Nadal y Thiem, o cuando nadie merece perder

Deporte en estado puro, del bueno, del aut¨¦ntico, en esencia. Deporte en su m¨¢xima expresi¨®n, del que agita y remueve y emociona sea cual sea el desenlace, porque lo que ocurri¨® en la central de Nueva York no fue tanto una historia de vencedores y vencidos como la vida misma: un relato de subidas y bajadas, de sufrimientos, angustias y euforias; de baches, tropiezos, crueldades y volver a empezar; de, al final, algo tan humano y tan aut¨¦ntico como un simple apret¨®n de manos y un abrazo; de admiraci¨®n rec¨ªproca porque la estaci¨®n definitiva ¨Cla victoria o la derrota, en este caso¨C es m¨¢s bien relativa cuando a lo largo del trayecto se ha disfrutado tant¨ªsimo.

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Nadal en estado puro

El partido, en im¨¢genes

Y esta vez, la pista central de Flushing Meadows asisti¨® a uno de esos duelos que no se olvidan. Ahora bien, como casi siempre, el fotograma final retrat¨® a Rafael Nadal como ganador, habiendo superado una circunstancia extrema porque Dominic Thiem, un tenista como la copa de un pino, le hizo pasar las de Ca¨ªn durante casi cinco horas. En un cuerpo a cuerpo precioso, el n¨²mero uno se impuso por un suspiro, como el Nadal de toda la vida (0-6, 6-4, 7-5, 6-7 y 7-6), y ser¨¢ el que se enfrente a Juan Mart¨ªn del Potro en las semifinales del US Open. El triunf¨®, pero el austriaco cedi¨® con todos los honores.

¡°Ha sido un partido especial porque ha tenido de todo, ha pasado por muchas fases. Ha sido una moneda al aire¡±, contaba luego el mallorqu¨ªn a los periodistas, habi¨¦ndose librado antes de un verdadero tsunami: durante un buen rato, Thiem se comport¨® como aquel Nadal que aprieta y asfixia, acribillando al rival en una primera manga que hubiera desmoralizado a cualquiera, que no al balear. Durante 25 minutos, Nadal estuvo a su merced. De repente, en fr¨ªo, el austriaco despidi¨® de su raqueta una tromba de golpes tremenda y fue devor¨¢ndole mordisco a mordisco. Siete puntos, pudo hacer solo en ese primer tramo infernal.

Una situaci¨®n excepcional en la carrera de Nadal, la de arrancar cediendo un set en blanco, que hasta ahora solo hab¨ªa encajado tres veces en un Grand Slam. Y en las tres cay¨®: US Open 2004 (Andy Roddick), Wimbledon 2006 (Roger Federer) y Open de Australia 2015 (Tomas Berdych). Thiem, al que le se?alan como el heredero de su castillo de arena en Par¨ªs, fundi¨¦ndole al rozar casi el pleno en el servicio (12 puntos de 14), fabricando 13 golpes ganadores, cinco aces y cometiendo ¨²nicamente dos errores. Pero, ?y c¨®mo demonios se hace frente a un escenario tan sumamente hostil para que no te arrastre la corriente?

Del Potro, Djokovic y Thiem: tres partidazos

Lo explica Nadal. ¡°No es el plan trazado antes de salir, evidentemente. ?Qu¨¦ c¨®mo se acepta? Como se aceptan todas las cosas: con humildad y aceptando las cosas que van ocurriendo, intentando valorar cada peque?a mejora que uno va haciendo durante el partido¡±, introdujo. ¡°En el primer set no ha habido partido y si luego empieza el segundo y me hace un break de entrada¡­ est¨¢s ya es una situaci¨®n muy desagradable. Al final aceptas que es un golpe, pero a la vez lo dejas a un lado y te dices que debes empezar de nuevo. Tienes que meterte en el partido y para eso tienes que ganar tu servicio por primera vez y despu¨¦s por segunda¡±, continu¨®. ¡°Despu¨¦s he ganado el segundo set y el partido ha sido totalmente nuevo, abierto, de t¨² a t¨²¡±, resolvi¨®.

Crec¨ª viendo a Rafa jugar estos partidos. Espero que haya m¨¢s y que el final sea distinto DOMINIC THIEM

El de Manacor ha sido protagonista esta temporada de, probablemente, los tres partidos m¨¢s impactantes: contra Del Potro en Wimbledon, ante Novak Djokovic tambi¨¦n en Londres y este ¨²ltimo frente a Thiem, buen amigo y destinatario de un elogio desprendido. ¡°Ha sido un partido al l¨ªmite. Lo siento por ¨¦l, porque es uno de los jugadores a los que m¨¢s aprecio le tengo. Entreno de vez en cuando con ¨¦l y tengo una muy buena relaci¨®n. Es un compa?ero ejemplar. Tiene una gran actitud en la pista tanto en los entrenamientos como en los partidos. Me gusta la gente que se esfuerza para conseguir los objetivos, y Dominic es uno de estos jugadores que se esfuerzan a diario¡±.

En el partido m¨¢s kilom¨¦trico del torneo, el austriaco (25 a?os, nueve del mundo) demostr¨® que no est¨¢ demasiado lejos del primer nivel. ¡°Esta noche va a quedar para siempre en mi mente. El tenis es cruel a veces, este partido no merece un perdedor, pero ten¨ªa que ser uno¡±, indic¨®; ¡°?Si he aprendido algo? Aunque no fuera bien, tal vez haya sido el primer partido realmente ¨¦pico que he jugado; antes he jugado algunos buenos, pero no tan largos¡±, a?adi¨® antes de clausurar una jornada inolvidable en Nueva York: ¡°No me gusta perder contra nadie, pero cre¨ª viendo a Rafa jugar estos partidos ¨¦picos. Hab¨ªamos jugado 10 en tierra y ahora este. Espero que haya muchos m¨¢s y que el final sea diferente¡±.