacional masculino se clasific¨® para cuartos de final de la Copa del Mundo. Pero adem¨¢s, descubri¨® el torneo.
Seg¨²n datos de 2016, EE UU es hoy el segundo pa¨ªs donde m¨¢s se juega al f¨²tbol del mundo, por detr¨¢s de China. Tiene m¨¢s de cuatro millones de jugadores federados, solo por detr¨¢s de Alemania. La final del Mundial de Sud¨¢frica en 2010 la vieron 24,3 millones de espectadores. La de Brasil en 2014 la vieron 26,5 y es el partido de f¨²tbol m¨¢s visto en la historia de ese pa¨ªs, a la espera de las cifras de Rusia 2018. Seg¨²n un informe de The Economist, la televisi¨®n de EE UU es la que ofrece m¨¢s horas de f¨²tbol en directo del mundo. Los medios han pasado de ignorar el campeonato a publicar listas de los mejores bares para ver el Mundial.
Este verano, a pesar de que el equipo nacional no compite en Rusia, Fox va a retransmitir 38 partidos en directo y un total de 350 horas de programaci¨®n del Mundial. Se trata de ¡°la mayor producci¨®n de FoxSports en sus 24 a?os de historia¡±, seg¨²n anunci¨® el productor ejecutivo de la cadena, David Neal. En la d¨¦cada pasada, ESPN obtuvo los derechos de los mundiales de 2010 y 2014 por 100 millones de d¨®lares, seg¨²n Deadline. A Fox, los derechos de 2018 y 2022 le han costado 400 millones. T¨®mese como indicador de lo que va a ser 2026, con Estados Unidos como anfitri¨®n.
Pero lo que verdaderamente ha cambiado en el f¨²tbol en Estados Unidos es el paso del tiempo. El f¨²tbol est¨¢ hecho de recuerdos, de alegr¨ªas y derrotas comunes de las que se habla durante a?os y que acaban conformando una cultura entre los aficionados. Lo que en 1996 era una liga inventada a golpe de talonario, hoy empieza a tener una cultura. Han pasado dos d¨¦cadas, ya hay una historia com¨²n. Los aficionados de entonces han tenido hijos. Hoy hay una generaci¨®n de 20 o 30 a?os que ha crecido yendo al f¨²tbol con sus padres. Ya no se han hecho del LA Galaxy o del Seattle Sounders porque era la ¨²nica forma de ver f¨²tbol los domingos. Ahora, los aficionados son de esos equipos, son los colores de su infancia.
Esa base de aficionados es lo que est¨¢ inyectando un optimismo en la liga MLS que, a pesar del tremendo rev¨¦s de quedarse fuera del Mundial de Rusia, indica que solo puede crecer. El impulso es especialmente significativo en las ciudades con mayor presencia de latinos, inmigrantes e hijos de inmigrantes, mexicanos en su mayor¨ªa, que traen una cultura de f¨²tbol de sus pa¨ªses y la traspasan a sus hijos. No es casualidad que los dos equipos de Los ?ngeles tengan como estrellas en punta a dos mexicanos, Giovani Dos Santos en el LA Galaxy y Carlos Vela en el Los Angeles Football Club.
El caso de este club, el ¨²ltimo en incorporarse a la MLS, es significativo. Un grupo de inversores entre personalidades destacadas del sur de California (Magic Johnson, Mia Hamm y Nomar Garciaparra entre ellos) ha puesto en pie un equipo ex novo, con un estadio completamente nuevo de 350 millones de d¨®lares en el centro de la ciudad. Henry Nguyen, el principal empresario detr¨¢s de la apuesta, dec¨ªa a EL PA?S en la presentaci¨®n del estadio que el hecho de no haberse clasificado para el Mundial era un golpe a la afici¨®n, pero solo an¨ªmico. En absoluto iba a frenar el crecimiento exponencial del f¨²tbol como entretenimiento en Estados Unidos.
¡°Creo que el f¨²tbol tiene un futuro brillante, obviamente¡±, dec¨ªa Nguyen. ¡°Este es el juego del mundo entero. En Estados Unidos hay otros deportes que son m¨¢s populares, pero este va a conseguir el mismo nivel de popularidad que tiene en el resto del mundo. B¨¢sicamente, porque EE UU se est¨¢ haciendo cada vez m¨¢s global, independientemente de lo que pasa en el corto plazo¡±.
As¨ª es. No clasificarse para el Mundial es corto plazo. Las tensiones con M¨¦xico son corto plazo. Donald Trump es corto plazo. La ocasi¨®n para verlo ser¨¢ en 2026, con la primera Copa del Mundo multinacional. Ser¨¢ la tercera de M¨¦xico, pero tambi¨¦n, esta vez s¨ª, de un Estados Unidos que sabe lo que tiene entre manos.
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