El M¨¢rquez m¨¢s maduro tambi¨¦n arriesga para volver a ganar en Arag¨®n
El piloto de Honda se impone a Dovizioso tras un vibrante duelo en Alca?iz y despu¨¦s de que Lorenzo se cayera en la primera curva
Una cosa es madurar. Aprender. Crecer. Otra, muy distinta, es cambiar. Y Marc M¨¢rquez no est¨¢ dispuesto a perder su esencia. Tampoco su atrevimiento. Ni siquiera cuando se sabe con una moto que se queda un pel¨ªn corta en comparaci¨®n con la Ducati. Porque corr¨ªa en casa, en uno de sus circuitos favoritos, de los que gira a la izquierda, como a ¨¦l le gusta, y donde el jueves inaugur¨® una curva con su nombre. Y especialmente, porque, despu¨¦s de un campeonato tan bien gestionado, en el que los errores los han cometido m¨¢s sus rivales que ¨¦l, tiene tanta ventaja al frente de la clasificaci¨®n que podr¨ªa permitirse uno y hasta dos tropezones m¨¢s (fue sancionado en Argentina y se cay¨® en Italia) sin que peligrara esa corona que le est¨¢ esperando en alg¨²n circuito lejos de Europa. Pues todo indica que la conquista se saldar¨¢ m¨¢s pronto que tarde, antes de llegar a Valencia, donde se celebra la ¨²ltima carrera del a?o.
Por eso arriesga. Arriesga en la parrilla, al calzar una goma blanda cuando normalmente la rehusa, a pesar de que ni siquiera la hab¨ªa probado en condiciones; y arriesga en la pista, al apagarse el sem¨¢foro, al buscarle las cosquillas a su rival, Andrea Dovizioso, en curvas dif¨ªciles como la 12, en cambios de direcci¨®n como ese entre la quinta y la sexta curva. Por eso corre como siempre lo hizo. Despendolado. Pues decenas de l¨ªneas conforman su trazada, que no suele ser perfecta, pero siempre es rapid¨ªsima. Por eso compite mejor que nunca, porque ataca cuando sabe que puede, que responder¨¢ su Honda, que acabar¨¢ imponi¨¦ndose tarde o temprano, por mucho que Dovi se le ponga respond¨®n, cabez¨®n.
Era previsible que la pelea por el podio se dilucidara entre el espa?ol y los dos pilotos de Ducati, rapid¨ªsimos en la clasificaci¨®n del s¨¢bado, entregados a la potencia y aceleraci¨®n de su Desmosedici. No lo era tanto que el hombre de la pole quedara eliminado de la ecuaci¨®n tan temprano. Jorge Lorenzo recibi¨® un coletazo bestial de su moto en la primera curva, apenas unos segundos despu¨¦s de que se apagara el sem¨¢foro. Quiso salir lanzado, defender esa primera posici¨®n en la primera curva, impedir que M¨¢rquez se alejara, pero se vio obligado a buscarle el exterior con una maniobra por fuera de la trazada y la suciedad en esa zona de la pista hizo patinar a su goma trasera, que lo lanz¨® por los aires.
Y ah¨ª acab¨® su carrera, la de uno de los favoritos, como acab¨® la anterior, en Misano, donde tambi¨¦n sal¨ªa desde la pole position. Su ausencia le abri¨® paso a su compa?ero de equipo, Dovizioso, que, en su lugar, se encarg¨® de liderar al grupo, marcar el paso, inicialmente tranquilo. Trat¨® el italiano de tomar conciencia de las cosas al tiempo que guiaba al pelot¨®n y arrastraba a M¨¢rquez. El 93, siempre a rueda, c¨®modo a rebufo, cuidaba ese neum¨¢tico blando del que no tir¨® m¨¢s que para no perder la estela de la Ducati cuando aquel puso una marcha m¨¢s, sobrepasadas 11 vueltas de 23, para intentar escaparse. No le dej¨®. Si Dovi bajaba su ritmo casi un segundo, M¨¢rquez se enganchaba y bajaba siete d¨¦cimas, ocho d¨¦cimas, hasta que se coloc¨® bien cerquita a falta de nueve giros y se le col¨® por el interior al completar esa bajada fant¨¢stica que da entrada a una sucesi¨®n de curvas, desde la 12?: izquierda, derecha, derecha, izquierda, antes de recorrerse la recta de atr¨¢s, casi un kil¨®metro, sin, sorpresa, sucumbir al potente motor de la Ducati.
Aunque no ser¨ªa tan f¨¢cil. No bastar¨ªa con un solo movimiento. Al cabo de dos giros, Dovizioso busc¨® todas las rendijas, lo pas¨® y lo repas¨®, porque tambi¨¦n M¨¢rquez es contest¨®n, y recuper¨® la primera posici¨®n a siete vueltas del final. Se las vieron, de nuevo, a falta de cuatro: en la primera curva, en esa sucesi¨®n inicial de curvas a la izquierda, la cuatro y la cinco, donde el de Honda se siente fuerte ¨Cdonde har¨ªa el adelantamiento definitivo¨C; y de nuevo en la 12, tambi¨¦n en la pen¨²ltima, al final de una recta en la que Dovi tiraba de la estabilidad en frenada de su moto, por mucho que en ocasiones acabara con la rueda trasera a un palmo del suelo, de tanto que apuraba.
Fue, en definitiva, un espect¨¢culo genial, los tiempos descuidados, la trazada perfecta olvidada; tanto bajaron su ritmo en plena pelea, que Iannone y Rins, que hab¨ªan quedado descolgados cuando Dovi intent¨® la escapada, volvieron a engancharse al grupo. Pero ni eso fren¨® a M¨¢rquez. Iannone le pisaba los talones, pero ¨¦l tambi¨¦n se los pisaba a la Ducati. As¨ª que lo intent¨® una ¨²ltima vez. Se puso al frente. Y apret¨® los dientes. No ten¨ªa una velocidad descarada, pero podr¨ªa ara?ar algo al crono para cerrar las dos vueltas que quedaban en primera posici¨®n. Y as¨ª lo hizo, sobre todo en la ¨²ltima, seis d¨¦cimas m¨¢s r¨¢pido que la anterior.
Ha vuelto a ganar M¨¢rquez, que no lo hac¨ªa en los ¨²ltimos tres grandes premios. Ha vuelto a celebrarlo a lo grande. Porque era el d¨ªa para se?alarse como el mejor, el campe¨®n del mundo y, muy probablemente, el hombre que volver¨¢ a ponerse la corona tambi¨¦n este a?o. Sale de Arag¨®n m¨¢s l¨ªder, con 72 puntos de ventaja sobre Dovizioso. Y ya piensa en la fiesta de celebraci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.