La Liga de las Naciones se inaugura con el gran duelo ideol¨®gico del f¨²tbol
La confrontaci¨®n de estilos de Alemania y Espa?a contra Francia e Inglaterra preside el arranque de un torneo que promete repartir 76 millones de euros en premios
Francia y Alemania son el meollo del f¨²tbol mundial. El coraz¨®n del enigma. El ganador de la Copa del Mundo en 2014 y el ganador de 2018. El representante de la escuela contempor¨¢nea del juego de posesi¨®n contra el baluarte remozado del viejo catenaccio. El pa¨ªs de las academias del m¨¦todo moderno contra la cantera m¨¢s prol¨ªfica del planeta, cuna del ¨²ltimo gran prodigio, Kylian Mbapp¨¦. Dos visiones contrapuestas sometidas a examen en un partido oficial sin precedentes. Esta noche en M¨²nich (20.45), la inauguraci¨®n de la Liga de Naciones promete desentra?ar la gran respuesta. ?Qu¨¦ ocurri¨® con el f¨²tbol en el Mundial de Rusia? ?De d¨®nde venimos? ?Hacia d¨®nde vamos?
La UEFA, de momento, ha pavimentado el camino con un formato que anuncia triplicar los ingresos por derechos televisivos. Se trata de reemplazar gran parte de los 10 partidos amistosos bianuales que se asignaban a cada una de las federaciones nacionales por una competici¨®n oficial que aglutina a las 55 selecciones del continente. La denominada Liga de Naciones, estructurada en cuatro divisiones, fase de grupos y final four, funciona como una caja registradora y reparte premios y penalizaciones. Castiga a los peores de cada uno de los 16 grupos con un descenso ¡ªsin relevancia para otros torneos¡ª y premia a los 16 ganadores con el derecho a ir a la repesca de la clasificaci¨®n de la Eurocopa de 2020 en caso de que no se clasifiquen en la ronda regular prevista para 2019 y a la que deben volver a presentarse los 55 equipos de forma prescriptiva. El nuevo torneo no garantiza la clasificaci¨®n para la Euro ni al campe¨®n. Pero reparte 16 billetes para acceder a una repesca ins¨®lita con formato de playoff en marzo de 2020. Otro torneo, antesala de la Eurocopa, a modo de cierre.
76 millones a repartir
La UEFA ha dise?ado un laberinto, pero es ¡ªdicen¡ª rentable. Los heraldos de Ny¨®n pronostican liquidez y emoci¨®n.
Emociones fuertes, imprevistas como la huelga de los futbolistas de Dinamarca, cuyo seleccionador se ha visto obligado a llamar a jugadores de f¨²tbol sala para completar la plantilla, y previsibles como los dolores de cabeza que experimenta el seleccionador alem¨¢n, Joachim L?w.
Responsable del mayor fracaso del Mundial de Rusia cuando su equipo, gran favorito, qued¨® eliminado en la fase previa, L?w fue confirmado en el cargo bajo una lluvia de cr¨ªticas. La asechan los revisionistas del Bild, los populistas abanderados por Lothar Matth?us, y los machistas como Stefan Effenberg, que piden menos sofisticaci¨®n y m¨¢s virilidad. Si Alemania sufre una derrota en M¨²nich, la vigencia de la corriente m¨¢s vanguardista del f¨²tbol del siglo XXI quedar¨¢ en entredicho.
Emparentada con Alemania en la misma ideolog¨ªa que se cuestion¨® en la ¨²ltima Copa del Mundo, Espa?a somete su patrimonio a otra prueba dur¨ªsima. Luis Enrique, el elegido para encabezar la reconstrucci¨®n, se ha propuesto reforzar las convicciones que hicieron de La Roja el paradigma del f¨²tbol elaborado. Aunque el desastre de Rusia despert¨® la reacci¨®n interna, el equipo insiste en una evoluci¨®n en la senda de la posesi¨®n. Lograrlo no ser¨¢ sencillo. Espa?a debe enfrentarse el s¨¢bado a Inglaterra y el martes a Croacia, dos de los triunfadores en Rusia, cuarto y segundo clasificado respectivamente, cada uno con un estilo marcadamente distinto. Vienen de exhibir una mezcla de garra competitiva y orden t¨¢ctico que amenaza con convertirse en una piedra en el nuevo proyecto espa?ol.
