De la ¡®banlieue¡¯ a la Torre Eiffel, Francia celebra un¨¢nime el triunfo de los ¡®bleus¡¯
El equipo nacional franc¨¦s, un ejemplo de diversidad y cohesi¨®n nacional
A la hora de la victoria, en la multicultural Francia no hubo m¨¢s que tres colores: el rojo, blanco y azul de la bandera que los bleus, la selecci¨®n nacional, agit¨® al recibir la copa como nuevos campeones del mundo de f¨²tbol. Centenares de miles de personas lo celebraron en las calles de todo el pa¨ªs. Solo en Par¨ªs, a los pies de la Torre Eiffel, casi 100.000 personas se congregaron para ver el partido y la masiva fiesta se traslad¨® tras el pitido final a los Campos El¨ªseos, en medio de fuertes medidas de seguridad. En Bondy, la banlieue (barrio perif¨¦rico) de donde es originario Kylian Mbapp¨¦, uno de los anotadores de la victoria, la felicidad tambi¨¦n era total.
¡°?Esto es magn¨ªfico! Voy a poder contarle a mis hijos que viv¨ª este d¨ªa¡±, celebraba Moussa, que jug¨® con Mbapp¨¦ en el equipo local hasta 2005. ¡°Qu¨¦ orgullo para Francia¡±, dec¨ªa apenas sin voz sobre el ¡°I will survive¡±, himno de los bleus desde 1998, que enton¨® nada m¨¢s acabar el partido todo el estadio L¨¦o Lagrange, donde Kylian, como le llaman todos aqu¨ª, comenz¨® su fulgurante carrera. ¡°Despu¨¦s de 20 a?os, ?hemos recuperado la copa!¡±, gritaba Marietta, que acudi¨® con sus hijos a ver el partido. ¡°Qu¨¦ bien por Francia, por Bondy y por Mbapp¨¦¡±, se escuchaba entre gritos de ¡°Allez les bleus¡±.
La posibilidad de conquistar el trofeo por segunda vez en su historia hab¨ªa sumido a Francia en un estado de euforia. Y en un esp¨ªritu de cohesi¨®n social que, aunque pueda ser ef¨ªmero ¡ªcomo se vio en 1998 con la selecci¨®n black-blanc-beur, negro-blanco-¨¢rabe, en referencia al origen de muchos de los jugadores¡ª tiene un significado m¨¢s especial a¨²n si cabe en la Francia y la Europa de hoy. Porque la victoria de los bleus se produce en pleno debate europeo sobre los ¡°peligros¡± de la inmigraci¨®n, impulsado por pujantes gobiernos populistas como el italiano, pero que tambi¨¦n resuenan en Francia.
En este ambiente, los bleus han hilado fino. De los 23 miembros de la selecci¨®n que viaj¨® a Rusia, 14 vienen de familias originarias del continente africano y dos incluso nacieron all¨ª, Samuel Umtiti y Steve Mandanda. Pero todos, sin fisuras, subrayaron que la del domingo ser¨ªa una victoria de todos los franceses, independientemente de su origen. ¡°Quiero encarnar Francia, representar a Francia y darlo todo por Francia¡±, adelant¨® Mbapp¨¦. ¡°Hay que estar orgulloso de ser franc¨¦s¡±, afirm¨® tambi¨¦n Antoine Griezmann. ¡°Quiero que los j¨®venes digan: ¡®?Viva Francia y viva la Rep¨²blica!¡±.
Otro icono de la diversidad, el actor Omar Sy, describi¨® a estos bleus como ¡°el s¨ªmbolo de la diversidad y la convivencia, una muestra de la diversidad¡±. ¡°En el f¨²tbol no hay religi¨®n, no hay colores y, sobre todo, no hay ning¨²n origen social¡±, subray¨® desde Bondy Airouche Athmane, presidente del equipo local AS Bondy donde comenz¨® la leyenda Mbapp¨¦. Aqu¨ª el partido se vio en una pantalla gigante de un campo en el que hombres sin camiseta celebraban junto a mujeres cubiertas de pies a cabeza, agitando, todos, la bandera tricolor con entusiasmo.
Las adolescentes N¡¯deyne y Rym, de 15 a?os, se llevaron su propio bal¨®n al estadio. Rym juega en el AS Bondy y N¡¯deyne empezar¨¢ en agosto en el PSG femenino. Para ambas, hijas de la banlieue y de familias de origen inmigrante, la victoria del domingo tambi¨¦n ten¨ªa un sabor especial. ¡°Mira el equipo franc¨¦s, vemos que Francia no son solo los franceses de aqu¨ª, hay de muchos or¨ªgenes. Y esa es la verdadera Francia¡±, explicaba Rym.
¡°Hoy celebramos todos juntos, como en familia¡±, se promet¨ªa tambi¨¦n Jean, de origen haitiano. Cerca, Oryane, una adolescente musulmana cubierta de pies a cabeza con un velo, averiguaba c¨®mo ir a Par¨ªs a festejar en los Campos El¨ªseos. Pero este espejo de unidad es fr¨¢gil. ¡°Hoy hay cohesi¨®n, pero lamentablemente no suele durar, ya lo vimos en el pasado¡±, comentaba Kamel en referencia al 98. Los a?os posteriores al primer mundial franc¨¦s fueron tambi¨¦n los de la ascensi¨®n del Frente Nacional y de los cuestionamientos a la integraci¨®n. ¡°Este equipo de Francia que gana tiene un lado unificador, eso es incontestable. Pero ello no permitir¨¢, como por arte de magia, borrar la fractura social y territorial de nuestro pa¨ªs¡±, dijo el soci¨®logo St¨¦phane Beaud en el Journal du Dimanche. Pero al menos por un d¨ªa y una noche, Francia olvid¨® todos sus problemas y diferencias y fue, un¨¢nimemente, bleu.
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