Mbapp¨¦, h¨¦roe de la ¡®banlieue¡¯
La estrella francesa naci¨® en Bondy, coraz¨®n del extrarradio de Par¨ªs marcado por la precariedad y la marginaci¨®n, donde el f¨²tbol se ve como un ascensor social
El bulevar perif¨¦rico ¡ªla autopista de circunvalaci¨®n que marca los l¨ªmites de Par¨ªs¡ª es una frontera mental.
Al otro lado se abre otro mundo: la banlieue, o el extrarradio. Desconocido y mitificado. La banlieue es el lugar en el que Francia proyecta sus fantasmas, sus frustraciones. Escenario de disturbios o vivero de islamistas. Muro invisible en el que se estrella el ascensor social. Tambi¨¦n, en ocasiones, el territorio del que la Rep¨²blica espera que llegue la salvaci¨®n, el h¨¦roe que borrar¨¢ sus ansiedades, que calmar¨¢ el terror a la fractura de la naci¨®n.
El Mundial es una de esta ocasiones. Kylian Mbapp¨¦ ¡ªperfecto producto de la banlieue de Par¨ªs; hijo del extrarradio m¨¢s duro y la m¨¢s puro; revelaci¨®n en Rusia¡ª encarna el renovado sue?o de esta Francia diversa y cohesionada. Mbapp¨¦, naci¨® en 1998 en Bondy, una ciudad de 52.000 habitantes a 12 kil¨®metros del centro de Par¨ªs. Su padre es de origen camerun¨¦s; su madre, argelino. Ambos, deportistas. Si existiese una capital de la banlieue, Bondy aspirar¨ªa a serlo. La banlieue castigada por la precariedad ¡ªen la vivienda y en la educaci¨®n¡ª y la discriminaci¨®n. Por la falta de oportunidades. La banlieue, tambi¨¦n, de las casas coquetas con jard¨ªn, los caf¨¦s hipsters y librer¨ªas independientes, un espacio de convivencia y respeto aparente y de trabajo duro que desmiente los retratos apocal¨ªpticos de un territorio sin ley. Todo es m¨¢s complejo.
¡°A partir del momento en que se ven a los barrios populares con el prisma de los sucesos y la violencia, del islamismo y el terrorismo, o con el prisma del hero¨ªsmo, es una visi¨®n caricaturesca y peligrosa, porque no remite a una realidad que vive la gente¡±, dice Nassira El Moaddem, directora de Bondy Blog, medio de referencia en la cobertura de las banlieues, con sede en Bondy.
El Moaddem cita un informe reciente presentado en la Asamblea Nacional sobre el ¡°fracaso del Estado¡± en Seine-Saint-Denis. El informe constata que este es departamento con los habitantes m¨¢s pobres de Francia (excepto los territorios de ultramar) y con la criminalidad m¨¢s elevada. ¡°En Seine-Saint-Denis¡±, resume Le Monde, ¡°hay menos de todo: menos polic¨ªas, menos profesores, menos secretarios judiciales, menos magistrados, menos m¨¦dicos escolares¡¡±
De algo ¡°hay m¨¢s¡± en Seine-Saint-Denis, y en la banlieue en general: m¨¢s futbolistas. Las instalaciones de la AS Bondy, donde Mbapp¨¦ se form¨®, son una aut¨¦ntica cantera del futbol franc¨¦s. En su despacho en pabell¨®n del club, el director deportivo, Jean-Fran?ois Su?er contabiliza hasta 16 profesionales en activo, entre ellos Sebastian Corchia, que juega en el Sevilla, y, claro, Killian Mbapp¨¦. Buena parte de la selecci¨®n francesa ¡ªPogba, Matuidi, N¡¯Golo Kant¨¦¡ª son hijos del extrarradio de Par¨ªs.
Su?er, hijo de una valenciana y un catal¨¢n que llegaron despu¨¦s de la guerra, conoce a Mbapp¨¦ desde que naci¨®. Cuando ten¨ªa 5 a?os, se dio cuenta de que era especial. ?Cu¨¢ndo exactamente? ¡°Cuando le vi con el bal¨®n en los pies. Es un talento natural¡±.
La filosof¨ªa de Su?er y de la AS Bondy es sencilla: ¡°Les decimos a los ni?os y a los padres: lo primero es trabajar en la escuela. Si despu¨¦s vemos que puedes ser profesional, te ayudaremos. Antes de formar futbolistas, formamos hombres¡±, a?ade. Y recuerda el caso reciente de dos ni?os de 10 y 11 a?os a los que, por mal comportamiento en la escuela, se les dej¨® fuera del partido del s¨¢bado.
¡°Muchos quieren que sus hijos tenga ¨¦xito para salir de la banlieue¡±, dice Su?er. ¡°No nos vamos a enga?ar¡±.
En ciudades como Bondy, y m¨¢s con fen¨®menos como Mbapp¨¦, el f¨²tbol corre el riesgo de ser la ¨²nica esperanza muchos padres para prosperar, de encontrar ah¨ª ¡ªno en la escuela republicana¡ª el ascensor social que en la vida civil se atasca: los curr¨ªculums sin respuestas, la discriminaci¨®n silenciosa.
¡°Antes de Mbapp¨¦, el hecho de venir de Bondy pod¨ªa ser un factor de discriminaci¨®n para buscar trabajo. Hoy sucede lo contrario: puede ser positivo¡±, dice Mahmoud Bourassi, que la semana pasada volvi¨® de Rusia tras animar a Francia con un grupo de j¨®venes de la ciudad. Pero Bourassi avisa contra el peligro de confiar excesivamente en el futbol para arreglar Francia.
Los disturbios en la noche anterior en Nantes, despu¨¦s de que la polic¨ªa matara a un joven en un control policial, son un recordatorio. Como lo son las ilusiones que despert¨® la victoria de la Francia de Zidane ¡ªotro hijo de los barrios multiculturales¡ª en 1998. Cuatro a?os despu¨¦s, el Frente Nacional, partido contrario a la inmigraci¨®n, llegaba a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
¡°Hay que mantener la cabeza fr¨ªa¡±, dice Bourassi. ¡°Como hace Mbapp¨¦ cuando le comparan con Pel¨¦¡±.
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