La Inglaterra de Southgate, precisamente, encarna la ant¨ªtesis de los valores que han predicado las selecciones espa?olas en todas sus categor¨ªas a lo largo del siglo. Southgate ha implantado el 3-5-2 con la asesor¨ªa de Antonio Conte, ap¨®stol del f¨²tbol italiano tradicional, promotor del repliegue y el juego largo al punta de referencia.
¡°Esta es una situaci¨®n nueva¡±, dijo Sergi Roberto ayer, sobre la precipitada organizaci¨®n que ha debido acometer Luis Enrique sin un encuentro amistoso que le sirva de puesta a punto, y con solo cinco d¨ªas de entrenamiento. ¡°El m¨ªster¡±, prosigui¨® el jugador del Bar?a, ¡°nos est¨¢ dando mucha informaci¨®n, porque al ser un entrenador nuevo quiere que hagamos las cosas que a ¨¦l le gustan. Nos estamos adaptando a cosas nuevas que para m¨ª no lo son, porque son las mismas que hac¨ªamos en el Bar?a. Trabajamos aspectos ofensivos, defensivos, y estudiamos a Inglaterra. Estamos muy metidos. Tenemos ganas de jugar en Wembley¡±.
Los grandes escenarios y los grandes duelos alimentan el atractivo de la Liga de Naciones donde antes se celebraban partidos amistosos de compromiso. ¡°Hasta ahora cada federaci¨®n ten¨ªa libertad para gestionar la venta de los derechos televisivos de 10 amistosos cada dos a?os¡±, explica el vicepresidente econ¨®mico de la federaci¨®n espa?ola, Andreu Subies. ¡°Ahora han quedado dos o tres amistosos y todas las ventas se han centralizado en la UEFA. Esto ha permitido multiplicar los ingresos¡±.
La Liga de Naciones reparir¨¢ un total de 76 millones de euros en concepto de premios y cuotas entre los 55 participantes, hasta conceder un m¨¢ximo de 7,5 millones al ganador de la final four. Adem¨¢s, las federaciones recibir¨¢n una cantidad en concepto de derechos televisivos por cada partido, amistoso u oficial. Espa?a ingresar¨¢ tres millones de eurosen cada uno de los 16 partidos que dispute hasta diciembre de 2019.
Jugar al f¨²tbol y jugar a robar un banco
Est¨¢ m¨¢s o menos verificado el efecto estimulante de los juegos grupales como terapia de grupo en la industria financiera. En los equipos de f¨²tbol ¡ªno hay que subestimar el car¨¢cter conservador del futbolista¡ª las experiencias arrojan resultados confusos. Hay jugadores del Valencia que acabaron confesando que estaban "hasta los cojones" de acabar ba?ados en pintura cada vez que a su entrenador, Unai Emery, se le ocurr¨ªa que llevarlos a una sesi¨®n de paint-ball servir¨ªa para unirlos m¨¢s y hacerlos jugar mejor. Por si la cosa funciona, ayer Luis Enrique mont¨® a la plantilla de la selecci¨®n espa?ola en una caravana de furgonetas para llevarlos a una casa del centro viejo de Madrid a jugar al escape room.
En lugar de darles unas horas libres en la ¨²nica tarde sin entrenamiento de campo que dispon¨ªan, el seleccionador opt¨® por llevar a la tropa a jugar a juegos de destreza intelectual en la resoluci¨®n de misterios: atracar el Banco Central, descubrir al asesino del Zod¨ªaco, escapar de una prisi¨®n, etc. Luis Enrique quiere controlar hasta el ocio.
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