?Qu¨¦ es estar a la altura?
Competir en casa funciona como una poci¨®n m¨¢gica y te hace sentir que todo cuesta menos pero tambi¨¦n provoca un exceso de responsabilidad
Es incre¨ªble c¨®mo motiva saber que el p¨²blico est¨¢ contigo, que tus familiares podr¨¢n verte en directo sin una pantalla de por medio, y c¨®mo esa motivaci¨®n funciona en el organismo de la misma manera que una poci¨®n m¨¢gica y te hace saltar de la cama con la sensaci¨®n de que todo duele menos, que todo cuesta menos.
?Jugamos en casa! Normalmente utilizamos esta expresi¨®n cuando tratamos de transmitir que todo ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil, que todo est¨¢ a nuestro favor. Pero no deja de ser curioso que cuando lo pienso como deportista me invada una sensaci¨®n contradictoria. Quiz¨¢s el Mundial de gimnasia r¨ªtmica de 2001 que disput¨¦ en Madrid tenga parte de la culpa. Recuerdo el temblor que creaba el movimiento de piernas de la afici¨®n en las gradas que colocaron en el IFEMA. Ten¨ªa la sensaci¨®n de que en alg¨²n momento se vendr¨ªan abajo. El p¨²blico gritaba y animaba como yo nunca antes lo hab¨ªa vivido hasta el punto de que apenas pod¨ªa escuchar la se?al de la m¨²sica que daba comienzo a mi ejercicio. Nunca me hab¨ªa sentido tan querida y al mismo tiempo con tanta responsabilidad. Se disputa el Mundial de baloncesto y ?jugamos en casa!
Cuando pienso en las lesiones con las que seguramente lleguen algunas jugadoras, ya sean cr¨®nicas o de ¨²ltima hora, y que van a tener que soportar a lo largo de estos d¨ªas, siento que jugar en casa puede hacer las veces de anest¨¦sico. Es incre¨ªble c¨®mo motiva saber que el p¨²blico est¨¢ contigo, que tus familiares podr¨¢n verte en directo sin una pantalla de por medio, y c¨®mo esa motivaci¨®n funciona en el organismo de la misma manera que una poci¨®n m¨¢gica y te hace saltar de la cama con la sensaci¨®n de que todo duele menos, que todo cuesta menos.
Tambi¨¦n es gratificante sentir que los medios de comunicaci¨®n se vuelcan en el seguimiento de tu deporte, ese que habitualmente est¨¢ m¨¢s descuidado y con menos p¨¢ginas y presencia en informativos cuando se celebra en tierras lejanas.
Como deportista me gustaba esa atenci¨®n porque me hac¨ªa sentir que lo que hac¨ªa interesaba a los dem¨¢s, pero sobre todo porque por fin ten¨ªa un altavoz para explicar por qu¨¦ el deporte que ocupaba las 24 horas de mi d¨ªa ten¨ªa sentido para m¨ª. Tambi¨¦n era la oportunidad para desmentir todo aquello que no describ¨ªa mi convivencia con el alto rendimiento. Me daba la posibilidad de expresarme con voz propia. En voz alta.
Pienso en las jugadoras y no puedo evitar ver un recorrido de nuevos compromisos que uno no tiene cuando un gran acontecimiento como es este mundial se celebra en nuestro pa¨ªs. Y es aqu¨ª donde quer¨ªa llegar. Como deportistas agradecemos la atenci¨®n de los medios, faltar¨ªa m¨¢s. Pero a menudo la obligaci¨®n de estar a la altura de lo que otros esperan de ti ¡ªque en muchas ocasiones no tiene que ver con tus expectativas y lo que es m¨¢s importante, tampoco con tus objetivos¡ª provoca un exceso de responsabilidad. A veces el deportista es consciente de esa presi¨®n; otras es el t¨¦cnico. El deporte te ense?a que en cada temporada partes de cero. Que los resultados conseguidos el a?o previo no son una garant¨ªa para el siguiente y que, adem¨¢s, cuando obtienes un buen resultado, mantenerlo se complica porque hay quien por intentarlo no tiene nada que perder y t¨² s¨ª.
La satisfacci¨®n de un deportista depende de las expectativas con las que partas. En mi etapa deportiva durante los Juegos Ol¨ªmpicos de Sidney 2000 mi objetivo era hacer en competici¨®n el mejor de los ejercicios de entrenamiento. Ese era mi principal motor, mientras que mi expectativa consist¨ªa en ser consciente de que competir con el menisco roto me doler¨ªa pero no me impedir¨ªa cumplir con mi objetivo. En definitiva, poder ense?ar mi trabajo de 4 a?os en 90 segundos, al margen de las situaciones que aparec¨ªan y que podr¨ªan sabotearlo.
M¨¢s all¨¢ de las medallas, el objetivo personal de alguna de las jugadoras quiz¨¢ consista en aprovechar lo mejor posible los minutos que le d¨¦ el entrenador, sean pocos o muchos. El de alguna otra, aguantar el dolor de su lesi¨®n, que no le impida dar lo mejor de s¨ª misma. Quiz¨¢s para alguna otra el principal objetivo sea sostener al equipo y mantenerlo unido, o llegar al final del torneo sintiendo que como equipo se han dejado la piel en la cancha.
Son evidentes los grandes resultados de nuestra selecci¨®n de baloncesto femenino desde hace a?os, pero no ser¨¦ yo quien se?ale la expectativa de ¨¦xito de nuestras chicas, o qu¨¦ es ?estar a la altura? en cada torneo. No al menos sin antes escuchar no solo lo que trasladan a los medios de comunicaci¨®n, sino eso tan importante que funciona como motor y albergan dentro de ellas cuando compiten en otros pa¨ªses, y tambi¨¦n cuando juegan en casa.
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