Pron¨®sticos y corazonadas
Griezmann, de Bruyne, Hazard, Modric han asaltado el trono sin necesidad de caer en extravagancias
Francia: No ha deslumbrado siempre, pero siempre ha dado una gran sensaci¨®n de autoridad.
B¨¦lgica: Perfecto en medias partes. Su segundo tiempo contra Jap¨®n y su primer tiempo contra Brasil, insuperables.
Inglaterra: Cuesta imaginarle derrotado.
Croacia: Me recuerda a lo que Espa?a esperaba ser.
El pron¨®stico m¨¢s l¨®gico: Francia-Inglaterra. Mi corazonada: B¨¦lgica-Croacia.
?Qui¨¦n nos enga?¨®? El desenlace de muchos partidos del Mundial se ha producido en los ¨²ltimos segundos, o por fallos estruendosos, con sobresaltos y vuelcos apasionantes. Sin embargo, aunque otros estuvieron cerca, los cuatro semifinalistas han mostrado argumentos s¨®lidos para llegar.
Los cuatro tienen grand¨ªsimos jugadores pero son piedras preciosas perfectamente engastadas en el conjunto. Las hasta ahora consideradas estrellas de segunda magnitud, un pelda?o por debajo de los dioses (Griezmann, de Bruyne, Hazard, Modric) han asaltado el trono sin necesidad de caer en extravagancias.
Todos se han tenido que emplear con una intensidad extraordinaria. Cada partido ha sido una batalla sin cuartel.
Al ver a los semifinalistas, el recuerdo de nuestra selecci¨®n se me hace m¨¢s penoso. Y me pregunto qui¨¦n les enga?¨®, o qui¨¦n nos enga?¨®, o c¨®mo llegamos a enga?arnos unos a otros para creer que ¨¦ramos mejores que los dem¨¢s y que pod¨ªamos ganar andando.
Demasiados elogios. Alfredo Rela?o hac¨ªa suyo el comentario de Deschamps, el entrenador de Francia, referido a Mbapp¨¦, al que ambos vieron algo distra¨ªdo y arrogante en su partido frente a Uruguay. Pero podr¨ªa valer para los tres grandes astros apagados en el Mundial. En este f¨²tbol disparatado e hiperb¨®lico, de cifras escalofriantes, todo es tan desmesurado que ning¨²n mortal puede mantener la cabeza en su sitio. Ronaldo, Messi, Neymar, son tipos en apariencia normales pero estoy seguro de que un buen psiquiatra encontrar¨ªa en sus mentes particularidades muy interesantes. Tanto ellos, que viven sepultados bajo una monta?a de elogios, como los que los cubren con paletadas y m¨¢s paletadas de incienso, han perdido de vista lo que siempre tuvo claro Di St¨¦fano, el genio que nunca perdi¨® la lucidez: el f¨²tbol es un juego de equipo. Ronaldo no lo sabe, a Neymar se le olvida, Messi lo ha aprendido a palos.
Esperemos a ver c¨®mo hacen la digesti¨®n de este fracaso.
El¨ªas Canetti escribi¨®: ¡°Solo merece la alabanza el que la supera¡±.
Teatro del malo. El diario ingl¨¦s The Guardian publica un art¨ªculo que merece ser le¨ªdo con atenci¨®n. Se?ala la gran mancha que en este Mundial, que califica de brillante y muy limpio, significan los gestos teatrales e histri¨®nicos de algunos jugadores para enga?ar a los ¨¢rbitros. Y que alcanzan su c¨¦nit en las ¨²ltimas interpretaciones de Neymar, revolc¨¢ndose de dolor como un torturado por una menudencia o desplom¨¢ndose como abatido por un rayo en el ¨¢rea sin que nadie le toque. El art¨ªculo subraya que estas pr¨¢cticas de simulaci¨®n se han extendido tanto que ya forman parte de la normalidad del f¨²tbol. Son comportamientos que la FIFA deber¨ªa erradicar sin miramientos, como enfermedad maligna que es, ordenando sanciones fulminantes y muy severas.
Michael Robinson lleva mucho tiempo predicando este mismo discurso. Entendi¨® su gravedad cuando descubri¨® a ni?os de diez a?os copiando estas trampas en un campeonato infantil.
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