Bielsa, un ¡®Loco¡¯ en la cuna del f¨²tbol
El t¨¦cnico argentino se estrena con victoria en la segunda divisi¨®n inglesa a los mandos del Leeds United, con el que ya protagoniza singulares episodios
La noci¨®n que se pueda tener sobre la figura de un gur¨² se sobrepasa ante Marcelo Bielsa (Rosario, 1955), que camina vecino a lo fascinante. Hace ahora un a?o que la BBC, la corporaci¨®n p¨²blica de radiodifusi¨®n brit¨¢nica, se?al¨® al conocido como El Loco como el entrenador m¨¢s influyente del planeta. Pero hay quien le afea que no le sobren t¨ªtulos en su curr¨ªculum, por m¨¢s que tampoco haya dirigido equipos ganadores. ¡°No me quieras porque gan¨¦, necesito que me quieras para ganar¡±, le dice a sus jugadores.
Estuvo diez a?os entre la selecci¨®n argentina y la chilena, pero sus ciclos de trabajo en los nueve equipos por los que pas¨® fueron tan cortos que el destino en el que dirigi¨® m¨¢s partidos fue en Bilbao, poco m¨¢s del centenar entre 2011 y 2013. Luego pas¨® una campa?a por Marsella y se fue tras el primer partido de la segunda, rompi¨® un v¨ªnculo con el Lazio justo antes de empezar la pretemporada y le despidieron del Lille despu¨¦s de catorce partidos y con el equipo en puesto de descenso. Bielsa se?ala ese pasaje como el m¨¢s triste de su carrera: ¡°Me da?aron la autoestima¡±. Ahora, por primera vez, trabaja en segunda divisi¨®n. Este domingo debut¨® con victoria a los mandos del Leeds United, un cl¨¢sico que se alej¨® de la Premier League en 2004.
Si hay una cuna del f¨²tbol esa est¨¢ en Yorkshire, donde la pelota ech¨® a rodar, quiz¨¢s m¨¢s bien a volar, entre industr¨ªas vinculadas al carb¨®n, el hierro o el sector textil. Leeds no es un destino cualquiera. Se trata de la tercera conurbaci¨®n del Reino Unido en n¨²mero de habitantes, la ¨²nica con m¨¢s de medio mill¨®n en la que solo se enfoca hacia unos colores. El Leeds United no tiene antagonista y s¨ª una trayectoria que entronca con la m¨ªstica, la que se relat¨® en The Damned United: la peripecia tras ganar la liga inglesa en 1974 que supuso la marcha del t¨¦cnico Don Revie y la ef¨ªmera estancia del pujante Brian Clough, al frente de un grupo ind¨®mito de futbolistas que tras forzar su despido se quedaron a un paso de ganar la Copa de Europa. Leeds fue la tierra inglesa que recibi¨® a Eric Cantona para que les liderase en 1992 hacia la tercera liga de su palmar¨¦s, el ¨²ltimo gran triunfo. En los albores de este siglo cataron las semifinales de la Copa de la Uefa y las de la Champions al a?o siguiente, en 2001 con el Valencia de verdugo. Tres despu¨¦s cayeron a la Championship y desde entonces nunca jugaron con los grandes, incluso con una breve pasant¨ªa por la tercera categor¨ªa. Bielsa es su d¨¦cimocuarto entrenador en seis a?os y medio. Y apunta: ¡°Estoy en un lugar m¨¢s grande del que merezco¡±.
El ropaje de meritorio no debe confundir. Bielsa entrena donde quiere m¨¢s que donde puede y siempre alberg¨® la inquietud de trabajar en Inglaterra. ¡°Solo esperaba el proyecto correcto¡±. Leeds le sedujo. Se empap¨® de los 51 partidos disputados por el equipo la temporada pasada, un curso decepcionante y que acab¨® con el director deportivo, el espa?ol Victor Orta, discutido por un sector de la afici¨®n. Bielsa fue su respuesta, una opci¨®n cara, de 6 millones de euros por campa?a y un proyecto a dos a?os, excitante, pero tambi¨¦n arriesgado si se considera que remover¨¢ cimientos.
