El Atl¨¦tico se encoge y empata con apuros con el Villarreal

Apoyado en un superlativo Oblak, el Atl¨¦tico sali¨® vivo de Vila-Real. Rasc¨® un punto, pero el equipo de Simeone perdi¨® una oportunidad de dar un golpe en la mesa ante lo sucedido en el Bernab¨¦u. Si contra el Betis firm¨® un partido de campe¨®n, contra el Villarreal fue un equipo menor, roto y poco equilibrado, pese a que esa fue la primera y gran intenci¨®n de su entrenador.

En el estadio de La Cer¨¢mica, Simeone meti¨® hormig¨®n. Mucho, quiz¨¢ demasiado por lo que se vio en el primer tiempo. Nueve jornadas ha tardado en darle paso al cuatrivote de inicio: Sa¨²l, Thomas, Rodrigo y Koke. Una composici¨®n que para un entrenador de su estirpe es una tentaci¨®n irrenunciable en pos de conformar un equipo p¨¦treo. Su yo entrenador le demanda esas decisiones como a un fumador la nicotina. Y se lo demandar¨¢ en m¨¢s ocasiones a lo largo de la temporada. Siempre que Simeone atisbe un punto de riesgo, el Atl¨¦tico ser¨¢ una m¨¢quina cementera apoyada en sus cuatro mediocentros. Villarreal siempre ha sido una plaza inc¨®moda en la era Simeone. Y el t¨¦cnico rojiblanco tambi¨¦n teme como a un nublado el regreso tras los compromisos internacionales. As¨ª que opt¨® por ese equipo formado para el combate de trincheras en el medio del campo. M¨¢s dise?ado para ganar por derribo, por una segunda pelota reba?ada o una peinada y un pase r¨¢pido filtrado, que por finura. As¨ª le quiso hacer pupa al Villarreal y le hizo poca o nada. Al Villarreal le bast¨® con estrecharse para ahogar a Griezmann y a Koke, y con ello cortocircuitar cualquier conexi¨®n limpia con Kalinic.

Dio el la sensaci¨®n el Villarreal de sentirse m¨¢s c¨®modo durante varios pasajes del primer acto en los que busc¨® ganar la espalda de Rodrigo, Thomas, Filipe y Juanfran, bien con Fornals, o bien con Pedraza y Gerard Moreno. Siempre con Cazorla y Trigueros para juguetear en las triangulaciones antes de acelerar. El primero dio un cl¨ªnic de jugar bien desde la sabidur¨ªa del juego del veterano resabiado. Pocos toques y r¨¢pidos, pero siempre en el espacio justo. El segundo, cada vez que se mide al Atl¨¦tico, saca esa versi¨®n que le sit¨²a entre los mejores mediocentros del campeonato, aunque se le reconozca poco.

Logr¨® en varias ocasiones el Villarreal saltarse el dique de los cuatro mediocentros, a veces con demasiada facilidad, y apur¨® a Oblak. A un centro atr¨¢s de Jaume Costa, muy pillo para desmarcarse tras un rechazo en un c¨®rner, no lleg¨® Gerard Moreno por un dedo y Funes Mori revent¨® su remate contra Rodrigo. Al poco, un simple bal¨®n largo de Asenjo corrido por Pedraza a la espalda de Juanfran y bien tocado por el volante amarillo no acab¨® en gol porque Fornals no ajust¨® bien el giro de tobillo desde la frontal de ¨¢rea. Replic¨® el Atl¨¦tico con una incursi¨®n por la izquierda que Koke remat¨® en el aire y la pelota se estrell¨® contra la despegada mano de ?lvaro. Ni Estrada Fern¨¢ndez, ni Hern¨¢ndez Hern¨¢ndez con el visionado del VAR, decretaron penalti. La decisi¨®n contraindica lo indicado por Pierluigi Collina, director de arbitraje de FIFA, durante el Mundial: cualquier contacto del bal¨®n cuando un jugador tiene sus extremidades superiores colocadas de manera antinatural es penalti. Por ello, se se?al¨® como tal una jugada similar en la final de Mosc¨² entre Francia y Croacia. Si algo se reclama para el VAR es una mayor unificaci¨®n en los criterios. Una buena maniobra de Kalinic, tras una peinada de Sa¨²l, fue la ¨²ltima se?al ofensiva del Atl¨¦tico en el primer tiempo.

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El jugador del partido

Simeone entendi¨® que el equipo necesitaba m¨¢s juego en tres cuartos y meti¨® a Lemar y a Correa por Kalinic y Rodrigo. Al franc¨¦s le situ¨® por detr¨¢s de Griezmann y a Thomas en el pivote junto a Sa¨²l. No deja de ser curioso que Simeone prescindiera otra vez de Rodrigo, el jugador m¨¢s posicional que tiene para jugar en el medio. Tambi¨¦n el que m¨¢s cree en el control de los partidos a trav¨¦s de la pelota. Ahora mismo, Koke y Sa¨²l, por jerarqu¨ªa, son intocables. El cambio en el medio, s¨ª o s¨ª, o es Rodrigo o es Thomas. Pese a adelantarse en el marcador, con la carambola de cabeza ganada por Filipe Luis, tras parad¨®n de Asenjo a un desv¨ªo envenenado de su compa?ero Funes Mori, el Atl¨¦tico fue un equipo partido y deshilachado. Entregado y vulnerable a la velocidad de Fornals y de Bacca cuando este entr¨®.

Arrincon¨® con osad¨ªa el equipo de Calleja al de Simeone hasta convertir a Oblak en el jugador del partido. Nada pudo hacer el esloveno cuando Mario Gaspar empuj¨® el bal¨®n desde la frontal del ¨¢rea peque?a para empatar, tras una jugada defendida con mucha tibieza por la defensa atl¨¦tica. Entusiasmado y decidido el Villarreal, lleg¨® la hora de Oblak. Primero para sacarle un mano a mano a Gerard Moreno, propiciado por una mala entrega de Thomas en el inicio del juego. Un error muy com¨²n en el ghan¨¦s, que es mejor jugador cuanto m¨¢s lejos de su ¨¢rea juega. Despu¨¦s, Oblak aguant¨® a Bacca, apurando hasta meter la yema de los dedos para sacarle el bal¨®n.

En ese entusiasmo, volcado en buscar la victoria, el Villarreal pudo caer si Lemar hubiera direccionado bien un frentazo con Asenjo vendido. Hubiera sido muy injusto. Si un equipo mereci¨® ganar ese fue el Villarreal. Sin tanto cemento de inicio y con m¨¢s f¨²tbol.