Cristiano y Real Madrid, el final de una ruptura anunciada
El astro portugu¨¦s abandona el club blanco despu¨¦s de m¨¢s de un a?o de diferencias con los dirigentes y tras una tensa relaci¨®n que se agrav¨® en la pasada gala del Bal¨®n de Oro
La frase la proclam¨® Cristiano Ronaldo el 7 de noviembre de 2016, hace menos de dos a?os. Era el d¨ªa de su renovaci¨®n con el Madrid hasta 2021. La segunda desde su fichaje en 2009, la ¨²ltima de una etapa de nueve a?os solo comparable con la de Alfredo Di St¨¦fano en Chamart¨ªn. Aquel d¨ªa club y estrella hicieron p¨²blico en un acto multitudinario la ampliaci¨®n de contrato y mejora de salario de un Cristiano que pasar¨ªa a cobrar cerca de 23 millones de euros. La cifra le situaba en la cima junto a Leo Messi. Era un escenario diferente en el que ambas partes viv¨ªan en la cordialidad. Pero la buena relaci¨®n empez¨® a extraviarse.
El motivo, seg¨²n Cristiano y su entorno, la falta de reconocimiento del club hacia su figura. Ya ocurri¨® en 2012, cuando el atacante anunci¨® su tristeza en p¨²blico. "Estoy triste, por eso no celebro los goles y en el club saben por qu¨¦". El problema se resolvi¨® meses despu¨¦s con su primera renovaci¨®n. En esta ocasi¨®n, no hubo soluci¨®n. Los millonarios contratos alcanzados por Leo Messi con el FC Barcelona y Neymar J¨²nior con el Paris Saint-Germain llevaron a Cristiano a reclamar meses atr¨¢s una nueva revisi¨®n. Su salario ya no se equiparaba al de los mejores jugadores del mundo, que alcanzaban cerca de los 40 millones de euros netos por temporada. Futbolistas como Paul Pogba o Alexis S¨¢nchez se situaban ahora en un escal¨®n similar al suyo. El pulso final lo abri¨® el 16 de junio de 2017. "Ronaldo quiere abandonar Espa?a", anunciaba en su portada el diario portugu¨¦s A Bola.
Jorge Mendes hab¨ªa puesto en marcha la maquinaria justo en el momento m¨¢s delicado del jugador. Solo dos d¨ªas antes la fiscal¨ªa le acus¨® de defraudar a Hacienda 14,7 millones de euros por cuatro delitos cometidos entre 2011 y 2014. Seg¨²n reconoc¨ªa su entorno entonces, Cristiano esperaba un gesto inmediato de respaldo por parte del club. Cre¨ªa, adem¨¢s, que se har¨ªan cargo de su multa. No fue as¨ª. Desde aquel d¨ªa, ambas partes han vivido en un permanente tira y afloja que se rompi¨® segundos despu¨¦s del mayor hito del club en su historia reciente, la consecuci¨®n de la Decimotercera Champions, la tercera consecutiva. Un momento de festejo empa?ado por la primera despedida p¨²blica de CR. El luso habl¨® en pasado. "Fue muy bonito estar en el Real Madrid. En los pr¨®ximos d¨ªas dar¨¦ una respuesta a los aficionados porque siempre han estado de mi lado". Nunca m¨¢s se pronunci¨®, ni siquiera cuando al d¨ªa siguiente los socios del club le arroparon durante la celebraci¨®n al grito de "Cristiano, qu¨¦date". ?l se limit¨® a besarse el escudo de su camiseta, como hizo el 6 de julio de 2009 en su presentaci¨®n.
Cristiano ya ten¨ªa pr¨¢cticamente decidida su salida. El ¨²nico elemento que faltaba para que se concretase era la llegada de una oferta en firme de un club de la ¨¦lite europea. Nunca desde aquella primera portada de A Bola recibi¨® el Real Madrid ninguna propuesta por el jugador. Tampoco hab¨ªan recibido de boca de Cristiano su deseo de marcharse. Pero el desencuentro entre las dos partes era evidente. La relaci¨®n entre el jugador y el presidente P¨¦rez viv¨ªa sus peores momentos y la tensi¨®n entre ambos era palpable en cada acto p¨²blico. El momento m¨¢s cr¨ªtico se alcanz¨® en Paris, durante la ceremonia de entrega del quinto Bal¨®n de Oro al portugu¨¦s el pasado 7 de diciembre. "Cristiano es el mejor de la historia junto a Di St¨¦fano, es su heredero. Despu¨¦s de ¨¦l, vendr¨¢ una nueva etapa en el club", proclam¨® el presidente en la gala. Pero sus palabras horas despu¨¦s en la Cadena SER irritaron a Cristiano. "Neymar estando en el Madrid tendr¨ªa m¨¢s facilidades de ganarlo. El Madrid es un club que da lo que necesita a un gran jugador. Todo el mundo sabe que yo quise ficharle".
El coqueteo p¨²blico con Neymar fue uno de los motivos que empez¨® a romper la cuerda que un¨ªa a la estrella con el Madrid. El otro, la renovaci¨®n que nunca se consum¨®. Para CR la mejora econ¨®mica que reclamaba en su salario era un gesto de reconocimiento a los servicios presentados durante los ¨²ltimos a?os. Aseguraba que no era un tema de dinero. Pero el entendimiento no lleg¨®. S¨ª lo hizo la tan esperada oferta y el culebr¨®n se resolvi¨®. El final fue el esperado tras un a?o de desencuentros en una relaci¨®n ya zanjada. Nueve a?os despu¨¦s, Ronaldo se marcha.
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