Lo explic¨® el entrenador en las horas previas a su victorioso estreno (3-1) frente al Stoke City, un rival reci¨¦n descendido de la Premier. ¡°Me gusta m¨¢s el protagonismo que la especulaci¨®n, el campo contrario que el propio, atacar que defender y correr el riesgo de hacerlo en espacios reducidos y tener que ir hacia atr¨¢s en campo abierto. Apuesto m¨¢s por jugadores creativos que de otro perfil y acepto los riesgos de la circulaci¨®n progresiva del bal¨®n. Pero a cada una de mis afirmaciones hay una posibilidad antag¨®nica que entiendo que es absolutamente v¨¢lida. No criticar¨ªa jam¨¢s ni la salida larga del bal¨®n, ni la especulaci¨®n, ni esperar y contraatacar o privilegiar la rudeza sobre la creatividad¡±. El segundo gol del Leeds este domingo lo marc¨® el espa?ol Pablo Hern¨¢ndez tras 53 segundos en los que el equipo, con diez futbolistas que ya estaban en el plantel la pasada campa?a, engran¨® desde su meta quince pases.
Toda ese libro de estilo se trufa con sus peculiaridades. Parece l¨®gico colegir que el hombre capaz de tipificar ocho maneras de centrar, once de definir ante la meta contraria, 17 de defender y 36 de pasar la pelota es un meticuloso obstinado. El diario ingl¨¦s The Guardian revel¨® como puso a recoger basura a sus hombres en las calles vecinas a su campo de entrenamiento. Tres horas estuvieron en esa faena, el tiempo de trabajo que Bielsa calcul¨® que debe aplicarse, por t¨¦rmino medio, un seguidor del Leeds para poder pagarse una entrada a Elland Road, repleto este fin de semana.
Quiso que le dieran un valor tangible al apoyo de la gente. Tambi¨¦n ley¨® antes de una rueda de prensa unas l¨ªneas escritas en ingl¨¦s para disculparse por su mal empleo de ese idioma y reconocer que se sentir¨ªa avergonzado si se escuchase hablar en ¨¦l, justo lo que estaba sucediendo. Tras el partido contra el Stoke se empe?¨® en expresarse en esa lengua en la entrevista televisiva y gener¨® situaciones surrealistas en el di¨¢logo al o¨ªdo con su traductor.
No parece un trabajo sencillo entrar en el mundo de Bielsa, ni siquiera trasladar sus impresiones. En Marsella durante un a?o tuvo tres traductores y alg¨²n episodio abrupto. En Lille tambi¨¦n choc¨® con otro. ¡°Es complicado lograr su confianza. Es cerrado y muy inteligente¡±, explica Franck Passi, un entrenador franc¨¦s que estuvo con ¨¦l en ambas experiencias galas. Passi, amable, respetuoso y trabajador, fue durante cinco a?os futbolista del Compostela en los noventa y se gan¨® a Bielsa primero a trav¨¦s del entendimiento del idioma y despu¨¦s cuando el t¨¦cnico le pidi¨® consejo para reforzar la zaga y le recomend¨® que probase a Rod Fanni, un futbolista que estaba apartado de la disciplina del primer equipo del Marsella, y al que convirti¨® en indiscutible.
Passi aprendi¨® el f¨²tbol de Bielsa: ¡°La exigencia f¨ªsica es m¨¢xima. Cada futbolista asume una responsabilidad individual y es preciso que tenga inteligencia para aplicarla en los cambios de las marcas¡±. No es f¨¢cil. Guardiola, Pochettino, Sampaoli y hasta Simeone pueden inspirarse en conceptos y sobre todo en aspectos que lindan con el compromiso y la ¨¦tica de trabajo. Pero seguramente la r¨¦plica m¨¢s exacta es la que propone Toto Berizzo, su segundo durante cuatro a?os en la selecci¨®n de Chile, que alguna vez defini¨® su manera de agrupar al equipo como un ¡°marcaje en la zona al hombre¡±. En el Athletic no era extra?o ver a Llorente o Muniain realizar persecuciones de treinta metros en defensa para cuidar de un par. Todo eso se trabaja en el d¨ªa a d¨ªa en ejercicios cortos, pero con muchas repeticiones. Dicen quienes le han tratado que Bielsa parece ahora m¨¢s tranquilo que hace a?os, como si por fin disfrutase del f¨²tbol, atormentado como semejaba por decodificarlo.
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