Nadal y Djokovic, v¨¦rtigo y tregua en la noche
El choque de semifinales, detenido por la normativa de Wimbledon, se suspende con el marcador favorable al serbio, que levant¨® tres bolas de set adversas: 6-4, 3-6 y 7-6, despu¨¦s de 2h 54m
A las 23.03 de la noche, cuando el ¨²ltimo rev¨¦s de Rafael Nadal se estrell¨® en la red y decidi¨® el tie-break que le concede ventaja a Novak Djokovic, dos sets a uno, el juez argentino Dami¨¢n Steiner orden¨® la suspensi¨®n del choque de semifinales siguiendo el estricto protocolo normativo de Wimbledon. A esa hora, el grande ingl¨¦s echa hist¨®ricamente el cierre y por lo tanto el serbio se fue a dormir con la renta, a la espera de lo que ocurra este s¨¢bado (14.00, Movistar+ D2) en la resoluci¨®n, que transcurrir¨¢ bajo techo y con luz artificial.
El electr¨®nico partir¨¢ con 6-4, 3-6 y 7-6, habi¨¦ndose desarrollado ya 2h 54m de tenis el¨¦ctrico, porque hasta ese momento ambos hab¨ªan impuesto un ritmo fren¨¦tico, sin especulaciones, que solo encontr¨® tregua cuando el reglamento as¨ª lo impuso y los dos jugadores recogieron sus enseres para dirigirse al vestuario. Djokovic (31 a?os) lo hac¨ªa en ebullici¨®n, despu¨¦s de sortear una circunstancia sumamente adversa. En la muerte s¨²bita del tercer parcial, Nole levant¨® tres bolas de set y se lo adjudic¨® (11-9) cuando atin¨® en su segundo intento, habiendo desperdiciado antes una jugosa ventaja de 5-3.
El duelo transcurri¨® con la cubierta cerrada, ya que la semifinal previa, entre Kevin Anderson y John Isner, lo retras¨® hasta las ocho y cuarto, hora local. Ya era de noche en Londres y el encuentro se jugaba contrarreloj, sabiendo que probablemente llegar¨ªa la pausa. Djokovic sali¨® a la pista como el le¨®n que ha estado enjaulado durante mucho tiempo, deseoso de vencer y agradar, de demostrar que su prop¨®sito de retorno es firme y no un espejismo, de ah¨ª que presionase en cada juego el servicio de Nadal. A fuerza de ejercer, el de Belgrado consigui¨® su objetivo y quebr¨® para 4-3 en el primer parcial, marcando el primer punto de giro de la noche.
Fueron tres cuartos de hora afilados, en los que su rev¨¦s seccion¨® como en los mejores tiempos, ya fuera en versi¨®n paralela o cruzada. En ese tramo, una determinaci¨®n absoluta, por una y otra parte. El mallorqu¨ªn sac¨® el escudo y contuvo la ofensiva de forma magistral, hasta que a base de contragolpear diluy¨® el esp¨ªritu de su adversario. El duelo se perdi¨® linealidad y a Nole se le esfumaron numerosas opciones de rotura (2/10); perdi¨® un punto de claridad, voce¨® con rabia y ofreci¨® una laguna moment¨¢nea bien aprovechada por el balear. Nadal le arrebat¨® el saque dos veces, lo cedi¨® una entre medias (del 4-2 al 4-3) y cerr¨® la segunda manga con decisi¨®n.
Con sumo respeto mutuo, afrontaron la ¨²ltima recta de la velada con sus respectivas dotes estrat¨¦gicas: si uno retrasaba el servicio ¨C31 segundos alcanz¨® el cron¨®metro en alguna ocasi¨®n, cuando la norma permite 25¡¨C, el otro lo hac¨ªa m¨¢s; si uno apretaba, el otro replicaba de forma m¨¢s contundente; y si uno intimidaba, el de enfrente no escatimaba en la respuesta. As¨ª hasta llegar al cl¨ªmax de la muerte s¨²bita, un carrusel que arranc¨® con la doble falta del balc¨¢nico y el volteo moment¨¢neo de Nadal (2-1); para seguir, la insurgencia de Nole (3-5), y posteriormente las tres bolas de set desperdiciadas por el espa?ol: con 6-5, 7-6 y 8-7, esta ¨²ltima con saque.
Perdon¨® y la indulgencia le cay¨® como un yunque de plomo al cierre. Djokovic, el Djokovic que ofrece serias se?ales de haber renacido, convirti¨® a la segunda (antes tuvo el 8-9) y se acost¨® con un palmo de ventaja. Este s¨¢bado, punto y seguido, todo por decidir y dos titanes cuerpo a cuerpo. V¨¦rtigo en Londres.
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