Un empate que no saca de pobres ni a Rayo ni a Athletic
El duelo aplazado de la tercera jornada de Liga acaba con un reparto de puntos entre equipos necesitados
Rayo y Athletic empataron en el partido que se aplaz¨® en la tercera jornada (1-1), cuando a¨²n era agosto y el Estadio de Vallecas estaba inmerso en sus pol¨¦micas obras. Dos meses despu¨¦s ambos equipos llegaban en precaria situaci¨®n y ah¨ª seguir¨¢n de momento. El punto no saca de pobre a ninguno de los dos pero al menos no echa m¨¢s sal en la herida. El Rayo lamentar¨¢ no haber rematado a un rival mortecino que protagoniz¨® una primera parte paup¨¦rrima y el Athletic se va con la sensaci¨®n de haber tirado medio partido a la basura, el medio que no jug¨® Ra¨²l Garc¨ªa. El navarro insufl¨® la sangre suficiente para salvar la cara a su equipo y a su entrenador de cr¨ªticas m¨¢s feroces.
En cuanto a ganas no hubo color durante la primera parte. El Rayo sali¨® a morder desde el principio y acumul¨® varias llegadas en los primeros minutos. Tambi¨¦n un golazo de Ra¨²l de Tom¨¢s que fue acallado por el VAR. Seg¨²n los ¨¢rbitros del v¨ªdeo, el delantero se ayud¨® de la mano para orientarse el bal¨®n en el control. El chasco no afect¨® al equipo madrile?o, que sigui¨® a lo suyo y volvi¨® a marcar otro buen tanto, y esta vez no hubo VAR que lo anulase. Adv¨ªncula arranc¨® con fuerza por la derecha, entreg¨® a Pozo, que fue perfil¨¢ndose en la frontal del ¨¢rea hasta que vio el hueco y puso el bal¨®n junto al palo derecho de Herrer¨ªn.
El Athletic no reaccion¨® con el bofet¨®n, sigui¨® entregado a un rival que lo devoraba a base de ¨ªmpetu. El equipo de Berizzo sufr¨ªa con las embestidas del Rayo, pero lo pasaba peor cuando le dejaban manejar el bal¨®n, b¨¢sicamente porque no sab¨ªa qu¨¦ hacer con ¨¦l. Embarba y Kakuta se gustaban cada uno por su banda, luciendo incluso virguer¨ªas ante una defensa atolondrada. Un par de veces rond¨® el bal¨®n con peligro por el ¨¢rea sin que llegase el rematador rayista y el Athletic se fue vivo al vestuario.
I?aki Williams fue el damnificado por la penosa imagen del cuadro de Bilbao. El delantero cedi¨® su sitio a Ra¨²l Garc¨ªa y el Athletic mut¨® de inmediato. Ni dos minutos necesit¨® el navarro para exigir a Alberto con un cabezazo en un c¨®rner. En esas vio el equipo vasco el fil¨®n porque bas¨® su ataque en los centros laterales, buscando la cabeza siempre peligrosa de Ra¨²l.
Era otro Athletic, m¨¢s directo y punzante, y que con Ra¨²l Garc¨ªa encontr¨® la mala leche necesaria para crear peligro al Rayo. El gol del empate lleg¨® tras un fallo en el despeje de Adv¨ªncula que recogi¨® -c¨®mo no- Ra¨²l Garc¨ªa, cuyo remate de cabeza se fue al palo antes de que Muniain, desde el suelo, lo mandase a la red. El tanto fue de todo menos bonito, pero vali¨® igual.
Quedaban m¨¢s de veinte minutos para que ambos buscasen la victoria y a ello se pusieron. El partido se convirti¨® en un bonito toma y daca, cada uno con sus armas. El Rayo busc¨® el v¨¦rtigo por la banda con Embarba y luego con ?lvaro Garc¨ªa. Tambi¨¦n con el lateral ?lex Moreno, una centella en el carril zurdo. Un centro suyo con mucha intenci¨®n no encontr¨® rematador. Poco antes, uno de Embarba fue rematado de tac¨®n por G¨¢lvez encontrando los guantes de Herrer¨ªn.
El peligro del Athletic segu¨ªa llegando por el aire. A falta de cinco minutos, Alberto fall¨® en un despeje de pu?os, aunque Aduriz no se esperaba la pifia y no pudo dirigir el bal¨®n a la porter¨ªa. En esos ¨²ltimos suspiros del partido el Rayo era un flan, pero segu¨ªa atacando fiel a su naturaleza. Con todos exhaustos sobre el c¨¦sped de Vallecas concluy¨® el duelo. Reparto de puntos y cada uno a casa para pensar en lo mucho que tienen que mejorar.
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